La luz

La luz, elemento de desarrollo de naturaleza

La importancia de la luz en nuestra forma de vida, va más allá de la energía eléctrica. ¿Cómo incide la luz en la naturaleza? Toma nota.

Luz en el bosque
La luz, funciones básicas
Francisco María
  • Francisco María
  • Colaboro en diferentes medios y diarios digitales, blogs temáticos, desarrollo de páginas Web, redacción de guías y manuales didácticos, textos promocionales, campañas publicitarias y de marketing, artículos de opinión, relatos y guiones, y proyectos empresariales de todo tipo que requieran de textos con un contenido de calidad, bien documentado y revisado, así como a la curación y depuración de textos. Estoy en permanente crecimiento personal y profesional, y abierto a nuevas colaboraciones.

Cuando pensamos en la luz, tendemos a relacionarla directamente a la energía eléctrica y su poder de iluminación. No obstante, la luz solar significa, para todos los seres vivos de nuestro planeta, la fuente de energía por excelencia. Se trata de un recurso natural vital, que resulta indispensable para el desarrollo de la naturaleza y la supervivencia de todas las especies que la conforman. A continuación, dedicaremos este artículo exclusivamente a hablar sobre la importancia de la luz para la vida sobre la Tierra. ¡Sigue leyendo!

La naturaleza dual de la luz

La luz puede ser definida desde diferentes puntos de vista dentro del ámbito científico. Si nos guiamos por la física, debemos destacar su naturaleza dual. Ello significa que, al mismo tiempo, la luz se comporta como una estructura compuesta por corpúsculos diminutos denominados fotones (materia, por lo tanto), y también como una onda electromagnética (es decir, energía).Luz en el bosque

En realidad, no es posible “encuadrar” totalmente la luz en el concepto de un compuesto de partículas (como lo pensaba Newton), ni resumirla a una onda de energía. Lo que ha dado lugar a la teoría de las cuerdas, la cual intenta explicar la dinámica del universo entendiendo las partículas elementales del universo como “cuerdas” que oscilan de diferentes maneras y en distintas frecuencias.

Precisamente es esta naturaleza compleja la que permite las propiedades tan únicas de la luz. Por ejemplo, la de ser el “elemento” que alcanza mayor velocidad en el vacío, desplazándose a 300 mil kilómetros por segundo.

La importancia de la luz para los seres vivos

Un poco más fácil que definir su naturaleza es percibir la importancia de la luz en nuestro planeta. La naturaleza tal cual la conocemos no sería posible sin la existencia de una fuente de luz (el Sol, en este caso). De hecho, todos los seres vivos, incluso los más primitivos, poseen ciertos mecanismos para reconocer la disponibilidad de luz y aprovecharla.

Quizá el caso más evidente ocurra en el Reino Vegetal, donde la fotosíntesis tiene una función vital. La gran mayoría de las plantas (las algas, inclusive) poseen la capacidad de producir energía química a partir de la luz solar (energía lumínica). Y la clorofila que producen actúa como un intermediario, permitiendo la captura de la luz.

En este proceso, transforman moléculas inorgánicas (como el CO2) en moléculas orgánicas (glucosa, fundamentalmente). De esta manera, obtienen los recursos fundamentales para su desarrollo (se nutren, fundamentalmente). Y las pocas especies que no pueden realizar la fotosíntesis, deben establecer una relación simbiótica con otro organismo para supervivir.

La luz y los mamíferos

Igualmente, no debemos cometer el error de subestimar la importancia de la luz en el Reino Animal, sobre todo para los mamíferos. No es coincidencia que, en las formas de vida más complejas, observemos estructuras oculares más desarrolladas. Los ojos son las principales puertas de ingreso de la luz al organismo y permiten el “aprimoramiento” de la visión.

Los animales con hábitos nocturnos, por ejemplo, han desarrollado una capacidad notable de aprovechamiento de la luz. De hecho, son capaces de cazar sus presas, recoger alimentos y desplazarse con gran destreza en escenarios de baja luminosidad.

En cuanto a nosotros, seres humanos, si bien no tenemos la misma capacidad visual de los grandes felinos, también nos beneficiamos ampliamente de la luz. De hecho, el dominio del fuego ha sido un divisor de aguas en la evolución de nuestra especie. Y la electricidad ha marcado un antes y un después para la eficacia y rentabilidad de todas las actividades productivas de nuestras sociedades.

Lo último en Naturaleza

Últimas noticias