La oposición confirma que rompe el diálogo pero recuerda a Maduro la promesa del «canal humanitario»

Capriles-Torrealba
Henrique Carriles y el secretario general de la MUD Jesús Torrealba (Foto: AFP)

La Mesa de Unidad Democrática (MUD) que reúne a toda la oposición venezolana ha confirmado el anuncio que esta madrugada realizaba Lilian Tintori al final de su «encadenamiento simbólico» en la plaza del Vaticano: se levanta de la mesa de negociación con los representantes de la dictadura de Nicolás Maduro en Venezuela. En todo caso, el secretario ejecutivo de la MUD, Jesús ‘Chúo’ Torrealba, ha anunciado este miércoles que el Gobierno accedió a abrir un canal humanitario gestionado por Cáritas, como parte de las medidas adoptadas para favorecer el diálogo.

«La información nos la dio monseñor [Claudio] Celli», ha dicho sobre el representante del Vaticano, que ejerce de mediador. «Nos dijo que el Gobierno había transigido por fin […] para que fluyera la ayuda que Cáritas podía prestar a los venezolanos», ha anunciado en su programa da radio.

El jefe de la MUD ha explicado que el Gobierno ha dado su consentimiento a cambio de que se haga a través de unos mecanismos que permitan «salvar su imagen», ya que hasta ahora ha impedido la ayuda humanitaria «para evitar el reconocimiento de la crisis venezolana».

Torrealba ha insistido en que la MUD necesita «hechos, no palabras», para seguir sentada a la mesa de conversaciones con el Gobierno y, en este sentido, ha reclamado también una solución para los «presos políticos», sobre todo para los que están en huelga de hambre.

El líder de la coalición opositora ha subrayado igualmente la necesidad de fijar cuanto antes un cronograma electoral para celebrar comicios presidenciales anticipados, así como las votaciones para alcaldes y gobernadores.

Demasiado tarde para el diálogo

Por otro lado, ha rechazado el plazo que han fijado los mediadores –hasta el próximo 13 de enero– para que las partes se abstengan de «aprobar decisiones que dificulten la relación entre ellas o el proceso de diálogo». Ese plazo permitiría que, en caso de celebrarse el referéndum revocatorio y de ganarlo la oposición democrática, Nicolás Maduro dejaría de ser presidente pero lo sustituiría su número dos, Aristóbulo Istúriz.

«Se lo dijimos a los facilitadores: nosotros estamos en contra de ese planteamiento que hacen en su comunicado final. Señores, el 13 de enero habrá pasado de todo en este país», ha dicho, aludiendo a la falta de comida y medicamentos en Venezuela.

Además, ha valorado como un triunfo el hecho de que los mediadores hayan reconocido «que hay una situación de crisis en el proceso de diálogo, de estancamiento, y que hay que tomar medidas urgentes para que se reactive y para que sea útil al país».

Torrealba ha ratificado que no habrá «interacción directa» entre las partes «hasta tanto el Gobierno no cumpla los acuerdos», que implican la liberación de los «presos políticos» y una «salida electoral» a la actual crisis política y económica.

Los mediadores –el Vaticano y UNASUR, representada por los ex presidentes José Luis Rodríguez Zapatero (España), calificado por Tintori como «portavoz de Maduro», Leonel Fernández (República Dominicana) y Martín Torrijos (Panamá)– se reunieron el martes por separado con el Gobierno y la MUD.

Unidad opositora

Asimismo, Torrealba ha hecho un llamamiento a los distintos partidos políticos que integran la MUD para aprovechar «esta oportunidad preciosa» de suspensión del diálogo para «realinear posturas» y «consolidar la unidad de los demócratas».

«Hay gente que dice: ‘lo importante es la calle’. ¿Y qué les impide estar en la calle?, ha planteado, esgrimiendo una vez más que el diálogo y la movilización popular no son formas de «lucha» excluyentes. Torrealba ha pedido dejar a un lado las «consignas» para plantear «alternativas» a los venezolanos.

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