Heces en cajas secretas: la disparatada obsesión de Putin para proteger su salud cuando viaja

Putin coronavirus
Vladímir Putin, presidente de Rusia.

Retretes conectados a cajas secretas. Esta es una de las tácticas que los servicios secretos de Rusia llevan a cabo para evitar que los enemigos del presidente Vladímir Putin conozcan su estado de salud.

Son los guardaespaldas los que, una vez el líder ruso defeca, recogen en bolsas sus heces cuando está en el extranjero. El objetivo es enviarlas luego a laboratorios rusos.

Miembros del FPS (el servicio de Protección Federal) se encargan de recoger sus desechos corporales y empaquetarlos para luego colocarlos en un maletín especial para el viaje de regreso a casa. . El FPS es el departamento encargado de proteger a los altos funcionarios del Estado, incluido el presidente.

Esta extraña forma de trabajar ha sido publicada por dos veteranos periodistas de investigación de la conocida revista francesa Paris Match.

Según la información recopilada por estos periodistas, los trabajos de recolecta incluyen algunos de los viajes recientes de Vladímir Putin, como el que realizó a Francia el 29 de mayo de 2017 o el de octubre de 2019 a Arabia Saudí.

Este ejercicio tiene un objetivo claro: impedir que las potencias extranjeras, que Rusia no considera amigas, obtengan y recopilen información sobre la salud del presidente.

La información de Paris Match fue confirmada por otra antigua periodista, la ex corresponsalde la BBC Farida Rustamova. Esta publicó en su cuenta de redes sociales que era conocedora de un suceso similar ocurrido en Viena.

Posibles enfermedades

En las últimas semanas se ha especulado mucho sobre el estado de salud de Putin. De ahí que las informaciones sobre la protección que los servicios secretos hacen para evitar fugas de información sobre la misma empiecen a aflorar, sobre todo a raíz de la invasión a Ucrania.

A finales de mayo se intensificó el rumor de que padecía cáncer. Un oficial del FSB afirmó que a Vladímir Putin “no le quedan más de dos o tres años de vida”, añadiendo que el presidente ruso tiene “una forma grave de cáncer que progresa rápidamente”.

Unas imágenes del presidente de mediados de febrero mostraban cómo temblaba sin control durante una reunión con el líder bielorruso Alexander Lukashenko, pocos días antes de invadir Ucrania, lo que desató rumores en Internet de que podría padecer Parkinson.

También fue fotografiado tosiendo y acurrucado bajo una manta en el desfile del Día de la Victoria de Rusia en mayo, mientras que otro vídeo mostraba que el líder ruso parecía cojear.

Antecedentes

La obsesión de los rusos y de los soviéticos por las heces no es nuevo. En el pasado, un antiguo agente soviético afirmó anteriormente que Stalin espió a Mao Zedong, entre otros líderes extranjeros, analizando sus excrementos en un laboratorio.

En 2016, Igor Atamenko declaró a la BBC que la policía secreta de Stalin pretendía analizar al presidente Mao formulando perfiles psicológicos a partir de sus heces en un laboratorio secreto.

Al parecer, se instalaron retretes especiales para que Mao los utilizara cuando visitó Moscú durante 10 días en 1949.

Los retretes no estaban conectados al alcantarillado, sino que recogían sus heces en cajas secretas que se llevaban al laboratorio y se estudiaban en busca de distintos niveles de potasio y aminoácidos, que se creía que podían ayudar a elaborar perfiles psicológicos.

En otro ejemplo, se afirma que los espías británicos hurgaron en el papel higiénico sucio usado por las tropas soviéticas en Alemania Oriental durante la Guerra Fría, según el experto militar británico Tony Geraghty.

Lo último en Internacional

Últimas noticias