Ivanka Trump no cobrará del Gobierno pero sí del Trump International Hotel, al lado de la Casa Blanca
La hija del presidente estadounidense, Ivanka Trump, y su marido, Jared Kushner, han conservado activos inmobiliarios valorados en cientos de millones de dólares mientras trabajaban para el gobierno, según documentos publicados el viernes por la Casa Blanca.
Desde que Donald Trump ganó la carrera presidencial en Estados Unidos en noviembre, su vasto imperio financiero ha sido examinado con lupa por expertos en ética, que han advertido sobre la posibilidad de que surjan conflictos de intereses por la ausencia clara de una delimitación entre los negocios y la función política.
Ivanka en la Casa Blanca y Melania en Nueva York
Los documentos difundidos el viernes, muestran que la hija de Trump y su marido, que ejercen como consejeros del presidente, siguen recibiendo ingresos por activos valorados en un cantidad que oscila entre los 240 y 740 millones de dólares.
Esta semana, la hija del presidente estadounidense anunció que ella y su marido se convertirán en empleados federales no remunerados. La hija mayor del magnate inmobiliario disponía ya de una oficina en la Casa Blanca, a pesar de no estar empleada por el gobierno, una situación que generó críticas y cuestionamientos.
Desde que Donald Trump asumió su cargo, el 20 de enero, Ivanka Trump, de 35 años, está muy presente en el ala Oeste de la Casa Blanca, el núcleo del poder estadounidense. Mientras las críticas aumentan respecto a que la primera dama, Melania Trump, resida en Nueva York. Los gastos en seguridad que esa residencia en la Trump Tower de Nueva York suponen han provocado miles de firmas en una petición en change.org de que ese gasto lo asuma personalmente la mujer de Donald Trump.
Ha participado en numerosos encuentros con dirigentes extranjeros, entre ellos la canciller alemana, Angela Merkel. Una de los asuntos sensibles es la participación de Ivanka Trump en el Trump International Hotel, situado a unas pocas calles de la Casa Blanca.
Varios críticos han señalado que grupos de interés o gobiernos extranjeros podrían quedarse en el hotel de lujo con el objetivo de obtener beneficios del gobierno.