Comienza en Turquía el juicio a los 500 acusados por el fallido golpe de Estado
Casi 500 personas acusadas de haber participado en el golpe de Estado fallido de julio de 2016 en Turquía han comenzado a ser juzgadas este martes por cargos de conspiración contra el Gobierno, bajo importantes medidas de seguridad, cerca de Ankara.
El proceso tiene lugar en una sala que se acondicionó expresamente para el juicio, con capacidad para 1.500 personas, en la cárcel de Sincan, cerca de la capital turca. Los procesados son sospechosos de haber organizado el golpe de Estado fallido contra el presidente, Recep Tayyip Erdogan, desde la base aérea de Akinci, al noroeste de Ankara, presentada como el centro de mando de los golpistas.
Varias decenas de manifestantes, controlados por un importante dispositivo de seguridad, se concentraron en las inmediaciones del tribunal. Algunos exigían la pena de muerte para los acusados. Cuando los sospechosos eran escoltados hacia la sala de audiencias, los manifestantes les abuchearon y les lanzaron sogas y botellas vacías. Algunos manifestantes lucían uniformes parecidos a los de los detenidos de la prisión estadounidense de Guantánamo, en Cuba.
Propuesta de Erdogan
A mediados de julio, Erdogan se pronunció a favor de que los presuntos golpistas llevaran un uniforme único, «como en Guantánamo», tras la polémica que se creó en torno a la camiseta que llevaba un presunto golpista en un juicio y en la que se leía «héroe» en inglés.
Según la acusación, los sospechosos organizaron el golpe en la base aérea de Akinci, en el noroeste de Ankara, desde donde se emitieron las órdenes de bombardear el parlamento y el palacio presidencial en la noche de 15 al 16 de julio.
Alta seguridad
De los sospechosos, 461 están detenidos, siete están prófugos y el resto comparece en libertad. El principal acusado de la trama es Fethullah Gülen, que será juzgado en ausencia. El clérigo, a quien Ankara responsabiliza del golpe fallido, vive recluido en el exilio en Pensilvania y desde Estados Unidos ha negado todos los cargos.
Adil Oksuz, considerado como el jefe operacional del golpe fallido, está prófugo. Justo después de la intentona había sido detenido pero fue liberado por orden de un juez.
Quien si estaraba presente era el empresario Kemal Batmaz, detenido en una prisión cerca de Ankara. El exjefe de la Aviación, Akin Ozturk, también comparecerá en el proceso como acusado.
Entre los cargos a los que se enfrentan los procesados están las acusaciones de homicidio, violación de la constitución e intento de asesinato contra el presidente, Recep Tayyip Erdogan. El vicepresidente del Partido Justicia y Desarrollo (AKP), en el poder, Hayati Yazici, dijo a la prensa que la formación política había realizado una solicitud par ser parte litigante en el juicio. «Por supuesto, estos golpistas serán castigados como se merecen», dijo Yazici.
Erdogan, el general Hulusi Akar -jefe de personal, que fue retenido como rehén junto a otros altos comandantes durante el intento de golpe, antes de ser liberados-, y el principal partido de oposición, el Partido Popular Republicano (CHP), también solicitaron ser litigantes, según prensa turca.
Con motivo del juicio, se desplegó un amplio dispositivo de seguridad que movilizó a 1.130 agentes dentro y fuera de la sala, indicó la agencia progubernamental Anadolu. El operativo además cuenta con vehículos blindados, francotiradores y un dron de vigilancia.
En mayo, otro proceso contra unos 200 acusados en relación al golpe fallido se desarrolló bajo fuertes medidas de seguridad. En aquella ocasión, también se concentraron grupos de manifestantes que reclamaban la pena de muerte para los acusados. En febrero, la misma sala acogió un proceso similar en el que fueron procesados 330 acusados.
En el golpe de estado fallido murieron cerca de 250 personas, sin considerar a los golpistas fallecidos. Varios juicios han sido abiertos en los últimos meses y cerca de 50.000 acusados de ser partidarios del clérigo han sido detenidos.