Armengol es íntima de la consejera y el director que compraron las mascarillas: son pareja y fue a su boda
La ex presidenta Francina Armengol colocó a una amiga íntima, Patricia Gómez, como consejera de Salud
La consejera colocó a su marido como gerente de la Sanidad autonómica y él compró las mascarillas 'fake'
Francina Armengol, ex presidenta de Baleares, conocía muy de cerca a los responsables de la compra por vía de urgencia de las mascarillas fake a la trama de Koldo García. Ella misma estuvo en la boda de su consejera de Salud, su íntima amiga Patricia Gómez, con el director general del Servicio de Salud de Baleares (IB-Salut), Juli Fuster, meses después del polémico pago millonario a Soluciones de Gestión, la principal empresa investigada en el caso Koldo. Las relaciones familiares se completan con la hija del último, que se presentó a unas oposiciones para entrar en la sanidad regional que coordinaba su padre. Por ese motivo, este alto cargo tuvo que dimitir.
Los agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil han señalado como responsable de la adjudicación de emergencia de las mascarillas defectuosas adquiridas por el Gobierno de las Islas Baleares, precisamente, al que fuera gerente del IB-Salut. Este médico lleva una década con Patricia Gómez como pareja sentimental. En las islas fue muy polémico su nombramiento, ya que fue realizado por su propia esposa cuando era consejera del Gobierno de Armengol. La sanidad de Baleares, por tanto, se gestionaba en la casa de los Fuster Gómez cuando se negociaba con las mascarillas fake.
Tras la adjudicación de 3,7 millones de euros a la trama del caso Koldo, ambos se casaron en presencia de Francina Armengol en una fiesta celebrada en la finca rural Honor Vell en julio de 2022, cuando aún había restricciones por la pandemia. La presidenta tenía a Gómez como su gran confidente, su mujer de máxima confianza en el Govern balear y, por ello, fue una invitada más en el enlace de postín.
La celebración de la boda de tarde se produjo en julio de 2022, meses después del enlace por lo civil que organizaron en total intimidad en el restaurante Cuit. El evento con amigos y familiares posterior apareció publicado en la prensa local. A pesar de que se escribió que se trataba de un festejo íntimo por la situación sanitaria crítica provocada por la pandemia de coronavirus, las instantáneas demuestran que hubo del orden de medio centenar de invitados. Fuentes presentes en el enlace consultadas por OKDIARIO aseguran que los asistentes disfrutaron de un catering para celiacos, así como de la actuación hasta altas horas de la madrugada del grupo de música manacorí OR.
El nepotismo entre altos cargos insulares no se limitó sólo al matrimonio que controlaba la sanidad del archipiélago. El Tribunal Superior de Justicia de Baleares elaboró una sentencia donde se acusa a Fuster de haber participado en unas oposiciones que aprobó su hija. No se abstuvo de ese procedimiento y, de acuerdo al código ético del Govern, tuvo que dejar el cargo al frente del IB-Salut. Fuster se marchó del puesto en julio de 2022 dejando firmado el contrato de las mascarillas fake y a su hija colocada en la Administración pública.
3,7 millones en la compra de mascarillas
El sumario del caso Koldo en posesión de este periódico recoge un documento fechado a 4 de mayo de 2020 firmado por Juli Fuster en el que se acuerda la tramitación por el procedimiento de emergencia para la compra de mascarillas. El informe requerido por el Instituto Armado acredita que Fuster autorizó la compra de material sanitario por trámite de urgencia con la principal mercantil investigada en la trama, así como con otras cuatro sociedades más por las que se pagaron cifras millonarias de dinero público.
Sólo el contrato con Soluciones de Gestión se tradujo en 3,7 millones de euros por unas mascarillas FFP2 que resultaron ser defectuosas y no servían para uso hospitalario. Los cubrebocas inservibles fueron guardados en un almacén de Mallorca hasta día de hoy. Además, los pinchazos de las conversaciones interceptadas por la Guardia Civil de los imputados en el caso Koldo evidencian cómo los cabecillas han tratado de maniobrar con los funcionarios del Govern para evitar pagar la reclamación millonaria que supone el contrato fallido.
Funcionarios de Armengol
La Guardia Civil también involucra a otros trabajadores de la Administración de Armengol en las negociaciones del contrato de mascarillas defectuosas. Uno de ellos es Antonio Marcaró quien, en calidad de Subdirector de Compras y Logística del IB-Salut, solicitó al órgano de contratación la tramitación de emergencia para el contrato con Soluciones de Gestión. «Posteriormente, fue Juli Fuster el que acordó la tramitación de emergencia», explica la UCO en un oficio incluido en el sumario.
Fuster dejó el pufo firmado y, tras presentar su dimisión por el escándalo de su hija, el funcionario Manuel Palomino asumió la presidencia el IB-Salut. Este técnico también instauró el nepotismo en la sanidad balear y logró tener colocados, a su vez, hasta a seis familiares en la Administración. La mujer de Palomino se benefició de una oportuna promoción interna en el IB-Salut, su hija y su yerno disfrutaron de un rentable traslado de Son Espases al Hospital Psiquiátrico, donde sus condiciones laborales son mejores, y su hijo, sin ningún proceso de selección ni formar parte de ningún bolsín, fue contratado en Gestión Sanitaria y Asistencial de las Illes Balears (GSAIB), entidad de la que Palomino es único gestor y en la que también ha colocado a su sobrina y la pareja de ésta.
Palomino ha utilizado su cargo para colocar a la familia, pero también medió en el abastecimiento de mascarillas. En abril de 2020, cuando era director de Gestión y Presupuestos, Palomino se comunicó por correo electrónico con el imputado en la trama, Iñigo Rotaetxe. El mail, que está en poder de OKDIARIO, es una clara muestra de la relación directa del Govern y los funcionarios de Armengol con la trama corrupta. Se trata de un correo en el que especifica el contenido del cargamento de mascarillas que luego resultaron ser fake.
Por su parte, los investigadores de la Guardia Civil también se pusieron en contacto con Palomino para requerirle información sobre este contrato y el actual dirigente del IB-Salut aportó un archivo digital con la información obrante en su poder sobre el expediente controvertido. Manuel Palomino se une así a los funcionarios de la sanidad balear vinculados por los agentes de la UCO como los responsables de tramitar los contratos de mascarillas defectuosas por vía de urgencia con los que la trama Koldo se lucró durante los momentos más duros de la pandemia.