La dictadura cubana niega el visado al secretario de la OEA Luis Almagro premiado en homenaje a Payá
La dictadura castrista mantiene su cerrazón ideológica totalitaria y no permite a los representantes de las sociedades democráticas ejercer la libertad en su suelo. Así, el Gobierno cubano ha denegado el visado al secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, que tenía previsto asistir este miércoles a una ceremonia en La Habana donde iba a ser reconocido con un premio en honor al fallecido disidente Oswaldo Payá.
Payá murió en un presunto accidente de coche el 22 de septiembre de 2012 junto a otro opositor Harold Cepero. El coche lo conducía el político español Ángel Carromero, quien fue detenido, juzgado y encarcelado por homicidio imprudente, si bien las pruebas nunca estuvieron claras e investigaciones independientes señalaron a una operación de los servicios secretos del régimen. Un vehículo con agentes secretos castristas seguía al manejado por Carromero y podría haber acosado y, quizá, embestido el automóvil en el que viajaban los opositores provocando su choque contra un árbol y, consiguientemente, la muerte de Payá y Cepero.
En una carta a Rosa María Payá, hija del líder disidente, Almagro ha anunciado que no podrá acudir. «Mi solicitud de visa para el pasaporte oficial de la OEA fue denegada por el Consulado de Cuba en Washington, al tiempo que me fue negada la posibilidad de ingreso con documento uruguayo, que no requiere visado».
Según ha contado en la misiva, las autoridades cubanas habrían expresado su «asombro» por la implicación del máximo responsable de la OEA en «actividades anticubanas», durante una reunión con el cónsul en la que éste llegó a tachar de «provocación inaceptable» el viaje de Almagro. El premio, añadió, «no es reconocido por el Estado cubano».
«El único interés de nuestra parte ha sido, es y será facilitar el acercamiento de Cuba a los valores y principios del sistema interamericano, tanto en lo que refiere a la defensa de la democracia como a la promoción y respeto de los Derechos Humanos», ha alegado Almagro en su carta.
En este sentido, ha criticado que, en un análisis «tan superficial como alarmista», se pueda considerar su visita a Cuba un «peligro», al tiempo que ha negado que pueda tener efectos colaterales. Almagro ha añadido que «sería bastante ridículo que después de 67 años de revolución, tanto el bienestar del pueblo cubano como las relaciones bilaterales con Estados Unidos dependieran de esta ceremonia».
«Mi presencia y la ceremonia del día 22 de febrero no se diferencia de otros eventos similares que tienen lugar en otros países de la región […] y que se realizan sin que el Gobierno los apoye necesariamente, pero sin censurarlos, porque son parte de la tolerancia de los sistemas y valores democráticos», ha argumentado Almagro.
Acosado por el círculo bolivariano
El líder de la OEA ha sido sistemáticamente acosado por el círculo de países bolivarianos liderado por la Venezuela chavista en Latinoamérica. Almagro ha sido acusado de ser un «agente del imperialismo» por haber invocado la carta democrática de la OEA hace unos meses en represalia por haber abortado el proceso del referéndum revocatorio impulsado por la oposición a la dictadura de Nicolás Maduro.
Almagro ha expresado su temor por que se puedan adoptar «represalias» contra los organizadores del acto y ha recalcado su discrepancia con la «criminalización» del grupo Cuba Decide, defensor de un plebiscito sobre el futuro política de la isla.
El veto a Almagro se suma a los ya conocidos el martes sobre entre el expresidente de México Felipe Calderón y la antigua ministra de Educación de Chile Mariana Aylwin. Sus respectivos países protestaron por las medidas adoptadas desde Cuba.
Premio Oswaldo Payá, Libertad y vida
La Red Latinoamericana Jóvenes por la Democracia (Juventud LAC), liderada por Rosa María Paya, tenía previsto entregar el miércoles en La Habana el primer premio ‘Oswaldo Payá, Libertad y vida’, que reconoce en esta ocasión la labor del secretario general de la OEA.
También se concederá una «mención de honor» al desaparecido expresidente chileno Patricio Aylwin, que restauró la democracia en la nación suramericana tras la caída del régimen de Augusto Pinochet (1973-1990). El premio iba a ser recogido por su hija Mariana.
«¡Represores! Habrá ceremonia con los que lleguen», prometió el martes Rosa María Payá en Twitter. La hija del fallecido disidente lamentó las medidas de las autoridades contra las personas afectadas e instó al Gobierno a dejar de «coaccionar» a los invitados.