¿Cuál debe ser el destino de la basura orgánica?
En términos de reciclaje y basura orgánica, es muy importante la colaboración de todos. ¿Cuál debe ser el destino de la basura orgánica? Toma nota.
El destino final de la basura que producimos, tanto en nuestros hogares como en las ciudades en general, es un tema alarmante. Principalmente si tenemos en cuenta que el mundo genera cada vez más residuos, y aún es muy bajo el porcentaje destinado al reciclaje. No obstante, la buena noticia es que hay alternativas sencillas y eficaces para mejorar la gestión de los residuos, sobre todo de la basura orgánica. A nivel individual, podemos colaborar desde nuestras casas, pero, ¿cómo? Esto te contaremos mejor a continuación, ¡sigue leyendo!
¿Qué es la basura orgánica?
Se considera basura orgánica todos aquellos residuos de nuestras actividades que se descomponen de forma natural y vuelven a integrar el ciclo de vida en los ecosistemas. Estos desechos orgánicos pueden ser de origen animal o vegetal, siempre cuando sean susceptibles de degradarse biológicamente.
Por lo general, el producto o alimento que consumimos y producimos la basura orgánica, proviene de seres vivos. O sea, en algún momento, antes de destinarse a nuestro consumo, fueron parte de un organismo (animales, plantas, hongos). Se diferencia, de esta forma, de la basura inorgánica, que no proviene de organismos vivos y no tiene la capacidad de descomponerse naturalmente en el medio ambiente.
Tipos de basura orgánica
En términos prácticos, podemos considerar que existen 5 grandes tipos de basura orgánica:
- Desechos alimenticios: pieles y restos de frutas, verduras y frutos secos, cáscaras de huevos, restos de pan, espinas de pescado, cáscaras de marisco, papel de cocina, filtros de café, bolsitas de té, huesos, semillas, aceite, leche en mal estado, etc.
- Residuos de jardín: césped, hojas, ramitas, tierra, troncos y cualquier resto vegetal proveniente de la poda.
- Residuos de papel y cartón: cajas y envases de estos materiales que no contengan plástico, papel de cocina sucio, palillos de comida oriental, etc.
- Desechos corporales: humanos o de otros animales, como uñas, pelos, piel muerta, excrementos, huesos, plumas, etc.
- Serrín y desechos o restos de madera.
¿A dónde va la basura orgánica cuando sale de nuestro hogar?
Se estima que, a lo largo de un día, un español produce una media de 1.5 kilos de residuos, que constan principalmente de plásticos, vidrio, papel y restos orgánicos. Ello significa que debe haber un rápido sistema de recolección para evitar que estos desechos se acumulen y generen toneladas de basura, principalmente en los centros urbanos. Con posibles riesgos también relacionados con el contagio de coronavirus.
Para trasladar estos desechos, tradicionalmente usamos camiones (que siguen haciendo su trabajo en la mayoría de las ciudades). Igualmente, se está implementado un nuevo sistema de tuberías subterráneas en algunas grandes ciudades, que previenen la producción de malos olores o ruidos fuertes.
Ahora, la cuestión clave es: ¿cuál es el destino final de los residuos que producimos? Lamentablemente, alrededor del 70% de la basura orgánica e inorgánica generada en España se sigue acumulando en vertederos. Y solo un 30% se destina a las diferentes plantas de reciclaje.
No obstante, algunas ciudades como Barcelona, ya cuentan con “ecoparques” donde parte de la basura orgánica se convierte en biogás. Este es un recurso energético renovable producido a partir de la degradación de diferentes tipos de residuos orgánicos, y que puede utilizarse para suministrar energía eléctrica a nuestros hogares.
Compostaje: la clave para reciclar la basura orgánica en nuestros hogares
Mientras alentamos que el ejemplo de los ecoparques de biogás se disemine por el mundo, también podemos colaborar con el reaprovechamiento de estos residuos desde nuestras casas. Para hacerlo, la clave está en aprender sobre el compostaje, que nos permite producir abono 100% natural a partir de la basura orgánica.
Algunas preguntas y respuestas
Sin embargo, no todos los desechos orgánicos pueden ser utilizados en la fabricación del compost casero. Por ello, es indispensable hacer un breve proceso de selección y separación de nuestros residuos. Lo ideal es que reserves un recipiente específico donde solo almacenaras aquello que sí puedes incluir en tu compost.
- ¿Qué residuos orgánicos puedes usar para hacer abono? Restos crudos de futas y verduras, café molido o en granos, bolsitas de té (que no contengan plástico), cáscaras de huevo lavadas y trituradas, restos de la poda del césped, hojas, flores y pequeñas ramas, aserrín, papeles de cocina (que no contengan los elementos mencionados abajo).
- ¿Qué no debes incorporar en tu compost? Todos los residuos de carnes y huesos, grasas, aceites usados para freír, restos de comidas procesadas, excrementos de mascotas, telas sintéticas y carbón.
Afortunadamente, hay muchos métodos que puedes aplicar para hacer tu compost casero y aprovechar el espacio libre de tu hogar. Incluso si no quieres comprar una compostera especial, puedes aprovechar cajones de frutas o verduras, o cualquier recipiente de tamaño y profundidad suficientes. Pero recuerda comprobar que el material a degradarse recibe suficiente ventilación y humedad.
Otro consejo clave es revisar la temperatura a la que se exponen los residuos orgánicos. Durante la primera etapa, mientras se degradan los desechos y ocurre una fermentación, la temperatura de la mezcla se elevará. Pero no debe superar los 65 a 70ºC, aproximadamente, para no poner en riesgo la supervivencia de los microorganismos que llevan a cabo este proceso.
Por todo ello, lo mejor es dejar tu compostera en un lugar fresco, bien ventilado y que no se exponga directamente a la radiación solar. Además, recuerda la importancia de remover regularmente la mezcla para prevenir malos olores y optimizar la ventilación.
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