La ONU manda convoyes de ayuda a Siria para «probar» si les dejan pasar

Refugiados sirios reciben ayuda de la ONU en un campo cerca de Alepo. (Foto: Getty)
Refugiados sirios reciben ayuda de la ONU en un campo cerca de Alepo. (Foto: Getty)

Este miércoles es el día. Convoyes de ayuda humanitaria serán desplegados por Naciones Unidas en las zonas con civiles más necesitados de Siria. A ver qué pasa. Después del pretendidamente histórico acuerdo del pasado viernes en Múnich, Staffan de Mistura, el enviado de la ONU a la región, quiere «probar» a ver si las partes lo respetan.

De Mistura, se ha reunido este martes en Damasco con el ministro de Exteriores sirio, Walid Mouallem. El encuentro pretendía volver a impulsar las negociaciones de paz, la segunda pata del pacto sellado el pasado viernes en Múnich por las potencias implicadas y presentado por los ministros de Exteriores ruso, Sergei Lavrov, y estadounidense, John Kerry.

Auspiciadas por la ONU, las negociaciones de paz con representantes del régimen y la oposición empezaron a principios de febrero en Ginebra pero fueron suspendidas a los pocos días y Mistura espera reanudarlas el próximo día 25. Kerry dijo «una semana»; serán dos, si todo va bien.

Reforzando posiciones

Pero nada hace pensar que así será. Desde el viernes, lejos de relajarse la situación bélica en Siria, todas las partes están acelerando sus operaciones con el objetivo inequívoco de hacerse fuertes en la mesa de negociaciones.

Así, desde el día siguiente Turquía golpea con insistencia las posiciones de los kurdos sirios, enemigos declarados de Ankara.

Por su parte, Rusia apoya desde el aire el avance del ejército de Bashar al Assad sobre Alepo, bastión de los rebeldes, causando un éxodo inconmensurable entre los civiles.

Ambas partes se interesan por Alepo. Y Estados Unidos, aliado de ambos, supuestamente, en la lucha contra el Estado Islámico –al que los dos países enfrentados por sus intereses en el terreno acusan al otro de favorecer–, les pide que eviten una escalada que complique más la situación.

Pero es imposible. La madrugada de este martes, la artillería turca bombardeó la ciudad de Tall Rifaat, un bastión rebelde ahora en manos de los kurdos, indicó el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH), con sede en Gran Bretaña.

Las Unidades de Protección del Pueblo (YPG), las milicias kurdas en Siria, siguen avanzando en la provincia de Alepo aprovechando la debilidad de los rebeldes frente a la ofensiva del régimen.

Acusaciones cruzadas

El primer ministro turco Ahmet Davutoglu ha acusado a Rusia de bombardeos «bárbaros» y «cobardes» y advirtió que si continúa habrá «una respuesta muy resuelta».

El lunes, cerca de 50 civiles, entre ellos varios niños, murieron en bombardeos contra hospitales y escuelas en las provincias de Idlib y Alepo, según la ONU. Un ataque condenado por la Unión Europea, Francia y Estados Unidos y que Médicos Sin Fronteras atribuyó a Rusia.

Sin embargo Moscú lo niega rotundamente y el portavoz del Kremlin Dimitri Peskov dijo el martes que se trata de «acusaciones infundadas».

La intervención terrestre

Pocas horas antes del acuerdo de Múnich, Arabia Saudí había anunciado su decisión «irreversible» de enviar tropas terrestres a Siria, para oficialmente luchar contra los terroristas del ISIS, y extraoficialmente combatir la creciente influencia iraní y rusa en el país.

Este artes, ha sido Ahmet Davutoglu, primer ministro turco, quien ha reclamado lo mismo: «que la coalición liderada por EEUU mande infantería a Siria», y que Ankara contribuiría.

«Queremos una operación terrestre con nuestros aliados internacionales», dijo un alto funcionario turco que requirió el anonimato, el cual precisó que «no habrá una operación militar unilateral de Turquía en Siria».

Lo último en Internacional

Últimas noticias