Carmena confiesa que sufrió un infierno con unos okupas cerca de su chalet en Arturo Soria
Manuela Carmena ha desvelado que un grupo de jóvenes okupas se apropiaron de una vivienda situada cerca de su chalet en el entorno de la calle Arturo Soria de Madrid
Manuela Carmena subvencionó desde el Ayuntamiento la seguridad de los okupas del edificio de lujo del Paseo del Prado
Manuela Carmena, la que fuera alcaldesa de Madrid, ha confesado el infierno que vivieron tanto ella como sus vecinos cuando un grupo de jóvenes okupas se apropiaron de una vivienda situada cerca de su chalet, en la zona de la cotizada calle Arturo Soria de la capital.
La ex jueza ha relatado en su programa en Radio 5 que «cerca de mi casa hubo un grupo de jóvenes que ocuparon un chalet y estaban vinculados a actividades ilegales». «No sabéis la cantidad de problemas que se causó en el vecindario. Un desastre», comenta Manuela Carmena con pesar. Aunque mientras fue regidora en Madrid mantuvo una actitud tolerante con este fenómeno, ahora reconoce que ha sufrido en primera persona una de estas usurpaciones ilegales.
Manuela Carmena ha relatado así en su programa Máster de Justicia el calvario que supuso para todo el vecindario. «Ya os digo que cerca de mi casa, hubo un grupo de unos cinco o seis jóvenes que ocuparon un chalet. Estaba desocupado porque había muerto la propietaria sin herederos y le correspondía al Estado», comienza explicando.
La ex jueza incide en que «el Estado tiene muchísimos bienes que les llegan por esa vía y muchas veces ni lo cuidan ni están al tanto». En ese caso, el Gobierno «no estaba demasiado al tanto», según Carmena y, ante esto, «lo ocuparon un grupo de muchachos». La ex alcaldesa indica que «estaban muy vinculados a actividades ilegales de robos, hurtos y otras cosillas».
«Montaron allí como una especie de pensión irregular», resume y agrega: «No sabéis la cantidad de problemas que se causaron en el vecindario». «El destrozo que se produjo en aquel chalé fue tremendo. En su día el Estado tendrá que subastarlo. En fin, un desastre», lamenta.
Por otra parte, Manuela Carmena expone con incredulidad que los okupas se ponían prepotentes. «Es muy curioso, porque desde que llegaron aquellos muchachos a ocupar, al vecino colindante le dijeron, ‘mire, sabemos que vamos a estar mínimo año y medio’. A esto, el propietario de al lado contestó ‘¿Cómo? Si la ley dice que esto habría que resolverlo en un mes…’».
«Bueno, pues no, no se resuelve en un mes y la media es un año y medio. Y efectivamente, eso no es en absoluto deseable», reconoce la que fuera alcaldesa del Ayuntamiento de Madrid que tuvo complacencia con los okupas.
Perros peligrosos
Precisamente la hemeroteca recoge que en mayo de 2020 un grupo de okupas tenía atemorizado a todo el barrio desde hace un año. La ubicación del chalet ubicado está en la misma manzana en la que vive Manuela Carmena y su marido, el arquitecto Eduardo Leira. Escasos 100 metros y un minuto a pie separan ambas viviendas.
Varios medios recogieron entonces que los okupas tenían perros peligrosos para intimidar a los vecinos. Estos canes de la raza american stanford han matado a al menos dos perros. «Se lanzó a su cuello y la mató», contó el dueño de una de estas mascotas asesinadas. Las crónicas de entonces recogen como a pesar del confinamiento estricto, el edificio, valorado en más de un millón de euros, tenía un trasiego constante de drogadictos. La dueña era Mercedes, una mujer que murió hace 14 años y sus dos herederas, dos primas lejanas, renunciaron a hacerse cargo de la propiedad.
«Mafias»
En el programa de radio que Carmena ha dedicado al delito de okupación esta experta jurista apunta que «ha habido muchos cambios legales desde el 2005 y al final en 2018 se creó un procedimiento de desahucio para expulsar a las personas que realizan esos actos de ocupación teóricamente de forma muy rápida». Según dice el objetivo era el desalojo en un plazo «nada más que en un mes». «Pero no es así. La verdad es que no, no pasa así», critica. «Son mafias», lamenta.
Por otra parte, concluye que «muchas veces se recurre al Derecho, cuando el Derecho no es la solución para resolver los problemas». En todo caso, por otro lado, critica a la vez que «se contrate a empresas para resolver esas ocupaciones que fundamentalmente lo que hacen es amenazar y llevar a cabo acciones de coacción que no son deseables».
Finalmente se pregunta si «en España necesitamos muchas más viviendas sociales para sectores vulnerables que no pueden por determinadas circunstancias concretas, puntuales o genéricas, de forma ancestral, no pueden pagar una». «En España somos el país europeo con menos vivienda social. Creo que no me equivoco aunque no tengo los datos delante», reconoce. «Construyamos viviendas sociales cuanto antes, más rápidas, y quizá ese problema que ahora nos preocupa, veremos que, como ha pasado otras veces en la historia, también puede desaparecer».
Por otra parte, Manuela Carmena admite que disculpa a los okupas si son personas vulnerables. «Es el concepto del hurto famélico. Es decir, si una persona roba porque tiene hambre, pues todos lo disculpamos. Si a una persona no le queda más remedio que ocupar una casa porque no tiene donde vivir, pues parece que lo disculpamos», relata. No obstante, remarca: «Creo que cuando se salta la estructura de las normas del Derecho siempre se producen muchos abusos. Ahora mismo sabemos que hay muchas casas ocupadas por actividades absolutamente ilícitas, o por personas que lo único que hacen es aprovecharse de la situación».
En esta línea, comenta que «mientras que estuve en el Ayuntamiento, pude constatar cómo muchos vecinos de barrios con niveles de renta bajo, estaban indignados con que hubiera en sus correspondientes edificios personas que habían ocupado». «Mientras ellos pagaban su alquiler, los gastos de comunidad, etc. pues estos otros no pagaban nada. Creo que no se puede contemplar solamente la ocupación desde el punto de vista de la vulnerabilidad, sino que cuando no se solucionan las cosas, pues surgen problemas. Algunos tienen una causa justificada y otros no», concluye.