El favor de Álvaro de Orleans a su primo Juan Carlos I: mejor un delito fiscal que blanqueo

Álvaro de Orleans niega ser el testaferro de Juan Carlos I pero reconoce que pagó sus jets privados

Juan Carlos I donó a Corinna y a su hijo 65 millones que había cobrado antes del Rey de Arabia Saudí

El primo del Rey Juan Carlos I, Álvaro de Orleans, aseguró en una entrevista que le regaló al monarca vuelos internacionales en jets privados. Ahora el monarca deberá justificar ante la Agencia Tributaria estos regalos como "bienes en especie" que nunca declaró.

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Álvaro de Orleans, Don Juan Carlos y Arturo Fasana.

El primo del Rey Juan Carlos I, Álvaro de Orleans, aseguró en una entrevista que le regaló al monarca vuelos internacionales en jets privados. Así fue como intentó justificar el documento que desveló OKDIARIO en el que se demostraba que pagó los vuelos a Su Majestad (SM) desde una cuenta del Credit Suisse de Ginebra. Tras estas afirmaciones, asesores fiscales consultados por este periódico explican que el Príncipe de Orleans «deja contra las cuerdas al Rey», quien deberá ahora saldar cuentas con la Agencia Tributaria al no haber declarado estos regalos en «concepto de donativos».

Sin embargo, el Sindicato de Técnicos del Ministerio de Hacienda va un paso más allá. Fuentes de esta entidad afirman que el primo del Rey emérito, lejos de haber perjudicado al monarca, le ha echado un ‘capote’. Aseguran que «si Juan Carlos I reconoce que recibió estos regalos, deberá responder a una multa económica insignificante. Y, sin embargo, se cierran las puertas para investigar otros delitos más graves como cuentas en paraísos fiscales y la utilización de personas interpuestas (testaferros)».

Con sus declaraciones, el investigado Álvaro de Orleans pretende ‘cerrar de un plumazo’ la ardua investigación  que se sigue en la Fiscalía de Ginebra. Un procedimiento, bajo secreto de sumario, que se abrió con las diligencias previas P14783/2018, tras descubrir el fiscal Yves Bertossa una cuenta en el banco suizo Credit Suisse a nombre de la Fundación Zagatka y gestionada por los testaferros de Don Juan Carlos: su primo Álvaro de Orleans y los intermediarios Arturo Fasana y Dante Canonica.

Los regalos también tributan

Especialistas en asesoramiento fiscal explican a OKDIARIO que «el Rey tiene que tributar cada uno de los viajes que le regaló su primo Álvaro de Orleans. Deberá hacerlo en concepto de donativos». El noble español con residencia fiscal en Mónaco pagó el vuelo chárter que condujo al Rey emérito a Bahrein y Emiratos Árabes Unidos, en abril de 2016. Un viaje que se realizó en un Bombardier de la compañía británica AirPartner, y por el que el primo de Don Juan Carlos pagó 125.000 euros.

Los servicios de la compañía británica AirPartner tuvieron un coste de 125.000 euros.

Si extrapolamos los precios pagados por el flete de un jet privado como el del viaje a Abu Dhabi –125.000 euros–, con tan sólo el abono de una docena de vuelos en diez años (de 2007 a 2018), estos favores le habrían costado al primo del Rey emérito alrededor de 1,5 millones de euros. No obstante, el propio Álvaro de Orleans reconoce en la entrevista que llegó a pagar «varios millones» en vuelos.

Unas cifras descomunales aunque asumibles para el extracto de la cuenta de la Fundación Zagatka. Álvaro de Orleans mantiene en la entrevista que la abrió en 2003 con 9.235 euros y que en la actualidad dispone de 10 millones de euros. En 2014, llegó a disponer de 14,3 millones.

Álvaro de Orleans asegura en la entrevista que los fondos para pagar los contratos eran de su propiedad (procedían de la Fundación Zagatka) y que él hacía los pagos a favor del ex monarca de manera altruista. Los expertos explican que «de acreditarse el origen lícito de los fondos en el Credit Suisse, Don Juan Carlos deberá declarar todos los regalos recibidos por su primo desde febrero de 2016 hasta 2018». Los ejercicios anteriores habrían prescrito. Según la normativa de la Comunidad de Madrid, lugar de residencia del monarca, se puede exigir el pago del Impuesto de Donaciones de los últimos cuatro años.

16.000 euros por cada viaje

Un asesor fiscal explica a OKDIARIO: «Nadie está exento en España de pagar a Hacienda, ni siquiera el Rey. Siempre hay que pagar por cualquier donación que recibas, aunque sean pagos en especie. En este caso es fácil de valorar porque el billete se adquiere al mismo precio por el que es regalado, no ocurre lo mismo con bienes materiales donde existe una plusvalía (impuesto sobre el incremento del valor de un bien). Si la donación hubiese sido de bienes inmuebles, Álvaro de Orleans sí tendría que haber tributado en Mónaco. Pero como no se ha dado el caso, el único que está obligado a no eludir al fisco es Don Juan Carlos».

Se da la circunstancia de que en España, Hacienda obliga a declarar en concepto de «bienes en especies» a aquellos trabajadores cuyas empresas les proporcionan: vivienda, automóviles, manutención y seguros colectivos. Otro ejemplo es el de los funcionarios (en activo o jubilados) de la Comunidad de Madrid, que están obligados a declarar ante la Agencia Tributaria el abono transporte gratuito que les concede el Gobierno madrileño.

Por tanto, el Rey emérito  también tiene que declarar estos regalos como «bienes en especie». El monarca está obligado a pagar 16.586,54 euros por cada viaje de 125.000 euros que le «regaló» su primo, según el cálculo realizado por asesores fiscales. Las tarifas para tributar los donativos oscilan desde el 7,74% al 34% dependiendo de la cuantía recibida. La cifra más baja se aplica a los primero 7.900 euros, después va aumentando conforme aumenta el valor del bien recibido.

Otras investigaciones 

El portavoz de la Asociación de Técnicos de Hacienda (Gestha), José María Mollinedo, ha manifestado que «si el Rey alega, porque le interesa, que los viajes son una donación como dice su primo, la Administración liquida el impuesto de donación pendiente. Sin embargo, podría estar cerrando las puertas a otro tipo de investigaciones como cuentas en paraísos fiscales o la intermediación de tercero en sociedades (testaferros) porque, en ese caso, ya existe una Administración pública que ha determinado que se trata de una donación y no de otra cosa».

Añade: «Si salda esta deuda, le va a eximir de otros delitos muchos más graves como el 305 bis que castiga defraudar y causar un daño patrimonial –mediante engaño, por acción y por omisión– a la Hacienda Pública, estatal, autonómica, local o foral y europea. Y tiene una prescripción de 10 años, en lugar de 4 años».

El sindicato Gestha solicitó a la Agencia Tributaria (AEAT) investigar al Rey emérito por un posible delito fiscal, tras la publicación en OKDIARIO de las confesiones de Corinna Say-Wittgenstein a Villarejo sobre los testaferros de Don Juan Carlos. La princesa alemana, ex compañera sentimental del Rey emérito, fue grababa subrepticiamente por el comisario jubilado.

Con esta petición, la Asociación de Técnicos de Hacienda quiso demostrar que no existen «escudos fiscales» para proteger a la Familia Real. Sin embargo, Hacienda nunca llegó a investigar a Don Juan Carlos y concluyó su informe alegando que «el Rey emérito no tiene ninguna cuenta declarada en el extranjero a su nombre».

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