La familia de los fallecidos en el accidente de helicóptero en Nueva York: «Se fueron juntos y sin sufrir»

El hermano de Mercè Camprubí, la madre de la familia española del accidente de helicóptero del río Hudson, ha comparecido ante los medios de comunicación este domingo en Nueva York: «Esto es una situación muy difícil y estamos abrumados por las numerosas condolencias que hemos recibido. Esto es debido a que la familia Escobar-Camprubí era muy querida. Muchas gracias a todos. Quiero decir que se fueron juntos. Se fueron sin sufrir y se fueron con una sonrisa. Eso es importante para nosotros», ha destacado Joan Camprubí.

«Como familia, queremos honrar su felicidad y sus sonrisas por siempre. Podéis imaginar que estamos intentando asimilar toda la situación. Queremos llevarlos lo más pronto posible a casa con toda la familia para que puedan descansar en paz juntos en nuestro hogar», ha resaltado el hermano de Mercè Camprubí acompañado por el alcalde de Nueva York Eric Adams.

«Agus, Mercè, Agus Jr., Mercè Jr., Víctor, siempre estaréis con nosotros en nuestros corazones. Nunca os olvidaremos y vamos a mantener vuestra sonrisa viva cada día en nuestras vidas. Y eso creo que es el mejor legado que os podemos dar», ha querido recordar de su cuñado Agustín Escobar, su hermana Mercè Camprubí y tres sus sobrinos, fallecidos en el accidente de helicóptero en el río Hudson en Nueva York.

Joan Camprubí ha ido a visitar el lugar del siniestro para rendir tributo a sus familiares. Uno de los niños, Mercedes, iba a celebrar su noveno cumpleaños el viernes, el día después del accidente. Sus otros dos hermanos eran Víctor, de cuatro años, y Agustín, de 10. El alcalde de Nueva York, Eric Adams, ha acompañado a Joan Camprubí a echar flores al río Hudson y ha lamentado que «lo que deberían haber sido unas alegres vacaciones se haya convertido en una tragedia inimaginable».

También, Joan Camprubí ha rendido homenaje al piloto del helicóptero Sean Johnson, ex Navy Seal estadounidense: «No hay palabras que puedan llenar el vacío, la pérdida».

Los investigadores de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB) aún no han determinado la causa del accidente. Se ha informado de un fuerte estruendo cuando la aeronave, un Bell 206, se partió en pedazos, y las autoridades habían dicho anteriormente que estaban investigando los informes sobre la presencia de una gran bandada de pájaros.

El sábado, mientras los buzos seguían extrayendo restos del Hudson, la NTSB informó de que estaban comprobando el sistema de control de vuelo. El helicóptero no estaba equipado con ningún registrador de vuelo de caja negra. Según la NTSB, aún faltan el rotor principal, la caja de engranajes principal, el rotor de cola y gran parte del brazo de cola.

Testigos han descrito haber visto volar la pala del rotor principal momentos antes de que cayera el helicóptero del cielo. Ya se ha recuperado el fuselaje principal, incluida la cabina, la parte delantera del brazo de cola, las aletas del estabilizador horizontal y la aleta vertical. El helicóptero había sido inspeccionado por última vez el 1 de marzo y el jueves había completado siete vuelos turísticos en Nueva York.