El italiano Jacobs da la sorpresa y sucede a Bolt como rey de los 100 metros
Estados Unidos ve cómo su sequía en los 100 metros continúa después de la retirada de Usain Bolt, y en este caso es un corredor nacido en su tierra, aunque competidor italiano, el que se hace con el oro olímpico en la prueba reina del atletismo. Lamont Jacobs se proclamó vencedor de una carrera igualada sobre el papel pero en el que el final del corredor de Italia acabó por decantar el ganador y firmar una de las grandes sorpresas de los Juegos Olímpicos. El norteamericano Kirley y el canadiense De Grasse completaron el podio.
Los 9,80 de Jacobs son el récord italiano y el récord de Europa, ambas marcas ya batidas en unas semifinales que explican la progresión meterórica de un corredor que no entraba en las quinielas de favoritos, pese a haberse coronado como campeón de Europa en pista cubierta de los 60 metros hace unos meses.
La carrera más espectacular de los Juegos Olímpicos entraba en liza ya caída la noche en Tokio y como cierre a una enorme jornada en atletismo. No eran los tiempos de Usain Bolt, Asafa Powell o Justin Gatlin, pero ocho corredores de máximo nivel pelearían por suceder a la leyenda jamaicana en lo más alto del podio de la cita olímpica, después de trece años de monopolio del mejor de la historia.
Una carrera para la historia y una presentación que supera incluso al espectáculo deportivo. Apagón absoluto en el estadio olímpico y los corredores presentados uno a uno en un ambiente espectacular, que invitaba a cosas grandes. El que no estaría para optar a la victoria era el sucesor natural de Usain Bolt, un Trayvon Bromell que casi cae en las series y no pudo superar las semifinales pese a contar con una marca personal de 9,77.
André de Grasse, el italiano Jacobs, con el récord de Europa bajo el brazo, el chino Su o los americanos, ya sin Brommell, optaban a una victoria carísima y la más igualada de los últimos tiempos. Sin Bolt no había dominador y todos optaban a la corona, por lo que la salida y, sobre todo, el control de la pérdida de velocidad una vez pasados los 60 metros resultarían claves. Entre los candidatos también estaba el británico Hughes, pero la precipitación le jugó una mala pasada con una salida nula que alargaba la agonía para siete contendientes y, en su caso le dejaba desgraciadamente fuera de carrera.
Menos de diez segundos elegirían al ganador y pese a que la salida de Kirley le dio la ventaja necesaria para imponer su fuerza final, fue la progresión de Jacobs la que acabaría decantando la balanza. No estaba en calle central ni partía con cartel de favorito, pero pese a llegar con una marca de 9,99 a los Juegos, Lamont Marcell Jacobs hizo historia con un triunfo para Italia que supera las expectativas y rellena el trono de campeón olímpico en el que desde 2008 se sentaba Usain Bolt.