Guerra Israel-Hamás

Así son los siniestros túneles de Hamás en Gaza que Israel quiere aniquilar: una ratonera de 500 km

Los ataques del 7 de octubre se planificaron en los túneles sin ordenadores ni móviles para evitar ser detectados por el Mossad

Hamás ha construido desde 2005 tres tipos de túneles en Gaza: dos ofensivos y uno defensivo

Los 1.300 pasadizos están a una profundidad de entre 30 y 70 metros

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María Ruiz
  • María Ruiz
  • Portadista. Especialista en 'breaking news' y noticias de nacional, sociedad e internacional.

La operación militar con la que Israel quiere terminar de una vez con Hamás tiene su mayor escollo en los túneles subterráneos de Gaza construidos durante años por los terroristas. De hecho, esos túneles fueron los que le hicieron perder al estado judío la anterior guerra con Hamás en 2014. Son una auténtica bestia negra de la ingeniería que Israel ha prometido conquistar y destruir. Es, a la vez, el gran desafío militar y político que enfrenta el Gobierno de Netanyahu para acabar con Hamás.

El intrincando laberinto subterráneo que discurre por el subsuelo de Gaza tiene más de 500 kilómetros y alrededor de 1.300 corredores. Ésa, al menos, es la información que maneja Israel, quien asegura que tiene monitorizados una gran parte de esos pasadizos. Su profundidad oscila entre los 30 y los 70 metros bajo tierra.

Para dar una idea de su envergadura basta indicar que Gaza tiene una superficie de 6 km. de ancho por 40 km. de largo, mientras que la suma de los túneles de Hamás nos daría 12 veces la extensión de la Franja por su parte más ancha y 83 veces por su parte más angosta.

Hamás utiliza estos túneles bajo la Franja de Gaza como:

  • arsenales y depósitos de armas, incluidos lanzacohetes
  • búnkeres
  • centros de mando
  • almacenes de combustible
  • guarida de los terroristas
  • zulos para los rehenes que tiene secuestrados
  • alojamiento de sus tropas
  • arterias para transporte oculto de terroristas y armas.

Esta fortaleza subterránea denominada el Metro de Gaza la comenzó Hamás en 2005, con la retirada de Israel de la Franja; pero extendió su red en 2007, al año siguiente de ganar los yihadistas las elecciones gazatíes y cuando, su líder, Ismail Haniya, fue expulsado de Al Fatah por Mahmud Abbas. En su origen, eran rutas para el contrabando con Egipto e Israel. Poco a poco, se transformaron en una fortificación en el subsuelo de Gaza.

Mapa con información de la IDF israelí con la situación de los corredores de Hamás en Gaza.

Hamás, según han relatado autoridades israelíes, cuenta en estos túneles de Gaza con una red de comunicación por cable para evitar intercepciones y con un acceso independiente a internet. Además, ha construido sistemas de ventilación y energía autónomos alimentados por combustible. Un combustible que les niega a los palestinos de la Franja.

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Tanques de combustible de Hamás en Gaza. (Fuente: IDF)

Como Hamás sabía que, a pesar de todo, el Mossad podría acceder a sus comunicaciones, durante los dos años de planificación de los ataques terroristas del 7 de octubre, la célula yihadista que operó y diseñó bajo los túneles los atentados en los kibutz utilizó líneas telefónicas fijas para comunicarse. Dicha célula permaneció dormida hasta que llegó el momento de activarse y convocar a cientos de yihadistas de Hamás para lanzar el ataque del 7 de octubre, afirmó la CNN.

Los terroristas no usaron ordenadores y teléfonos móviles durante los dos años para evitar ser detectados por los servicios de inteligencia israelíes o estadounidenses. Eso les llevó a usar medidas de contrainteligencia obsoletas, tales como reunirse presencialmente y bloqueo completo de las comunicaciones digitales, fácilmente rastreables por el Mossad. Ésta sería la razón por la que los servicios de inteligencia israelí y norteamericano no previeron los terribles ataques del 7 de octubre.

Hace escasos días, Israel aseguraba que uno de los principales centros de mando de Hamás estaba bajo el hospital más grande de Gaza: el Shifa. Y aportaba planes de los túneles en esa ubicación. De hecho, el New York Times ya lo había revelado años antes, aportando datos del origen y objetivos de los terroristas.

Vista aérea del lugar en que estaría ubicado el cuartel de Hamás, bajo el hospital Al Shifa. (Fuerzas de Defensa de Israel)

En una rueda de prensa ante medios internacionales, el portavoz del Ejército, el vicealmirante Daniel Hagari, presentó «imágenes por satélite que demuestran los complejos subterráneos de Hamás debajo» del hospital de Shifa.

Túneles de Hamás: almacenes y búnkeres

Por los túneles entran a los enclaves de Hamás productos de primera necesidad, como cemento, comida, vehículos, animales, semillas, medicamentos o pañales, así como armas. «Se podría decir que la red de túneles ha sido un salvavidas para Hamás durante muchos años, sobre todo desde el bloqueo en 2007. Sin los túneles habría sido extremadamente difícil, si no imposible, que Hamás sobreviviera», explicaba a la BBC Khaled el Haroub, profesor especializado en estudios de Medio Oriente en la Universidad del Noroeste en Qatar y autor de varios libros sobre Hamás.

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Uno de los túneles de Hamás en Gaza. (Getty)

Para evitar su detección, Hamás elaboró un sistema enormemente complejo de accesos y ventilación de los túneles para que se confunda con el entramado urbano de Gaza. Hay una deliberada planificación para mezclar el sistema de galerías con las zonas civiles y para hacer más difícil neutralizarlas.

Tres tipos de túneles

Después de usarlos para el contrabando, los yihadistas de Hamás empezaron a horadar galerías ofensivas básicas para los ataques. Son de tres tipos:

  1. Túneles ofensivos. Atraviesan por el subsuelo el perímetro de Gaza y se adentran en territorio israelí. Se han usado para atacar al Ejército y a poblaciones de Israel en rápidas incursiones. Para combatirlos, Israel desarrolló una tecnología de sensores con los que detectar la excavación de las galerías. En 2021 finalizó una barrera subterránea de hormigón, que penetra varios metros de profundidad para impedir que los corredores atraviesen la frontera.
  2. Túneles ofensivos que no atraviesan la verja. Son los que Hamás construyó y usó para los ataques del 7 de octubre. Los nuevos pasadizos se acercan a la verja de Israel, pero que no la atraviesa. «Estos túneles les permitieron acercar sus fuerzas a la valla, para luego salir rápidamente a la superficie, volar por los aires la cerca y avanzar», detalló a la BBC Eitan Shamir, director del Centro Begin-Sadat de Estudios Estratégicos, adscrito a la universidad Bar Ilan de Israel. Este tipo de túneles ofensivos «suelen ser rudimentarios, apenas tienen algún tipo de fortificación. Son excavados para un solo uso: invadir el territorio israelí», explicó también a la BBC Daphné Richemond-Barak, experta en guerra subterránea y profesora en la Universidad Reichman de Israel.

  3. Túneles defensivos. El tercer tipo de túneles que Hamás ha construido dentro de Gaza. Son los que ocultan a sus líderes, tropas y armas. Discurren bajo toda la Franja. «Los túneles del interior son diferentes porque Hamás los utiliza de forma regular. Son probablemente más cómodos, para pasar largos periodos de tiempo», asegura Daphné Richemond-Barak. Estas galerías, que están excavadas a profundidades de hasta 30 metros y están reforzadas por muros y techos de hormigón, «están equipadas con electricidad y raíles para mover mercancías, cuentan con centros de mando y control y son utilizadas como canales de comunicación subterráneos para evitar ser detectados por Israel». Los analistas consultados creen que es bastante probable que Hamás esconda a los rehenes israelíes en estos túneles, en auténticos búnkeres.

Recreación de la BBC de la valla fronteriza entre Israel y Gaza con la barrera subterránea. (Fuente: IFD)

Hasta el momento, la aviación israelí está utilizando las conocidas como bombas anti-búnker en sus ataques a los túneles de Gaza, que penetran entre dos y 20 metros en el subsuelo antes de explotar. Pero los centros de mando y arsenales están a 70 metros de profundidad. Y no hay arma alguna capaz de llegar tan lejos, salvo una bomba nuclear, que acabaría con Hamás, con los rehenes y con toda la población de Gaza, asegura el escritor y experto en relaciones internacionales Nacho Montes de Oca.

Si, finalmente, Israel pone en marcha una gran ofensiva terrestre sobre Gaza, los túneles, advierten los expertos, pueden convertirse en la peor ratonera para las tropas de Netanyahu. Recordemos que en la guerra de Israel con Hamás de 2014, el ejército judío destruyó 32 túneles y perdió la contienda. En 2019 lanzó otra operación y voló 32 km. El desafío de esta nueva ofensiva de acabar con los 500 kilómetros de túneles es mayúsculo, según lo relatado, porque a las dificultades militares se une la enorme importancia que tienen los rehenes para el pueblo hebreo, por lo que las fuerzas israelíes han de intentar salvarlos antes de volatilizar los 1.300 pasadizos.

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