Assad acusa a Europa de la crisis de refugiados y a Turquía de apoyar a los terroristas

Al assad
Assad, durante una entrevista en el palacio presidencial de Damasco. (Foto: AFP)

El presidente sirio Bashar al Assad celebra el acuerdo de Múnich y apoya el «cese de hostilidades» con todos los grupos armados que combaten en su país, salvo los terroristas. Falta saber a quiénes considera terroristas el sátrapa que gobierna Siria. En una entrevista concedida a la agencia AFP en exclusiva este jueves en Damasco, Assad se mostrado dispuesto a negociar con la oposición, sin dejar de combatir contra los grupos insurgentes armados.

Pese a ser el causante del conflicto, cuando en 2011 combatió con bombas y cargas militares una revuelta pacífica contra la falta de libertades que impone su Gobierno, ha dicho que «desde el inicio de la crisis, creímos firmemente en las negociaciones y en la acción política. Sin embargo, negociar no significa detener la guerra contra el terrorismo. Los dos aspectos son indispensables en Siria. El primero es independiente del segundo».

Así que, pese a mostrarse contento por el acuerdo de las grandes potencias anunciado en la madrugada de este martes por Kerry, Lavrov y De Mistura en la ciudad alemana, Assad mantiene su lenguaje bélico. El dictador alauí se ha declarado decidido a retomar el control de toda Siria, y ha advertido de que los combates contra los rebeldes que buscan derrocarlo desde hace cinco años pueden ser «largos».

«No es lógico decir que haya una parte de nuestro territorio a la que renunciaremos», ha dicho.»Que seamos capaces de hacerlo o no, es un objetivo que buscaremos sin dudar». Frases que no sólo apuntan a los opositores, los rebeldes moderados o los terroristas del autodenominado Estado Islámico o Al Nusra, sino también a los kurdos, que en el norte del país llevan defendiendo su territorio con éxito desde hace un lustro y han fundado una especie de autonomía, Rojava, distribuida en tres cantones.

Respecto a la crisis de refugiados, Al Assad ha apuntado a Europa com responsable del éxodo y ha exigido a los gobiernos del viejo continente que creen las condiciones para permitir el retorno de los huidos a su país. «Europa creó una cobertura para los terroristas y un embargo contra Siria, deben ayudar a los sirios a volver a sus casas».

Se trata de la primera entrevista del presidente sirio a un medio desde el fracaso el mes pasado de las negociaciones de paz en Ginebra, y el lanzamiento por su ejército, a principios de febrero, de una amplia ofensiva militar en la región de Alepo, con el apoyo de la aviación rusa. De esta ciudad están huyendo decenas de miles de familias, al carecer de alimentos, medicinas y hasta un techo tras los últimos combates.

Y Al Assad se justifica, una vez más, eligiendo un culpable que no es él. El gobernante sirio afirma que la «batalla principal» de Alepo tiene como objetivo «cortar la vía» hacia Turquía, no apoderarse de la capital de esa provincia. La importancia de cortar esta carretera se debe a que la turca «es la principal vía de suministro para los terroristas».

El presidente sirio Bashar al Assad estima, además, que existe existe un riesgo de intervención militar de Turquía o Arabia Saudí en Siria, pero anuncia, de nuevo desafiante, que sus fuerzas responderán.

El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, «es alguien intolerante, radical, pro Hermanos Musulmanes y que vive el sueño otomano […] Ocurre lo mismo con Arabia Saudí. De cualquier manera dicha acción no será fácil para ellos y nosotros vamos muy probablemente a hacerle frente», agrega.

Finalmente, Al Assad rechaza las acusaciones de la ONU contra su régimen por crímenes de guerra. La ONU acusó al régimen sirio de atrocidades como «el exterminio» de presos, pero el mandatario dice que tales denuncias «obedecen a una agenda política […] y carecen de pruebas».

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