El PP de Madrid logró que la nombraran delegada del Gobierno 8 meses después pese a conocer lo ocurrido
Ocho meses después del hurto en el hipermercado Eroski de Vallecas –en la actualidad, sustituido por una gran superficie francesa– el presidente Mariano Rajoy nombraba a Cristina Cifuentes delegada del Gobierno en Madrid. Su designación quedó rubricada en el BOE de 14 de febrero de 2012.
El Partido Popular de Madrid recomendaba a su diputada autonómica al presidente del Gobierno obviando los antecedentes de la sustracción de los cosméticos, cuya información había obtenido a través del equipo de seguridad de la Asamblea.
Los responsables de ese departamento habían sido alertados por la dirección del supermercado Eroski, según fuentes de la propia Asamblea madrileña. La alarma no provocó que quedara relegada en su segundo plano la que se iba a convertirse en la jefa del orden público y de las Fuerzas de Seguridad en Madrid.
Una trayectoria llena de sombras
Cifuentes, que arrastraba tras de sí una serie de escándalos y un currículum profesional en la Universidad Complutense con más sombras que luces, no presentaba las mejores credenciales para asumir la jefatura de la Delegación del Gobierno en el palacete de la calle Miguel Ángel de Madrid.
El Partido Popular de Madrid, presidido por Esperanza Aguirre, que siempre se había opuesto a que Cifuentes fuera designada consejera de la Comunidad, propició que la responsable de un hurto en un centro comercial se convirtiera en la guardián de los madrileños.
La actual presidenta de la Comunidad de Madrid tenía un amplio historial en la Asamblea de Madrid, como vicepresidenta primera, secretaria de la Mesa, portavoz adjunta del Grupo Parlamentario Popular y portavoz de distintas comisiones (Presidencia, Justicia e Interior y Educación, y Cultura). Además había formado parte del Consejo de Administración de Radiotelevisión Madrid (1995-1999).