La red que blanqueó dinero para los hijastros de Maduro ha comprado un hotel en Madrid por 15 millones
La organización criminal que blanqueó 159 millones de euros para los tres hijastros del dictador Nicolás Maduro se ha comprado un hotel en Madrid por 15 millones de euros para lavar dinero procedente de la corrupción de la petrolera estatal venezolana PDVSA.
Se trata del Hotel Torrelaguna, situado en el barrio madrileño de Ciudad Lineal. En la actualidad el establecimiento permanece activo, explotado por una cadena británica. Consta de cuatro plantas en superficie, con uso hotelero, y otras tres plantas subterráneas con 124 plazas de aparcamiento.
Los gestores de la sociedad Columbus One Properties SL firmaron el 14 de marzo de 2016 un contrato para comprar el hotel Torrelaguna por 15 millones de euros. Para ello invirtieron una parte de los 600 millones de euros que la red había obtenido mediante un fraude cometido con el cambio de divisas en varios contratos de la petrolera PDVSA, según los informes de la UDEF remitidos a la juez de la Audiencia Nacional María Tardón.
De la suma total de 600 millones, al menos 159 millones estaban destinados a los tres hijos del primer matrimonio de Cilia Flores, actual esposa del dictador Nicolás Maduro: Walter, Yoswal y Yosser Gavidia Flores. Así se desprende de la grabación que la Justicia norteamericana ha remitido a la juez María Tardón, correspondiente a una reunión celebrada el 1 de marzo de 2017 en la sede la sociedad Columbus One Properties SL, situada en la calle Orellana de Madrid.
Las autoridades de EEUU intervinieron además a uno de los gestores de Columbus One Properties SL una hoja de cálculo en el que consta el reparto de los 600 millones, de los cuales 159 corresponden a los hijastros de Maduro, conocidos en Venezuela como los chamos, según los informes que la UDEF ha elaborado para la juez María Tardón.
El Departamento del Tesoro de los Estados Unidos bloqueó en julio de 2019 todos los bienes y cuentas bancarias de los tres hijos de Cilia Flores, que han jugado un papel clave para que el empresario colombiano Alex Saab obtuviera contratos millonarios del Gobierno de Venezuela a cambio del pago de sobornos. Saab permanece retenido desde el pasado mes de junio en Cabo Verde, a la espera de ser extraditado a EEUU.
La sociedad Columbus One Properties SL estaba gestionada por los cuatro socios que se reparten su accionariado al 25%: Ralph Steinmann, Luis Fernando Vuteff García, José Vicente Amparán Croquer y Darío Ramiro Ale Iturralde. Los 600 millones de euros que blanquearon desde España proceden del beneficio de una línea de crédito de 1.200 millones de dólares contratada por la petrolera PDVSA con el grupo Rantor Capital de Raúl Gorrín Belisario, propietario de la cadena de televisión Globovisión.
El distinto tipo de cambio aplicado para convertir los bolívares en dólares proporcionaba un beneficio millonario a Gorrín, quien para acceder a un negocio tan jugoso tuvo que pagar sobornos a altos cargos del PDVSA y a la propia familia del dictador Nicolás Maduro.
Técnicas de ingeniería financiera
Utilizando técnicas de ingeniería financiera, los gestores de Columbus One Properties movían el dinero de esta trama corrupta por varios paraísos fiscales, antes de invertirlo en la compra de inmuebles en España. La compra del hotel Torrelaguna se efectuó con tres pagos: el primero de 1,5 millones de euros, el segundo de un millón y el último de 12,5 millones, abonados el 14 de marzo de 2016, fecha en la que se escrituró la compra del inmueble.
Los fondos empleados para adquirir el hotel habían sido invertidos por el grupo Columbus One Properties en un programa de deuda cotizada que la sociedad irlandesa IA Capital Structures PLC gestiona en la Bolsa de Viena por un importe total de 5.000 millones de euros. Luego fueron transferidos a España en forma de crédito otorgado por la sociedad irlandesa a otra de las filiales del grupo: Columbus One Properties Management SL, que dirigen los mismos socios.
El hotel tiene una superficie total construida de 7.126 metros cuadrados, sobre una parcela de 1450 metros, que hace esquina entre las calles Torrelaguna y Condesa de Venadito, en el barrio de Ciudad Lineal (Madrid). Según el Registro de la Propiedad, el inmueble fue tasado a efectos de subasta en 10,3 millones de euros.
Es decir, la red que lavó dinero negro para los hijastros de Nicolás Maduro pagó por este edificio un sobreprecio de casi cinco millones de euros. Aunque su objetivo prioritario con la operación no era obtener una plusvalía, sino blanquear los fondos ilícitos procedentes de la corrupción de PDVSA para evitar que las autoridades internacionales detectaran su rastro.
La juez bloquea el inmueble
Tras cerrar su compra, el grupo Columbus One Properties utilizó el inmueble para obtener un crédito hipotecario de seis millones de euros, concedido el 26 de mayo de 2016. La juez ha dictado una orden para impedir que el inmueble sea revendido de nuevo, tras constatar que fue adquirido con fondos procedentes de la corrupción.
Dos de los gestores de este grupo empresarial (Fernando Vuteff García y Darío Ramiro Ale Iturralde) fueron detenidos en España, mientras que otro de los implicados, José Vicente Amparán, huyó a Venezuela en un vuelo con escala en Turquía.