Todas las naciones son España

Este fue el titular que corrió como la pólvora tras la rueda de prensa que el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, dio el pasado lunes tras reunirse con la Permanente de la Comisión Ejecutiva Federal de su partido. Y esto es como decir que cuando uno señala a la luna, hay quien prefiere quedarse mirando el dedo. Porque Pedro Sánchez dijo más, mucho más, en su —desde mi punto de vista— positiva intervención. Sánchez puso sobre la mesa una propuesta ante la grave crisis que estamos atravesando con Cataluña. Y a mi entender, puso LA PROPUESTA. Lejos de alimentar las tensiones, el odio, y esas ganas de sacar los tanques a las calles que algunos están mostrando, el PSOE ha planteado la vía del diálogo.  Manteniéndose dentro del ámbito constitucionalista, pero abriendo puertas, ventanas, tendiendo puentes y haciendo lo que sea menester —siempre dentro de la legalidad vigente— para dar salida a este bloqueo. Dijo, literalmente: “Sin la ley no hay salida, pero sin diálogo tampoco”. 

A mí ese me parece el titular más importante de todo lo que dijo ayer. Pero está claro que algunos prefieren generar más confusión en todo este galimatías. Desde el PSOE se dijo abiertamente que es urgente y necesario abordar estos últimos seis años de apatía por parte de los dos gobiernos —el de España y el de Cataluña—. Y puso sobre la mesa la declaración de Barcelona que al inicio del verano aprobó el PSOE. Sí, le preguntaron cuántas naciones tiene España. Y Sánchez tuvo una respuesta un tanto rajoyana: “Todas las naciones son España”. Así, leído y así escuchado, a uno se le queda cara de póquer. Pero bien pensado, decir esto es lo mismo que decir: “Y España son todas sus naciones”, ergo: España es plurinacional. Es un hecho. Que hasta hoy no ha tenido el suficiente reconocimiento —aunque así se contempla en la Constitución Española—.

La propuesta del PSOE precisamente va en la línea de crear una Comisión Parlamentaria para, precisamente, repensar, renovar, y valorar la modernización de nuestro sistema territorial del Estado. España, sí. Pero quizás una nueva definición, fundamentada en una confederación. (Estado Federal). Y ahí el PSOE está siendo coherente con su historia, comprometido con la Constitución y abriendo la mano hacia un reclamo más que legítimo de los pueblos que componen nuestro Estado. Muchos prefieren tapar bocas, oídos, cerrar ojos. Imponer leyes desde una postura nacionalista tan rancia o más como la que pretende acallarse.

Esta historia no se arregla sacando peces gordos que comen peces pequeños. Aquí, entiéndanme la metáfora, somos un gran acuario donde todos debemos aprender a convivir juntos, estableciendo unas normas de convivencia fundamentadas en el diálogo y sobre todo en el respeto. De todos. Y como bien dijo Sánchez ayer, el Gobierno de España lleva tiempo comportándose como si Cataluña ya se hubiera desconectado hace tiempo. No le extrañe que la reacción sea la que hoy vemos. Y alguien tiene que aportar cordura. En mi opinión, sería necesario establecer una consulta pactada. Para ir suavizando las tensiones. Pero sin duda, el diálogo que plantea el PSOE es lo más sensato que vengo escuchando en el panorama político actual. Y por ello, les felicito.