GARCIA CARRION: Cómo convertir una bodega familiar en la mejor del mundo
Todo comenzó en Jumilla (Murcia) en 1890 gracias a la visión –adelantada a su tiempo– y a la capacidad de emprendimiento de José García Carrión, el bisabuelo del actual presidente, José García Carrión. El empresario decimonónico supo sacar réditos positivos y riqueza económica de la uva, un fruto que siempre había estado presente en la familia, ya que eran propietarios de viñedos con los que elaboraban su propio vino y lo vendían en su bodega.
Supo aprovechar, además, y esto no es un detalle baladí, sino una muestra de lo visionario de García Carrión, un momento álgido para España en el mercado vinícola para ampliar la bodega debido a la alta demanda que había desde Francia, ya que los viñedos del país galo sufrieron una importante plaga de filoxera.
Desde entonces, desde aquellos momentos cargados de vivencias y aventuras empresariales, el negocio familiar de los García Carrión no ha hecho más que acrecentarse gracias, ante todo, a la dedicación plena, al cariño y a la vocación bodeguera de cada una de las generaciones que han ido incorporándose al grupo murciano.
No obstante, y a pesar del indiscutible éxito y fortaleza de la compañía vinícola, el presidente de GARCIA CARRION confiesa que, aunque han pasado más de 50 años de su incorporación a la pequeña bodega familiar, tiene la “sensación” de que “aún nos queda todo por hacer”. Cree, además, y así lo expresa, que “ahora lo tenemos igual de difícil que cuando empezamos, pero también es cierto que contamos con el empuje de un gran equipo, con una alta visión profesional”.
El papel de la familia, el papel de las personas
En esta empresa con orígenes en el S. XIX se apuesta fuertemente por las personas. Desde luego, tal y como dicen los expertos en economía, no hay mejor prosperidad social para un país que el hecho de que haya ciudadanos emprendedores que impulsen el empleo y la riqueza.
En este momento, GARCIA CARRION posee una plantilla de más de 1.000 empleados, impulsa el empleo indirecto de casi 1.500 personas más y cuenta con el apoyo de más de 40.000 agricultores y organizaciones cooperativas que seleccionan la mejor materia prima para elaborar sus vinos, así como sus zumos, sus sangrías, sus gazpachos y sus caldos bajo la conocidísima marca Don Simón.
El entusiasmo de los García Carrión es contagioso, la chispa de aprender e innovar no se ha apagado con el tiempo a pesar del paso de las décadas. En la actualidad, la compañía está en la quinta generación representada en Luciano García Carrión, el vicepresidente y el ‘culpable’ de que los vinos de esta bodega centenaria murciana se vendan en todo el mundo.
Sus más de diez Denominaciones de Origen (D.O.), siempre ‘made in Spain’, se venden en más de 155 países alrededor del globo gracias al amplio conocimiento de los mercados internacionales. De ahí que GARCIA CARRION pueda presumir de una facturación de casi 1.000 millones de euros anuales con productos de excelencia extraídos de sus más de 155.000 hectáreas.
Ingredientes de éxito
Este 2020, más de un siglo más tarde, GARCIA CARRION ha sido elegida la mejor bodega del mundo de más de 500 hectáreas en la ‘Golden League 2019’, una liga del vino promovida por la prestigiosa DWM (Deutsche Wein Marketing), una firma internacional que reconoce a los más ilustres productores de vino a nivel internacional. Pero, ¿cómo ha conseguido una compañía 100% familiar convertirse en una de las bodegas más prestigiosas y potentes del mundo? ¿Cuál es el secreto de que una empresa centenaria conquiste el corazón de los rankings más reputados?
Sin duda, y lo han destacado desde la compañía en más de una ocasión, la internacionalización, la inversión en innovación y desarrollo, el compromiso con el medio ambiente y la diversificación han sido –y son– los ejes fundamentales de la estrategia de éxito de GARCIA CARRION.
Y no sólo eso, además, la estrategia de marketing basada en la información al consumidor ha resultado ser a lo largo de los años un ingrediente imprescindible. En este aspecto, desde GARCIA CARRION también ha sabido adelantarse a las nuevas necesidades de sus clientes presentes y futuros, porque éstos cada día demandan saber qué toman, qué compran y qué consumen en los productos de su día a día. Los clientes bien informados, son siempre clientes felices y desde la compañía lo saben.
En esta línea, Rafaela Corujo, conocida familiarmente como Fala, vicepresidenta y directora de Marketing de GARCIA CARRION siempre ha defendido que “satisfacer las necesidades del consumidor de una forma honesta y responsable” ha sido siempre una de las máximas de este grupo de agroalimentario.
Pero, además, Corujo es también una directiva emprendedora y con un olfato infalible a la hora de llevar a cabo campañas de publicidad que han convertido en verdaderos iconos que marcaron una época. Idea de la esposa de José García Carrión fueron los spots televisivos de sangría Don Simón, aquel de “¡Oh, sangría, sangría Don Simón!” a ritmo de samba o la pegadiza canción de “Voy a comer con Don Simón” que, no sólo marcaron un hito el mundo de la publicidad a finales del S. XX, sino que, además, marcaron un hito colectivo entre los españoles.
Una bodega de ‘Champions’
A cierre de 2019, el grupo GARCIA CARRION ha sido reconocido con más de 450 medallas y cumple las expectativas de un mercado cada día más exigente. Entre otros premios, la bodega se ha coronado con el premio a ‘Mejor bodega productora de vino espumoso’ en España y, por otro lado, ‘Asia Wine Trophy’ y ‘Portugal Wine Trophy’ han escogido a la bodega murciana como la ‘Mejor bodega productora de vino tranquilo’.
Con respecto a marcas concretas de GARCIA CARRION, el concurso de vinos más importante de Asia ha reconocido a Pata Negra Gran Reserva 2010 como ‘Mejor Vino Tinto’ de nuestro país. “Brindamos porque nuestros productos españoles, tan excepcionales por la calidad de sus materias primas, puedan ser reconocidos y disfrutados en cualquier rincón del mundo”, destaca el presidente.
Don Simón: un compromiso real con el planeta
GARCIA CARRION es, además de una compañía número uno en el mundo, un ejemplo de compromiso con el cuidado del medio ambiente y la sostenibilidad. La empresa murciana lucha por mejorar diariamente su política de sostenibilidad mediante la gestión de residuos de sus cuatro plantas y el uso permanente de energías limpias.
La planta de Huelva, donde se cultiva, se elabora y se envasa el zumo de naranja Don Simón, una de sus marcas estrella, tiene en su haber un poder casi ‘sobrenatural’ que dota a sus naranjas de la capacidad de reducir la huella de carbono. Un hecho que, sin duda, ha convertido a Don Simón en una marca trascendente gracias a su objetivo de los ‘Tres Ceros’: Cero residuos, cero consumo de agua y cero emisiones contaminantes.
Gracias a los avances tecnológicos y la inversión en I+D, la planta andaluza es capaz de reciclar el 100% del agua que usan, ahorrar más del 30% de la energía mediante biomasa y revaloriza el 100% de los residuos orgánicos. En Don Simón se exprimen más de 300.000 toneladas de naranjas al año, sin embargo, las cáscaras no se desechan sin más, sino que se convierten en comida para animales y aceites esenciales.
Además, para combatir el cambio climático, una de las preocupaciones más importantes del S. XIX, la planta de Huelva genera gas metano a través del uso de la biomasa, un hecho que cuida de la naturaleza porque reduce un 30% el consumo de gas natural de las instalaciones. Y, por último, el agua que se consume en Don Simón se depura y se reutiliza al 100% para el riego de la plantación de naranjos que rodea la fábrica y, por ende, no se generan vertidos al medio ambiente.
Los retos del futuro de GARCIA CARRION
En definitiva, si algo ha conseguido GARCIA CARRION a lo largo de estos 130 años de vida no ha sido fruto de la casualidad, sino por causalidad, pocas veces se alcanza la excelencia empresarial dejando al azar los caprichos de la suerte o el destino. El único secreto del éxito es el cariño y una visión de futuro, a veces, inusitada y sorprendente.
Una actitud que ha pasado de generación en generación y que, sin duda, heredará la sexta generación porque el espíritu emprendedor de los García Carrión es pegadizo. Eso sí, tendrá que poner la mirada en el gran reto del grupo bodeguero: Europa y los mercados internacionales.