Hungría construirá campos para refugiados y verjas con electroshock contra la «ola de inmigrantes»

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Trabajos de construcción de la segunda fase de vallas en la frontera de Hungría y Serbia. (Getty)

El Parlamento húngaro ha aprobado este martes medidas para endurecer los controles fronterizos y albergar a los inmigrantes en campos junto a la frontera, según ha informado la agencia estatal MTI. Además, el país ya ha comenzado a redoblar las verjas construidas en la frontera con Serbia y a equiparlas con sistemas de electroshock para disuadir a los refugiados.

«Nadie puede entrar en suelo húngaro o de la Unión Europea sin un permiso», sostiene el ministro del Interior, Sandor Pinter, en la ley. Por su parte, Orban ha sostenido que el país está bajo asedio durante un discurso ofrecido este martes a nuevos guardias fronterizos.

Aunque las llegadas diarias han caído significativamente, los húngaros «no podemos reclinarnos en nuestras sillas […] simplemente hemos ganado algún tiempo entre dos grandes olas» de inmigrantes, ha afirmado, defendiendo que el país debe usar este tiempo para fortificar sus defensas.

Hungría ha comenzado a erigir su segunda línea de una «valla inteligente», a lo largo de la frontera con Serbia, que se ha completado con sistemas de electroshock, vigilancia y alerta audiovisual.

Hungría planea ahora construir dos o tres campamentos en su frontera sur —Serbia y Croacia—, donde se mantendrá a los inmigrantes mientras se procesan sus solicitudes de asilo, explicó la semana pasada el jefe de gabinete del primer ministro húngaro, Viktor Orban.

Los inmigrantes cuyas solicitudes no sean inmediatamente aprobadas no podrán moverse libremente por Hungría sino que estarán recluidos en los campos y solo podrán abandonarlos para regresar a Serbia, según el texto aprobado por el Parlamento.

Hungría fue uno de los principales focos de la crisis migratoria en Europa en 2015, ante el paso por el país de cientos de miles de inmigrantes y refugiados. El Gobierno optó por la construcción de vallas en su frontera con Serbia para limitar el flujo.

Ampliando la zona de 8 kilómetros a lo largo de la frontera donde se han estado llevando a cabo expulsiones desde el pasado verano, la Policía pueda ahora detener a los inmigrantes ilegales en cualquier parte del país y devolverlos a la frontera serbia para ser expulsados.

 

Orban ha sostenido que la UE «ha hecho este trabajo más difícil, así que sólo podemos contar con nosotros mismos, tenemos que defender nuestras propias fronteras […] esto seguirá en la agenda hasta que todo el mundo admita que la migración es un caballo de Troya para el terrorismo». «Ésa es la realidad que no puede pintarse con ninguna charla color de rosa de Derechos Humanos», ha añadido.

Condena de ACNUR

Según Cécile Pouilly, portavoz del Alto comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR), el número de solicitantes de asilo en Hungría ha pasado de las 177.000 en 2015 a 29.000 en 2016 y tan solo 912 en los dos primeros meses de 2017. Todos los solicitantes, incluidos los que ya están en el país, serán mantenidos en una zona de tránsito donde estarán los centros de detención, ha añadido.

«En la práctica, esto significa que todos los solicitantes de asilo, incluidos niños, estarán detenidos en contenedores de barco rodeados por una alta alambrada de espino en la frontera durante largos periodos de tiempo», ha lamentado en un comunicado.

«Esta nueva ley viola las obligaciones de Hungría en virtud del Derecho Internacional y de las normas de la UE, y tendrá un terrible impacto físico y psicológico en las mujeres, niños y hombres que ya han sufrido extraordinariamente», ha añadido.

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