El principal pozo del palacete de Sánchez en Doñana está dañando un espacio protegido por la UE
El denominado como Pozo Marismillas, el más cercano al palacete de Doñana donde veranea el presidente Pedro Sánchez, consta en el sumario de la Operación Zacallón con la etiqueta de «informe de afección a los HIC prioritario 3170 y 1150». HIC es el acrónimo de Hábitat de Interés Comunitario (HIC), denominación que otorga la Unión Europea a aquellas áreas naturales y seminaturales, terrestres o acuáticas que dentro de los Estados miembros de la Unión Europea (UE) «se encuentran amenazadas de desaparición en su área de distribución natural, o bien presentan un área de distribución natural reducida a causa de su regresión o debido a que es intrínsecamente restringida, o bien constituyen ejemplos representativos de una o de varias de las regiones biogeográficas de la Unión Europea», según su denominación oficial.
El informe está incorporado al sumario de la Operación Zacallón y fue elaborado por la unidad de Medio Ambiente de la UCO (UCOMA) de la Guardia Civil para el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción 3 de La Palma del Condado (Huelva) que investigaba el desvío de agua de pozos del Parque Natural de Doñana de manera irregular para explotaciones ganaderas de la zona.
El sumario Zacallón acabó imputando a siete personas, pero el juez instructor decidió archivar el caso aunque la Audiencia Provincial de Huelva obligó al juzgado a continuar investigando el caso. La Audiencia estimaba así el recurso presentado por la Asociación Mediterránea Anticorrupción y por la Transparencia (AMAyT) contra el auto del Juzgado de Instrucción 3 de La Palma del Condado (Huelva) de 25 de enero de 2021 que archivaba la causa «por no quedar debidamente justificada la perpetración de delito» por falta de motivación del mismo. Ahora hay que esperar a que el caso vuelva al juzgado de Instrucción.
El pozo dentro de la finca Marismillas fue uno de los 13 inspeccionados durante esta investigación en el año 2020. Otros dos, el pozo Aguas Rubias y el pozo Rancho Viejo, también están incluidos en el mismo informe por padecer diferentes problemas. Los tres «beben» del subsuelo de la finca de Marismillas donde se ubica el palacete de Patrimonio Nacional.
En el caso del pozo Aguas Rubias la Guardia Civil incluso detectó una tubería soterrada que transcurría durante dos kilómetros hasta llegar a una explotación ganadera, lo que «conlleva afecciones muy graves sobre la flora y fauna, incluidas especies amenazadas como la Cerceta pardilla y la Focha moruna», dos especies de aves que tienen su hábitat natural en Doñana. Sobre este pozo el informe destaca las «afecciones de la construcción de la zanja para soterrar la tubería y abrevadero conlleva afecciones muy graves sobre la flora, fauna, especies amenazadas y especies vulnerables (…)», incluso aportaron fotografías de la obra.
En Rancho Viejo las afecciones eran a «los HICs prioritarios 3170 y 1150, que se encuentran a 20 y 130 metros respectivamente, especialmente sobre plantas que constituyen el soporte de las dunas». El impacto sobre los HICs es grave porque «la acumulación de animales produce cambios físicos (sobre la infiltración) y químicos (interrumpen la acumulación de carbón orgánico y nutrientes) sobre los suelos alrededor de los puntos de agua», recoge la investigación de la UCOMA. Además, Rancho Viejo está cerca de la misma finca del palacete, «con servicio de bomba al abrevadero y a unas decenas de metros del zacallón. Ambos ubicados sobre la pendiente de la duna que cae a la marisma».
El documento recoge las conclusiones tras el estudio de 13 pozos y varios zacallones, unas balsas construidas de manera artificial por la mano humana para que abreve el ganado de manera ilegal. Por eso, la Guardia Civil realizó las investigaciones pertinentes e imputó a siete personas por supuestos delitos contra la ordenación del territorio, prevaricación y usurpación de aguas tras declarar ilegales 22 pozos en todo el parque y al menos 11 zacallones.
Marismillas
La Benemérita inició las investigaciones a mediados de 2019 al recibir información sobre la realización de sondeos supuestamente no autorizados en Doñana, con la particularidad de que esta irregularidad se llevaba a cabo en presencia de vigilantes del propio espacio natural cuyos familiares tenían intereses en ganaderías de la zona. Las irregularidades ya habían sido denunciadas con anterioridad, pero en esta ocasión los agentes de la Unidad Central Operativa de Medio Ambiente (Ucoma) descubrieron también que los expedientes sancionadores no se tramitaban.
En cualquier caso, ese informe sobre los pozos de Doñana dejó constancia por escrito de que el pozo de Marismillas «ubicado en la finca de Marismillas es un pozo con capacidad de bombeo y un pilar abrevadero. Posterior al año 2012», pero en la zona también hay un zacallón en una zona calificada como Hábitat de Interés Comunitario (HIC) «ubicado en el área cubierta por el Plan de Recuperación y Conservación de especies de dunas, arenales y acantilados costeros». Además, los agentes incorporaron al sumario fotografías aéreas de la zona en 2012 y en 2018 donde se «describen los efectos descritos de pisoteo y sobrepastoreo (…). El sobrepastoreo se ha ido incrementando en los últimos años. A pesar de ser reciente (posterior a 2012) a fechas recientes, estas afecciones son muy marcadas».