Juego sucio contra Macri en Argentina
“Imagínate sin hogar, imagínate hambriento… Imagínate a ti mismo si Macri gana” afirma uno de estos anuncios que han circulado por las redes y que seguidores kirchneristas han extendido con fruición, buscando revertir las tendencias ante las próximas elecciones del 22 de noviembre, que podrían poner fin a 26 años de peronismo.
A la hora de meter miedo a la ciudadanía, el fútbol siempre es un buen argumento en Argentina. El comentarista de una televisión estatal, Javier Vicente, deslizó la idea de que Macri podría devolver los derechos del fútbol televisado a los canales de ‘pay-per-view’, como estaban antiguamente hasta que la aún presidenta Cristina Fernández decretase su gratituidad con un programa gubernamental llamado ‘Fútbol para Todos’. “¿Vas a volver a pagar? Piénsalo” ha dicho Vicente.
El propio Mauricio Macri se ha expresado en Facebook criticando esta escalada dialéctica. “El partido oficial está mostrando una oscura estrategia para intentar sembrar miedos y enfados con la única intención de asustar a la gente ante la posibilidad del cambio. Pero eso no va a funcionar”. Macri aseguró que no planea ningún tipo de recortes para la clase trabajadora, “garantizo todas las ayudas, yo quiero gobernar para la gran mayoría de argentinos, no para los ricos”.
La sobra de la devaluación
Que Macri quiere devaluar el peso para fomentar unas exportaciones a la baja durante los últimos tiempos es una advertencia recurrente por parte del kirchnerismo. El pasado viernes el candidato oficialista Daniel Scioli volvió a asegurar que Macri “planea una gran devaluación de la moneda, lo que significaría un descenso de los sueldos en términos reales”.
Macri sí que reconoce que el peso argentina está sobrevalorado, pero no ha expuesto nunca un calendario para una devaluación efectiva. Macri se ha mostrado contrario a seguir las recetas que Wall Street quiere introducir en Argentina después de tres últimos años con un gran gasto público bajo el gobierno de Cristina Fernández.
El crecimiento económico se ha esfumado en Argentina, al contrario que la inflación, que ya ha alcanzado dobles dígitos, después de que el gobierno tratase de compensar con gasto público la bajada de las exportaciones, principalmente debido a los vaivenes de las economías brasileña y china.