Los 5 animales más aterradores del mundo

Actualmente existen en el mundo entre 1,5 y 2 millones de especies, aunque se cree que podría haber hasta 8,7 millones según los científicos. Además, se calcula que el 99% de las especies que han existido alguna vez en la Tierra se encuentran extintas. A continuación hemos seleccionado los animales más aterradores que hay.

Tiburón blanco

El tiburón blanco puede llegar a medir 6,5 metros de largo en su edad adulta. Considerado el rey de los tiburones, es el carnívoro acuático más temido a nivel global. Tiene un sentido del olfato muy desarrollado, hasta el punto de ser capaz de detectar una sola gota de sangre diluida en 100 litros de agua. Es una de las cuatro especies que ocasiona más ataques al ser humano.

Araña de laberinto

La araña de laberinto es un depredador que utiliza su veneno para paralizar a las presas. Se alimenta de insectos y sus telarañas son muy características ya que uno de los extremos tiene forma de embudo, y finaliza en un laberinto de túneles, de ahí su nombre. Producen una tela muy gruesa.

Gavial

El gavial es un animal muy similar al cocodrilo, fácil de reconocer por su hocico alargado y extremadamente delgado. Habita en zonas pantanosas del norte de la India y puede llegar a medir seis metros de longitud. Se alimenta de peces y actualmente se encuentra en peligro crítico de extinción ya que quedan menos de 200 ejemplares en el mundo.

Pez lobo

El pez lobo es uno de los animales más aterradores que existen. Vive en el Ártico y en el Atlántico Norte, y una de sus principales características es la increíble fuerza de sus mandíbulas. Puede incluso morder a través de la madera. La forma de reproducción es diferente a la del resto de peces: los machos fertilizan los huevos internamente y luego estos se encargan de cuidarlos en el nido.

Cerdo de mar

Y, por último, el cerdo de mar, un animal muy poco conocido pero muy curioso. También conocido como pepino de mar, vive en todos los océanos del mundo a entre 3.000 y 5.000 metros de profundidad. Mide entre cinco y quince centímetros y tiene entre cinco y siete pares de patas, según la especie. Al vivir en las profundidaes marinas, se alimenta en su mayor parte de partículas orgánicas procedentes  de la descomposición de los organismos.