Colegio de Arquitectos de Madrid

La cúpula del COAM en la que estaba el hijo de Carmena premió a los arquitectos que aplaudían su gestión

Manuela Carmena junto a su hijo, Manu Leira.
Manuela Carmena junto a su hijo, Manu Leira.

La Junta de Gobierno del Colegio de Arquitectos de Madrid (COAM) donde estaba el hijo de Manuela Carmena y otros ex altos cargos de la ex alcaldesa otorgó premios a arquitectos que votaban a favor de su gestión desde la Junta de Representantes, un órgano colegial que debe controlar a la cúpula de esa institución profesional.

Tal como recogen las actas a las que ha tenido acceso OKDIARIO, la directiva a la que perteneció Manu Leira Carmena premió a los arquitectos que aprobaban su trabajo. Es el caso de la distinción a Juan Mera, actual director de la Escuela de Arquitectura de Toledo, reconocido con tres Premios COAM, en 2012, 2014 y 2018, o Pablo Olalquiaga, actual vicedecano de la institución, premiado en 2014 y 2017. «Es un ejemplo de lo rentable que salía el apoyo a la gestión de los dirigentes colegiales», denuncian las fuentes consultadas.

Todo se retrotrae a 2003 cuando se creó en el COAM la Oficina de Concursos para hacer seguimiento de las licitaciones convocadas por las diferentes administraciones públicas. «El objetivo era prestar una especial atención a un asunto tan fundamental en la profesión de arquitecto como es la adecuada política de gestión de concursos de Arquitectura. Pero este departamento colegial ha ido sufriendo con los años una progresiva degeneración de los valores y funciones que justificaron su creación hasta convertirse en uno de los mayores focos de anomalías dentro del Colegio», denuncian las fuentes de OKDIARIO.

Desde la llegada a la dirección del Colegio de Arquitectos, en junio de 2011, de los gestores de ideología próxima a Podemos (entre otros, el hijo de Manuela Carmena y su posteriormente asesora en urbanismo, Pilar Pereda), la Oficina de Concursos se transformó en el departamento que utilizaron sus dirigentes para premiar, adjudicar contratos y devolver favores, a conocidos como amigos y familiares.

Muchos de los adjudicatarios de premios y concursos pertenecían a los propios órganos de gobierno de la institución como es la Junta de Representantes, una asamblea de colegiados cuyo fin debía ser el control sobre la gestión de la Junta de Gobierno.

Se permitió la presentación de propuestas incompatibles con las obligaciones de los miembros de los órganos del Colegio o la composición a dedo de los jurados que elegían a los ganadores de los premios. Todo ello, junto a otras presuntas irregularidades de diversa índole, llevaron, ahora hace un año, al despido de todos los empleados de ese departamento colegial.

Los gestores ligados a Podemos del Colegio se autopremiaban aprovechando la convocatoria anual de los Premios COAM. Fue el caso del arquitecto Nicolás Maruri, vocal de la Junta de Gobierno en 2013. Ese año también se reconoció con un premio a Julio de la Fuente, íntimo amigo del hijo de Manuela Carmena, entonces en la directiva del Colegio. Como ya desveló este periódico, ambos fueron adjudicatarios, durante el mandato de la alcaldesa de Ahora Madrid, del concurso de la nueva sede de Metro en la capital, en un procedimiento poco transparente y muy cuestionado desde dentro del COAM.

De esta forma, esta Junta de Gobierno del COAM ignoró varios informes jurídicos que desde 2005 recogían reiteradamente la incompatibilidad de ser alto cargo y participar en concursos del Colegio. En años sucesivos siguieron entregándose premios a dirigentes colegiales, como los arquitectos Gabriel Allende o Eduardo Pesquera, marido de otra de las vocales de esa cúpula colegial, Mercedes Díez.

Así, la pertenencia al órgano de control del COAM, la Junta de Representantes, fue rentabilizada por muchos arquitectos que, mientras desempeñaban cargos que implicaban poder de decisión dentro del Colegio (aprobación de presupuestos, cuentas anuales, entre otros) presentaban sus candidaturas a premios. Obviaban el evidente conflicto de interés y el reglamento de transparencia aprobado en 2013, que concluyó con la creación de una comisión de transparencia que fue ignorada todos esos años por los órganos de gobierno, en perjuicio del resto de colegiados.

Presuntas irregularidades

Fuentes del COAM consultadas por este diario señalan que el equipo donde estaba Manu Leira sentía «total impunidad». Iban más allá de la auto-adjudicación de premios. «Las irregularidades cometidas fueron tantas y tan graves que, si esto hubiera trascendido a los arquitectos colegiados, hubieran pedido la dimisión inmediata de los directivos», aseguran las fuentes.

En este sentido, otro caso fue el de un concurso que quedó desierto y, obviando las bases, se otorgó a un amigo del entonces decano, José María Ezquiaga. Se trata del “concurso para la selección del comisario de la exposición y edición del catálogo de los Premios COAM 2005-2015”, cuya adjudicación quedó desierta en 2016 porque, según el acta, “ninguna de las propuestas presentadas cumplía con todos los objetivos del concurso”.

Ignorando esta resolución y a espaldas del resto de miembros del jurado, el decano adjudicó el encargo a uno de los concursantes, el arquitecto Edgar González, quien había participado activamente en su campaña electoral para ganar las elecciones del COAM. Además, se elevó el importe del contrato más de un 30% por encima de lo que establecían inicialmente las bases del concurso.

Becario gratis

Otro de los casos relacionados con la opaca actuación de la Oficina de Concursos fue la convocatoria en 2016 de la Beca COAM-ROCKWOOL. El entonces director de esa oficina ocultó en las bases que el becario seleccionado realizaría las prácticas laborales en el estudio de arquitectura del vocal de la Junta de Gobierno César Ruiz-Larrea, que formó también parte del jurado y no dudó en usar su posición de poder dentro de la institución para conseguir becarios gratis, subvencionados por una empresa colaboradora con el Colegio.

«Estamos ante resoluciones que podrían considerarse nulas en los tribunales al estar al servicio de los dirigentes del COAM», señalan las fuentes mencionadas. «La manipulación detectada en la gestión de los concursos fue inducida y/o permitida por los dirigentes del COAM durante años, beneficiados con la turbia actuación de este departamento colegial. Eso explicaría la insistente defensa que siguen haciendo de esta oficina. No es de extrañar, dada su implicación en esas actuaciones anómalas, que uno de sus más fieles defensores sea el grupo ligado a Podemos de la asamblea de los arquitectos madrileños», agregan. Es decir, el colectivo ADN COAM que está liderado por la asesora en urbanismo de Carmena, Pilar Pereda, y otros arquitectos de la misma cuerda, como Julio de la Fuente, socio y amigo de Manu Leira, y Raquel del Río, asesora también de la alcaldesa.

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