Los policías de La Moncloa denuncian sus condiciones laborales: «Es un castigo trabajar aquí»

Los policías destinados en la comisaría de Presidencia del Gobierno, en el complejo de La Moncloa, denuncian las condiciones laborales en las que se ven obligados a trabajar día tras día. «Es un castigo trabajar aquí. Es un destino que los compañeros evitan y los que están, intentan marcharse cuanto antes», han relatado de forma anónima algunos policías entrevistados por OKDIARIO.

Los funcionarios lamentan que la falta de efectivos en esta comisaría está provocando la desmotivación de los policías que no pueden tampoco disfrutar de sus días de vacaciones a los que tienen derecho por ley ni cogerse días libres de asuntos propios en viernes o lunes para juntar un fin de semana largo para ir a ver a sus familiares, en el caso de los que son de fuera de Madrid.

También critican el engaño al que se ven sometidos cuando hacen el curso de acceso para este destino. «En el curso de dos semanas te prometen que serás escolta, pero la realidad es otra, te esperan tres o cuatro años de secuestro en esta comisaría», añaden.

En este sentido, los agentes de la policía nacional de La Moncloa explican a este diario que, cuando acabas este curso, te hacen firmar un contrato por el que te obligan a estar 3 años en este puesto sin tener la opción de moverte de forma interna dentro de la misma comisaría. «Cuando se cumple este plazo, las opciones que te quedan son desalentadoras. O te quedas ahí en la comisaría de Presidencia o tienes que irte de Madrid», han señalado.

Esto se debe a que los policías destinados en Presidencia, cuando ya pueden participar en el concurso general de méritos (pasados los 3 años), tienen que elegir destino fuera de esta comunidad porque no se pueden poner a disposición de la jefatura de Madrid, lo que implica que no pueden elegir destino dentro de esta comunidad autónoma.

Los policías denuncian que «es un castigo» estar destinado en la comisaria de Presidencia de Moncloa y que, precisamente por todo lo mencionado, esta comisaría es la que menos efectivos del Cuerpo tiene. Esto implica que no puedan disfrutar de las vacaciones de Navidad o de verano correspondientes por tener que cubrir esa falta de personal.

«Se hunde el suelo»

Por otro lado, los afectados han condenado las condiciones en las que se encuentra la garita de seguridad de acceso a La Moncloa en la que trabajan.  «Es de todo menos de seguridad porque el suelo se está hundiendo.» Este espacio, según denuncian los agentes, no cumple con las condiciones de seguridad adecuadas tanto de sanidad como de riesgo. «Algunos compañeros se han caído en varias ocasiones debido al estado del suelo», afirman. Para solucionarlo, los superiores, ha instalado un parche en el lugar donde se encuentran los desperfectos pero que presenta las mismas malas condiciones que el propio suelo.

Además, en esa garita de seguridad trabaja únicamente un agente prestando servicio cuando, por ley, debería haber dos personas. «Por seguridad, tenemos que trabajar en pareja, pero aquí nos dejan solos todo el día y el compañero más cercano está a unos 300 metros de distancia. Si nos pasa algo, estamos vendidos.»

Por todo ello, los policías han presentado numerosos escritos a prevención de riesgos laborales pero desde la última carta, fechada el pasado 27 de julio de este año, no han recibido ninguna respuesta por parte de La Moncloa.

Por último, el sindicato de estos policías ha condenado que las pocas plazas internas que convocan una vez al año para ser escolta o para acceder al grupo de contravigilancias (GOAC), al subsuelo, al grupo de información o a los operativos especiales de seguridad, se den por libre designación, es decir «a dedo y por enchufe». Y añaden, «es muy difícil conseguir una plaza porque nos presentamos 30 o 40 personas y sacan muy pocas, a lo mejor una o dos».

El «centollazo»

El pasado 13 de septiembre un joven arrojó un par de centollos a través del vallado de La Moncloa al grito «¡tomad centollazo, melones usureros!», con el fin de recrear una famosa escena de la serie de televisión, ‘La que se avecina’.

Según puede advertirse en este vídeo de YouTube que publicó el propio protagonista dos días después, el objetivo era protestar por la mala gestión económica del Gobierno, Pedro Sánchez.

En un primer momento, el joven quería lanzar los centollos en la entrada principal de La Moncloa, pero tras ser avistado por varios policías, decidió ir finalmente a un aparcamiento colindante con la A-6. Después, huyó corriendo junto al acompañante que le grababa.

Tras estos hechos, el Departamento de Seguridad ha decidido aumentar la vigilancia y establecer un puesto de servicio en la puerta nueva principal de acceso al complejo con la finalidad de efectuar un control visual preventivo sobre las personas y vehículos que accediesen al complejo por dicho acceso.

Según la orden mandada desde este departamento, los agentes deben hacer una vigilancia transversal. Entre las labores de los funcionarios está la de «prevenir, disuadir e intervenir ante cualquier amenaza para la seguridad del complejo que pueda llegar desde el exterior»; «obtener información de los vehículos o personas a pie que pretendan acceder al recinto sin estar autorizados»; y «comprobar que los ocupantes de los vehículos que acceden al parking de visitas junto al control principal, una vez estacionados, se dirijan y accedan al edificio de control principal», según reza el escrito enviado desde Moncloa.