El último delirio del dictador Maduro: cambia la fecha de Navidad y la fija el 1 de octubre

El dictador venezolano y autoproclamado vencedor de las elecciones presidenciales del país americano, Nicolás Maduro, ha decretado este lunes el adelanto de la Navidad al próximo 1 de octubre. «Llegó la Navidad con paz, felicidad y seguridad», ha mencionado a través de un discurso televisado.

«Está llegando septiembre y gracias a que cerramos el mes de agosto con buenas perspectivas económicas, podemos decir y ya dije, huele a Navidad», ha manifestado el mandatario venezolano. «Por eso este año, y por homenaje a ustedes, en agradecimiento a ustedes, voy a decretar el adelanto de la Navidad para el 1 de octubre», ha continuado Maduro.

El autoproclamado vencedor de las elecciones presidenciales del pasado 28 de julio ha argumentado esta medida sin precedentes en que «el pueblo venezolano le dio una demostración hermosa a los fascistas» durante el que ha etiquetado como «más fuerte ataque contra el Sistema Eléctrico Nacional», que fechó en el pasado 30 de agosto. «La gente salió, fue a trabajar, y nosotros desde el Gobierno nacional a respaldarlos y garantizar la paz de la nación», ha indicado.

Sin embargo, el adelanto de la Navidad de Maduro se enmarca dentro de un contexto de críticas internacionales contra él, incluso de políticos latinoamericanos de izquierdas, por tratar de perpetuarse en el poder. Además, este mismo lunes, Estados Unidos incautó el avión de Maduro en República Dominicana. Esta decisión se basa en las sanciones estadounidenses que pesan sobre Venezuela.

Precisamente desde Washington se ha presionado durante los últimos días para que Maduro divulgara «inmediatamente» los datos concretos que demuestren el resultado de las elecciones presidenciales en las que él se proclama ganador. El Gobierno estadounidense no reconoce a Maduro como ganador de esos comicios. En su lugar, se defiende la legitimidad de Edmundo González, candidato de la oposición tras la inhabilitación de la popular política opositora María Corina Machado, como vencedor de esa votación.

Críticas desde la izquierda

Por otro lado, el presidente brasileño de izquierdas, Lula da Silva, dijo el pasado viernes que no reconoce la victoria de Maduro en las elecciones. El político que coincide ideológicamente con el dictador venezolano coincidió con Washington y pidió que se hicieran públicas las actas electorales para dar transparencia y legitimar al régimen en el Gobierno venezolano. Sin embargo, aunque no acepta el triunfo de Maduro, Lula también ha dicho que tampoco reconoce a Edmundo González, candidato de la oposición, como legítimo presidente de Venezuela.

«No acepto ni su victoria ni la de la oposición», señaló Lula en una entrevista en una emisora de radio brasileña este viernes. El presidente brasileño ha animado a González a «presentar pruebas» para demostrar su victoria. Por otro lado, se mostró crítico con que se recurriera al Tribunal Supremo de Justicia, controlado por el chavismo, para legitimar su victoria en las elecciones en lugar de «escuchar» al Consejo Nacional Electoral (CNE), también bajo las órdenes del régimen.

Ahora, un tribunal venezolano ha emitido este lunes una orden de arresto contra el líder de la oposición, Edmundo González. Lo ha hecho tras aceptar la petición de la Fiscalía del régimen que acusa al político antichavista de nombrarse como vencedor, mientras que las instituciones que controla Maduro proclamaban la victoria del dictador.

Al líder del partido más votado en las últimas elecciones presidenciales se le acusa de «usurpación de funciones, forjamiento de documento público, instigación a la desobediencia de leyes, conspiración, sabotaje a daños de sistemas y asociación», ha asegurado el Ministerio Público venezolano a través de su cuenta en la red social Instagram.

 

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