Así se las gastaba la trama del ‘caso Cuarteles’: facturaban 4.900 euros por pintar una habitación

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Así las gastaba la trama del 'caso Cuarteles': facturaban 4.900 euros por pintar una habitación

Desde 2016 la trama del caso Cuarteles actuó discretamente cobrando a la Guardia Civil un sinfín de pequeñas pero numerosas facturas menores; por ejemplo cobraban 4.900 euros por pintar una habitación de un cuartel. Otras obras las cobraban sin mover ni un ladrillo. Cuando en 2018 un anónimo descubrió la corrupción, el Ministerio del Interior bajo mando del PP impulsó la investigación. El PSOE llegó al Gobierno apenas dos meses después y se siguió investigando la trama, pero nadie impidió que los corruptos siguieran facturando hasta el año 2022.

Todos los datos están recogidos en un informe elaborado tras el anónimo de 2018 a petición del Servicio de Asuntos Internos. Ese documento lleva la firma del comandante jefe de la Unidad de Gestión Económica de la Zona de la Guardia Civil en Castilla y León, que fue el primero en poner fechas y cifras a un desfalco que ha terminado superando los tres millones de euros.

El informe de 180 páginas desgrana las obras de reforma en 26 cuarteles de la Comandancia de Ávila, obras que llevaron a cabo cuatro empresas diferentes, pero todas relacionadas con el empresario Ángel Ramón Tejera de León, alias Mon. Según la investigación, el teniente general Pedro Vázquez Jarava, subdirector general de Apoyo de la Guardia Civil, impulsaba obras en cuarteles de 13 comandancias de la Benemérita repartidas por toda España. Jarava, presuntamente, se ocupaba de que las obras las ejecutaran las empresas de su amigo Mon a cambio de regalos y recompensas.

Era tal la impunidad de la que gozaba la trama que cobraban las facturas hasta 20 días antes de iniciar las obras. Y cuando ejecutaban las obras no cumplían con lo cobrado. En el cuartel de Navarredonda (Ávila) cobraron más de 50.000 euros por pintar el cuartel, cuando en realidad debían rehabilitarlo entero, además de impermeabilizar todas las instalaciones. En el cuartel de La Adrada, las empresas de la trama cobraron 3.947 euros por pintar 50 metros cuadrados de pared, dejando sin hacer el resto de trabajos que incluía el presupuesto.

En el cuartel de El Barco de Ávila la trama facturó 3.718 euros por pintar el despacho del comandante de puesto, que no excedía los 60 metros cuadrados. En Muñozgalindo cobró 3.819 euros por pintar los vestuarios del cuartel, 25 metros cuadrados que terminaron en unas horas dejando por hacer el resto de obra contratada. En el cuartel de Navaluenga facturaron 4.988 euros por pintar la oficina de atención al ciudadano, una superficie de 40 metros cuadrados.

4.964 euros por no hacer nada

En Hoyo de Pinares la trama decidió multiplicar sus beneficios hasta el infinito. En este cuartel facturaron 4.964 euros por no hacer nada. No ejecutó ni un metro cuadrado de obra a pesar de que debía pintar y reparar la oficina de atención al ciudadano y las zonas comunes del acuartelamiento, además de impermeabilizar la cubierta y reparar los suelos. En el cuartel de Arévalo repitió la jugada y pasó una factura a la Guardia Civil de 4.743 euros por no hacer ningún trabajo, a pesar de que el contrato le obligaba a hacer varias tareas.

Las conclusiones de este informe de diciembre de 2018 que arrancó la investigación se resumen en un párrafo demoledor: «De los 26 expedientes de obra tramitados, sólo ocho tienen presupuesto y no cumplen con la normativa. Dos de los expedientes tienen presupuestos emitidos por el mismo administrador, lo que tampoco cumple con el principio de concurrencia de la ley. En otro de los expedientes se ha modificado el presupuesto al alza, tachando con un bolígrafo. Finalmente, otro presupuesto está duplicado, pero con importes superiores haciendo que se adjudique a otra empresa diferente de la prevista».

En total, los investigadores descubrieron y sostienen que la trama del caso Cuarteles, facturó en 2015, 2016 y 2017 más de 120.000 euros por trabajos de pintura que no completaron, dejando de hacer tareas por valor de 95.454 euros que fueron directos a sus bolsillos. Lo mismo ocurre con los expedientes de obra. En 10 de las 26 obras de reforma facturadas por la trama no se realizaron los trabajos previstos ahorrándose 66.492  euros que engrosaron la tesorería del constructor, según los investigadores.

Este informe, junto con el resto de la investigación de Asuntos Internos, desembocó en una investigación judicial que arrancó en febrero de 2019. Algo que no impidió que la trama siguiera contratando con el Ministerio del Interior, ya con Fernando Grande-Marlaska como titular, hasta el año 2022.

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