Sánchez se gasta 10 millones en la nueva sede de la Embajada en Caracas mediante un proceso reservado

Embajada Caracas
Estado actual del inmueble comprado en Caracas por el Ministerio de Asuntos Exteriores para transformarlo en la nueva Embajada de España en Venezuela.
  • Manuel Cerdán y M.A. Ruiz Coll

El Gobierno de Pedro Sánchez se va a gastar, finalmente, más de 10 millones de euros en la compra y reforma de la nueva sede de la Embajada de España en Caracas. Sólo el precio del edificio, adquirido en diciembre de 2018 por 6 millones de euros en pleno centro financiero de Caracas, ha sido calificado de desorbitado por los expertos inmobiliarios consultados por OKDIARIO. Según las mismas fuentes, su precio sobrepasaría los valores del mercado inmobiliario de la capital venezolana que, en aquellas fechas, al igual que el bolívar –la moneda nacional–, soportaba una fuerte depreciación.

La decisión gubernamental, promovida por el Ministerio de Asuntos Exteriores (AA.EE.) y la delegación diplomática en Caracas, se tramitó y aprobó en secreto mediante un expediente reservado y sin publicidad, que no sancionó el Boletín Oficial del Estado (BOE) hasta meses después. Tal medida resultaba sorprendente porque sólo está reservada para procedimientos excepcionales que permiten al Gobierno eludir la obligación de convocar un concurso, apelando a razones de «seguridad nacional» o de extrema urgencia.

El oscurantismo que rodeó la operación inmobiliaria motivó que la compra del nuevo edificio no saliera a la luz de manera oficial hasta dos años después, el pasado 9 de diciembre de 2020, cuando el Consejo de Ministros aprobó una partida adicional de 396.564 euros para completar las obras de remodelación del inmueble. El Ejecutivo aprovechó entonces el decreto para aflorar con calzador la adquisición del nuevo inmueble.

El ex embajador de España en Venezuela Jesús Silva ha explicado a OKDIARIO que la decisión de la compra de la nueva sede se tomó debido a la inseguridad que en aquel momento reinaba en el país. «Los mandos de la Policía Nacional que custodiaban la embajada y la residencia del embajador elaboraron un informe en el que indicaban que no podían garantizar la seguridad de todos los servicios diplomáticos de España, debido a que se encuentran dispersados por distintos puntos de la ciudad», manifestó el diplomático.

Silva añade, así mismo, que la premura con la que se desarrolló la operación se debió a que había que aprovechar, antes de cerrar el ejercicio 2018, un remanente en el presupuesto del Ministerio de Asuntos Exteriores: «El personal de la Embajada visitó 30 edificios, de los cuales hicimos una selección de los 10 más adecuados, que luego se redujo a cinco, casi todos procedentes de la banca. Entonces el Banco Nacional de Crédito (BNC) nos ofreció la posibilidad de comprar su antigua sede de Altamira».

El presidente del BNC, José María Nogueroles, pedía nueve millones de euros por el inmueble, pero finalmente accedió a rebajar este precio a seis millones, según afirma el embajador Silva, quien asegura que la operación se realizó bajo la supervisión del Ministerio de Hacienda.

Al margen de las explicaciones del ex embajador, OKDIARIO ha realizado una exhaustiva investigación en Caracas y Madrid para aclarar algunos de los aspectos más controvertidos del proceso de compra.

Un edificio de la banca

La compra de edificio fue ejecutada por el entonces embajador de España en Venezuela, Jesús Silva Fernández, el 17 de diciembre de 2018 tras acordar el precio de 6 millones de euros. A partir de ese momento comenzaba la cuenta atrás para el traslado de la Embajada, que carecía de medidas de seguridad, a un edificio conocido como “Torre BNC”, que albergaba una de las sedes del Banco Nacional de Crédito (BNC)-Banco Universal, una de las principales entidades financieras del país. El inmueble pasaba a denominarse «Edificio España».

El objetivo del Ministerio de Asuntos Exteriores es unificar en ese inmueble de varias plantas todas las sedes de la representación diplomática de España en Caracas, que actualmente están distribuidas en distintos puntos de la ciudad: la Cancillería, el Consulado General, la Consejería de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social, la Oficina Comercial y otras agregadurías.

Venezuela
Jesús Silva Fernández, ex embajador de España en Venezuela.

El edificio adquirido en secreto por el Ministerio de Asuntos Exteriores para la nueva Embajada se encuentra en la Cuarta Avenida de la Urbanización Altamira, en el municipio de Chacao, al este de Caracas. La zona constituye el centro financiero de la capital de Venezuela y también agrupa un buen número de delegaciones diplomáticas extranjeras.

El inmueble tiene cuatro plantas de 562,70 metros cuadrados de superficie cada una de ellas, tres sótanos y se alza sobre una parcela de 1.875 metros cuadrados. En la escritura de compra del inmueble, en poder de OKDIARIO, se estableció un precio de 2.050 millones de bolívares, equivalente a 6 millones de euros según la cotización oficial fijada por el Banco Central de Venezuela el 12 de diciembre de 2018 (en aquel momento un euro equivalía a 341,68 bolívares). Una cifra redonda de seis millones de euros que demuestra que, al margen de cualquier tasación, se pactó con el vendedor un precio político por el edificio.

La escritura de compra del edificio firmada por el embajador Jesús SIlva en diciembre de 2018.

Según un informe de la Cámara Inmobiliaria de Venezuela, el precio medio del metro cuadrados construido en la Urbanización de Altamira era de 1.200 dólares en el último trimestre de 2018 (equivalente a 1.052 euros, según la cotización oficial de diciembre de 2018).

El inmueble suma en sus cuatro plantas una superficie construida de 2.250 metros cuadrados (sin contabilizar los tres sótanos, que no computan a estos efectos), por lo que su precio de mercado en aquella fecha rondaba los 2.367.851 euros.

La tasación de un inmueble incluye otros factores como su antigüedad y la calidad de los materiales empleados. Aun así, la Torre BNC difícilmente supera un valor de mercado de 3 millones de euros, en un contexto de severa crisis económica como la que atravesaba Venezuela en 2018 que hundió su mercado inmobiliario. Por tanto, el Ministerio de Asuntos Exteriores pagó un sobrecoste de varios millones al adquirir el inmueble.

Fuentes del sector inmobiliario venezolano consultadas por OKDIARIO coinciden en calificar de completamente “excesivo” el precio de 6 millones de euros pactado entre el Gobierno español y los vendedores, en comparación con otros edificios de similares características ubicados en la zona de Altamira.

Embajada Caracas
Ficha de la licencia de obra del edificio de la nueva sede de la embajada de España en Caracas.

Sin embargo, fuentes oficiales del Ministerio han indicado a OKDIARIO que la compra se realizó cumpliendo «los procedimientos de adquisición de cualquier clase de bienes están establecidos en la Ley 33/2003, de 3 de noviembre, del Patrimonio de las Administraciones Públicas».

Según el citado informe de la Cámara Inmobiliaria de Venezuela, el precio de las edificaciones se ha desplomado un 75% en Caracas durante las dos últimas décadas, debido a la profunda crisis económica y social que atraviesa el país. Si en 2015 el precio del metro cuadrado construido en la zona financiera de Altamira oscilaba entre los 2.000 y los 2.500 dólares por metro cuadrado, en 2019 se había hundido hasta los 1.000 dólares. En el resto de la ciudad, el precio medio oscila actualmente entre los 350 y los 400 dólares por metro cuadrado.

Ubicación del inmueble adquirido por el Ministerio de Asuntos Exteriores en el centro financiero de Caracas para transformarlo en la nueva Embajada de España en Venezuela.

Fuentes internas del Ministerio de Asuntos Exteriores han señalado a OKDIARIO que es completamente inusual que se recurra a un procedimiento secreto de emergencia para comprar y reformar la nueva Embajada en Caracas: «No se ha hecho así, ni al contratar obras en las embajadas de zonas con un elevadísimo riesgo para nuestros diplomáticos, como Bagdad o Damasco».

Una vez culmine la operación puesta en marcha por el Ministerio de Exteriores, sólo permanecerá en un edificio independiente la residencia del embajador situada en la Quinta de San Antonio, en la que el líder opositor Leopoldo López permaneció oculto durante 18 meses, hasta que el pasado mes de octubre logró huir a España. La tensión que había provocado con el régimen chavista la presencia de Leopoldo López en la Embajada como refugiado político fue precisamente uno de los motivos que Exteriores esgrimió para tramitar en secreto la operación de compra de la nueva sede diplomática.

Aquel incidente provocó así mismo la salida del país de quien era embajador en Caracas, Jesús Silva. Desde entonces, el Gobierno de Sánchez todavía no ha designado nuevo embajador. La delegación sigue en manos del encargado de negocios de la misión diplomática, mientras Silva permanece a la espera de que le asignen un nuevo destino.

El vendedor de la nueva sede de la Embajada en Caracas es el Banco Nacional de Crédito (BNC), cuya cabeza visible ha sido desde 2004 el empresario de origen catalán José María Nogueroles. Nacido en Barcelona, Nogueroles se instaló en 1955 en Venezuela, donde llegó a presidir el Banco Provincial, luego adquirido por el grupo BBVA.

Más tarde fue uno de los fundadores del Banco Nacional de Crédito (BNC), que pasó a presidir en noviembre de 2004. En este cargo fue el artífice de la compra por 111 millones de dólares, por parte de BNC, de la filial venezolana del Stanford Bank, que había sido intervenido por el Gobierno de Hugo Chávez.

El empresario catalán José María Nogueroles, fundador del Banco Nacional de Crédito (BNC) de Venezuela.

Aunque ha presidido durante años la Asociación Bancaria de Venezuela, José María Nogueroles no está considerado como un empresario próximo al régimen chavista. En marzo de 2009, la Fiscalía de Venezuela pidió su detención por la quiebra fraudulenta de la compañía aérea Viasa, que en 1991 había sido adquirida por Iberia y el Banco Provincial (durante la etapa en la que Nogueroles presidía esta entidad financiera).

José María Nogueroles ha sido distinguido con la Orden de Isabel La Católica y la Legión de Honor de la República Francesa. Su hijo Jorge Luis Nogueroles es el actual presidente ejecutivo del Banco Nacional de Crédito (BNC).

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