Los contrarios al régimen de Maduro denuncian que el diálogo mediador del Vaticano entre Gobierno y oposición es una farsa
El anuncio del Vaticano del inicio de un diálogo en Venezuela entre gobierno y oposición quedó en la incertidumbre, luego de ser puesto en duda este lunes por varios de los mayores adversarios del presidente Nicolás Maduro, en el momento más álgido de la crisis política.
Delegados del gobierno y la oposición se reunieron, por primera vez en dos años y medio de crisis, a fin de «establecer las condiciones para convocar una reunión plenaria» el próximo domingo en la isla de Margarita (norte), dijo el enviado del Vaticano, Emil Paul Tscherrig, nuncio apostólico en Argentina.
Pero el anuncio, hecho cuatro días después de la suspensión del proceso de referendo revocatorio contra Maduro -que la oposición denuncia como una ruptura del hilo constitucional-, fue desmentido por uno de los más importantes líderes opositores, el excandidato presidencial Henrique Capriles, del partido Primero Justicia.
«¿Cuál diálogo? En Venezuela no se ha iniciado ningún diálogo (…) Ellos pretenden usar la buena fe del papa Francisco, la buena fe del nuncio, para decir acá no ha pasado nada», dijo Capriles horas más tarde. «Una reunión en Margarita jamás estuvo planteada. Yo me entero por televisión», expresó.
Henry Ramos Allup, presidente del Parlamento y perteneciente a Acción Democrática, sostuvo en un mensaje en Twitter que su agrupación dijo que «si iban los partidos al diálogo promovido por el Vaticano concurriríamos. Como ahora todos nos enteramos por la televisión nosotros tampoco vamos».
AD dijo q si iban los partidos a diálogo promovido por Vaticano concurriríamos.Como ahora todos nos enteramos por tv nosotros tampoco vamos.
— Henry Ramos Allup (@hramosallup) 25 de octubre de 2016
Igualmente, Voluntad Popular, partido del encarcelado dirigente opositor Leopoldo López, consideró que «no están dadas las condiciones».
Poco después, la coalición Mesa de la Unidad Democrática (MUD), que agrupa a toda la oposición, emitió un comunicado en el que intentó aclarar los términos del diálogo.
«Cualquier proceso de diálogo tiene cuatro objetivos fundamentales: respeto al derecho al voto, libertad para los presos políticos y retorno de los exiliados, atención a las víctimas de la crisis humanitaria y respeto a la autonomía de los poderes», indicó la MUD, al calificar como «un triunfo la presencia del Vaticano».
La alianza pidió que el diálogo se realice en Caracas, «de cara a la opinión pública».
El número dos del chavismo, Diosdado Cabello, consideró que la situación evidencia una fractura en la oposición. «Esa pelea por protagonismos, caprichos y egos que tienen entre sí los dirigentes de la MUD con el diálogo, quieren imponérsela a todo el país», escribió en Twitter.
A lo largo del día hubo protestas de estudiantes universitarios, que fueron reprimidas y que en la ciudad de San Cristóbal (oeste) dejaron al menos 27 heridos y un detenido, según los manifestantes.
Encuentro en Roma
Maduro sostuvo este lunes una reunión privada con el papa Francisco en una escala que hizo en Roma de regreso de una gira por Oriente Medio, abordando el tema del diálogo.
«Le di las gracias en el nombre de Venezuela por todo el apoyo para que por fin, definitivamente, se instale una mesa de diálogo entre los distintos factores de la oposición y el gobierno legítimo y bolivariano que yo presido», dijo el presidente a la televisora oficial VTV.
Durante la audiencia, Francisco instó «al diálogo sincero y constructivo» para «aliviar el sufrimiento» de la gente, precisó una nota del Vaticano.
«Espero que se ponga el tema económico de la recuperación de Venezuela como punto central. Espero que se imponga el respeto a la Constitución y se abandone el camino del golpismo», expresó Maduro.
En la reunión en Caracas, gobierno y oposición propusieron temas, metodología y cronograma del diálogo, y acordaron trabajar conjuntamente «para garantizar la seguridad y el desarrollo pacífico» de manifestaciones convocadas por ambas partes esta misma semana, manifestó Tscherrig.
Batalla política
La suspensión del referendo, con el cual la MUD buscaba deponer a Maduro del poder, caldeó aún más el ambiente político en Venezuela, país que sufre una severa crisis económica, con grave escasez y una inflación que el FMI calcula en 475% para este año.
La oposición sostiene que la solución a la crisis es la salida de Maduro, cuya impopularidad llega a 76,5% y a quien más de un 60% quiere revocar, según la firma Datanálisis.
El parlamento, en el que la oposición es amplia mayoría, debatirá el martes «la situación constitucional del presidente», a quien culpa de la «ruptura de la democracia», mientras la MUD organiza para el miércoles una protesta nacional, llamada la «Toma de Venezuela».
Momentos muy duros
El secretario ejecutivo de la MUD, Jesús Torrealba, destacó que el diálogo llega «en momentos muy duros para el país» por la «operación de secuestro judicial» del revocatorio.
En tanto, Jorge Rodríguez, delegado del gobierno, sostuvo que «es fundamental que este diálogo aborde los temas que más le importan a los venezolanos, de los cuales el económico y social es de singular importancia».
El diálogo es impulsado desde hace meses por la Unasur, a través de los expresidentes José Luis Rodríguez Zapatero (España), Martín Torrijos (Panamá) y Leonel Fernández (República Dominicana). La participación del Vaticano había sido pedida expresamente por la MUD.