Crisis inmigración

Austria señala a España e Italia como los que más problemas ponen a la guardia de fronteras de la UE

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Sebastian Kurz, canciller austriaco. (AFP)

La crisis de la inmigración hace extraños compañeros de mesa. El canciller austriaco y presidente de turno de la UE, Sebastian Kurz, ha señalado este miércoles a los Gobiernos de España e Italia como los responsables del retraso en la culminación de un acuerdo a nivel europeo sobre la nueva guardia de fronteras europea. El socialista español y el populista xenófobo italiano serían los ejecutivos que más pegas estarían poniendo a un pacto que debe llegar antes de diciembre para la Presidencia austriaca.

Según Kurz, ambos países habrían expresado reservas en el capítulo de medios y poderes del nuevo cuerpo heredero de la antigua Frontex.

«Tengo la sensación de que para algunos estados existe la preocupación de que un fortalecimiento de Frontex pueda conducir a más registros (de entrada) y el desplazamiento posterior de los inmigrantes sería más difícil» hacia otros países de la UE, ha reflexionado Kurz en declaraciones a la prensa en Salzburgo (Austria), horas antes de la cena informal de jefes de Estado y de Gobierno de la UE para discutir sobre migración.

El austriaco se ha declarado, sin embargo, esperanzado en que los Veintiocho puedan lograr un acuerdo en diciembre, a pesar de las «dudas» que despierta en algunos estados miembro, entre los que ha señalado a España, Italia y Grecia, por cuestiones de soberanía.

El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, presentó la semana pasada una propuesta para dotar al cuerpo de fronteras con 10.000 efectivos policiales de aquí a 2020, como medida estrella para ayudar a los gobiernos a controlar con más eficacia la frontera exterior de la UE.

«Creo que es especialmente importante, primero la propuesta de Juncker sobre la protección de las fronteras exteriores y la ampliación de Frontex, pero sobre todo nuestras relaciones con África», ha indicado la canciller alemana, Angela Merkel, a su llegada a Salzburgo.

El primer ministro de Malta, Joseph Muscat, ha pedido «realismo» para buscar soluciones a la presión migratoria y ha pedido tener en cuenta que la situación es diferente entre las fronteras terrestres y las marítimas, como la de su país.

«En la frontera marítima no es cuestión de quién quieres que entre o no, sino de salvar vidas en el mar y eso es lo que tratamos de hacer cada día», ha reivindicado el mandatario maltés.

El primer ministro de Estonia, Juri Ratas, por su parte, ha destacado que la Unión Europea ha logrado avances y es capaz de gestionar mejor los flujos migratorios, si bien ha avisado de que la situación en el Mediterráneo «está lejos de ser normal».

El refuerzo de la antigua Frontex y su reconversión en una auténtica agencia europea es una de las siete propuestas que la Comisión presentó en 2016 para reformar el Sistema Europeo Común de Asilo y mejorar la gestión de la migración en territorio comunitario.

La iniciativa propone dotar de «poderes ejecutivos» a la Guardia para que los agentes puedan realizar controles de identidad, autorizar o denegar la entrada en las fronteras exteriores, e interceptar personas.

Entre las nuevas funciones de la agencia también se propone que pueda apoyar los procedimientos de retorno en los Estados miembros, por ejemplo, mediante la identificación de los nacionales de terceros países en situación irregular y la adquisición de documentos de viaje, si bien los gobiernos nacionales seguirán siendo los encargados de decidir sobre los retornos.

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