Adoctrinamiento pleno
La ministra de Educación, Pilar Alegría, sólo es diplomada en Magisterio, aunque a pesar de ello Pedro Sánchez la consideró capacitada para implementar la reforma educativa que afecta a millones de niños españoles y que se empezará a aplicar ya el curso que viene, después del verano. En realidad, en el currículum de Pilar Alegría no consta que jamás haya ejercido como maestra, ni que haya trabajado nunca en nada que no estuviera vinculado al PSOE y a la política, así que sólo se la puede considerar como una mujer del partido, algo así como una Adriana Lastra, pero teñida de rubia. Y dice la ministra que es un «mantra» eso de que su Gobierno pretende adoctrinar a nuestro hijos porque es ridículo suponer que la ministra llama por teléfono a los profesores todas las mañanas para decirles que adoctrinen a los niños y absurdo creer que ellos obedezcan.
Pilar Alegría niega que exista adoctrinamiento ante las fotografías de los libros de texto del próximo curso que se han publicado este fin de semana y en las que todos hemos podido ver cómo están plagados de la ideología que representa la ministra y su Gobierno socialcomunista. «¿Qué es una democracia plena?» se pregunta uno de esos manuales, ilustrando esa pregunta con dos carteles electorales del PSOE, dos fotografías de Pedro Sánchez, otra de Mónica Oltra y ninguna del PP ni de nadie de VOX. Casualmente, el texto con el que se pretende responder a esa pregunta es un artículo publicado en el Diario de Córdoba por el catedrático de Historia del Derecho Manuel Torres Aguilar, casualmente también, número cuatro en las listas del PSOE al Congreso. El socialista publicó ese artículo en marzo de 2021 y en él concluye que la España de Pedro Sánchez es una de las pocas democracias plenas del mundo. Casualmente.
Pero hay más. Se les explica a los niños quiénes son los MENA y cuántos hay en España, desde el punto de vista socialista, faltaría más. La «resignificación» del Valle de los Caídos aparece como materia de estudio. Se les enseña que no tiene importancia el sexo biológico, sino que lo único que cuenta es el género elegido por cada cual. Se ensalza y convierte en heroína mundial a Greta Thunberg, modelo de activista a imitar. Y se usa la película de Amenábar sobre la eutanasia, Mar adentro, para contradecir las teorías de santo Tomás de Aquino. De todo esto ya hemos podido ver fotografías. Pero tenemos que estar tranquilos, porque la ministra diplomada en Magisterio, aunque nuca ejerciera de maestra, nos promete que ella no piensa llamar por teléfono a los maestros de nuestros hijos, que tendrán que estudiar y examinarse con estos libros.
La Ley Orgánica 3/2020 de Educación, más conocida como Ley Celaá o LOMLOE, entró en vigor en enero de 2021 y sus efectos se ven reflejados en los nuevos libros de texto que ya hemos empezado a ver porque serán los que tendremos que comprar para el próximo curso. En la Ley Celáa, la palabra «matemáticas» aparece repetida 8 veces, pero «sexual» se lee en 21 ocasiones y «sostenible» en 25. 9 veces nos habla de la educación «afectivo-sexual», 6 de la «igualdad de género», 5 de la «orientación sexual», 4 del «cambio climático» y 3 de la «identidad sexual». Así que la diplomada en Magisterio Pilar Alegría se cree que puede tratarnos como a imbéciles cuando, cada vez que se le pregunta sobre el adoctrinamiento en los nuevos libros de texto, responde la misma idiotez de que no pensemos que ella va a llamar a los maestros. Nos hemos estudiado sus leyes de educación, hemos visto cómo se aplican en los nuevos libros de texto y sabemos en qué consiste su adoctrinamiento pleno. Menos mal que nuestros hijos tampoco serán tan zoquetes como ella cree y ya les enseñaremos sus padres a reírse de la ministra, de sus memeces y del Pedro Sánchez que la sostiene.
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