La gran farsa de la devolución de armas

La Policía busca los lanzagranadas RPG-7 y los fusiles de precisión que ETA se niega a entregar

ETA-Policía
Policías franceses inspeccionan las armas de ETA (Foto: AFP).
Manuel Cerdán

La gran farsa de ETA, escenificando una supuesta entrega de armas, con la complacencia del Gobierno vasco y PNV, no ha logrado despistar a las Fuerzas de Seguridad españolas. El Gobierno dispone de varios informes de la Guardia Civil, la Policía y el CNI con una relación real de las armas que ETA ha acumulado en los últimos años. Y esa información nada tiene que ver con lo que pretende presentar la banda terrorista y sus mediadores internacionales.

Los servicios policiales de la lucha antiterrorista cuentan con un inventario aproximado del potencial arsenal de ETA, que no guarda ninguna relación con las poco más de 100 armas cortas con las que la banda pretende exteriorizar su desarme y cerrar un pasado criminal de 48 años.

La información sobre los ochos zulos ubicados en el sur de Francia, a los que tuvo acceso la policía francesa, responde a un montaje diseñado por la banda terrorista, según fuentes policiales. En la fantasmagórica escenificación orquestada a medias con los autodenominados mediadores internacionales la dirección de la banda omitía la posesión de su artillería pesada, que se niega a entregar. Por tres razones: para no facilitar pistas sobre sus contactos internacionales, para no desvelar sus planes asesinos de los últimos veinte años y para devolver esas armas al mercado negro e intentar recuperar el dinero invertido. 

Los expertos del Ministerio del Interior han ido elaborando y actualizando en los últimos años el arsenal de la banda armada. Tienen plena certeza de que ETA dispone de varios lanzagranadas RPG-7 con una importante cantidad de munición, armas largas de asalto y de precisión y explosivos de mayor potencia que el amonal o amosal. Tampoco descartan la posesión de un par de misiles tierra-aire como los hallados en el zulo desarticulado en Sokoa a finales de 1986.

El RPG-7, el arma preferida por las guerrillas urbanas y los terroristas islamistas, se utiliza principalmente contra helicópteros y vehículos pesados. Los más modernos utilizan granadas rompedoras OG-7 que se cargan en la bocana del lanzador en tan solo 14 segundos.

En los informes en poder del Gobierno se recogen los movimientos que han realizados los etarras en los últimos años en sus repetidos intentos de comprar armas en el mercado negro internacional. Los expertos policiales siguieron el rastro a los intermediarios de ETA durante la compra de dos fusiles de precisión, especiales para francotiradores, que colocan una bala de gran calibre a más de un kilómetro de distancia. No era la primera vez que la banda buscaba entre los traficantes de armas ese tipo de rifle. En su arsenal era corriente disponer de rifles Thompson, con el que se puede alcanzar un objetivo desde 1.300 metros.

La policía detuvo en 2014 al etarra Tomás Madina, que dependía directamente de la cúpula de ETA. Era un francotirador que cuatro años antes había intentado asesinar con un rifle de precisión al ex lehendekari Patxi López. El terrorista había recibido adiestramiento durante el servicio militar que había realizado en Infantería de Marina, donde se convirtió en un experto en tiro de precisión.

Javier Pérez Aldunate, miembro liberado de ETA, también se desplazó en 2005 a Palma para asesinar a Don Juan Carlos con un rifle con mira telescópica. El plan falló porque el arma nunca le fue entregada por la dirección etarra en la Isla.

Otro terrorista de ETA que intentó asesinar al Rey en 1995 con un rifle con mira telescópica desde un apartamento de la bahía de Palma fue Jorge García Sertutxa. Fue detenido por la policía con el arma en su poder.

Armas largas en caseríos y granjas

Muchas de las armas largas en poder de ETA se hallan en el subsuelo de muchas granjas y caseríos del sur de Francia, escondidas por colaboradores y simpatizantes de la banda terrorista. En las negociaciones de los mediadores de la Comisión Internacional de Verificación con las autoridades francesas exigieron total inmunidad jurídica para los ciudadanos franceses que decidan colaborar con la entrega de esas armas. El Gobierno francés se opuso a tan descabellada presión, de ahí que algunos de los RPG-7 o rifles de precisión sigan a buen recaudo en poder de proetarras galos.

Otras muchas armas se hallan dispersas en zulos sin el conocimiento de la ya debilitada dirección de ETA. Los datos sobre la ubicación de esos arsenales permanecen en poder de los jefes de los comandos ya extinguidos. Se da la circunstancia de que muchos de ellos fueron desarticulados y sus activistas trasladados a cárceles españolas o francesas, dejando así de mantener un control sobre las armas.     

El juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco, a petición de la Fiscalía de la Audiencia Nacional, a quien había acudido previamente la Guardia Civil, abrió diligencias sobre el supuesto desarme y cursó una comisión rogatoria a Francia para obtener de manera judicial la relación de las armas y explosivos que la banda terrorista entregó a la fantasmagórica comisión internacional de expertos. El Ministerio del Interior considera que la devolución de ese lote de armas carece de valor para esclarecer los atentados de la banda terrorista: “Ya se han preocupado de que las armas entregadas estén limpias”, aseguraron.

Expertos de la lucha antiterrorista declararon a OKDIARIO que las fuerzas de seguridad siguen por su cuenta el rastro de las armas de ETA, al margen de la campaña internacional de la banda asesina.

Lo último en Investigación

Últimas noticias