Agentes del Mossad participan en el blindaje policial del partido de baloncesto Valencia-Maccabi
Una docena de agentes viajaron con el equipo israelí hasta Valencia
Blindaje total al conjunto de Tel Aviv, que no viste el uniforme para pasar desapercibido
El equipo de baloncesto israelí Maccabi del Tel Aviv se encuentra este miércoles Valencia para jugar contra el conjunto local un partido de Euroliga. El combinado de la capital hebrea llegó al aeropuerto de Manises bajo fuertes medidas de seguridad, incluido un comando de los GEO y un helicóptero. Además, a la expedición a Valencia del Maccabi le acompañaron al menos una docena de agentes de la inteligencia israelí Mossad, que están en permanente contacto con los mandos policiales que coordinan el operativo, con 700 agentes. Máxima atención a una cita deportiva que se produce en pleno «Miércoles de Ira», convocado por el grupo terrorista Hezbolá como venganza contra Israel.
Según confirman fuentes policiales a OKDIARIO, Israel se ha involucrado personalmente en el operativo de seguridad que blindará el partido de este miércoles en el pabellón de La Fonteta. Entre el dispositivo policial hay integrantes de los servicios de inteligencia israelíes, pertenecientes a la esfera del Mossad, que han viajado a Valencia acompañando al equipo del Maccabi. Son, al menos, una docena de agentes tal y como señalan las fuentes consultadas. Tienen autorización de Interior para portar subfusiles y armas cortas.
La discreción y el secretismo en torno a este despliegue es máxima. De hecho, parte de esos agentes desplazados a España van integrados en el propio equipo técnico del equipo. No van con el uniforme del Maccabi, puesto que entre las medidas de seguridad que se aplican se encuentra la de no vestir ninguna prenda que identifique a los deportistas del conjunto ni a sus técnicos. El hotel del equipo no ha sido públicamente revelado por motivos de seguridad, pero se trata de una instalación en Valencia que ha sido cerrada para la expedición.
Agentes del Mossad
Además, los miembros de la inteligencia israelí están en «contacto permanente» con los mandos policiales que coordinan el operativo de seguridad. Se esperan muy pocos aficionados del conjunto visitante, pero sí algunos. A ellos se les ha trasmitido una instrucción semejante: prescindir de cualquier prenda, camiseta o bufanda que les identifique como aficionados del Maccabi.
El encuentro está previsto para las 20:30, pero la entrada de aficionados se realizará, por motivos de seguridad, una hora y media antes del inicio. Habrá cacheos y detectores de metales en cada acceso. Es un evento considerado de muy alto riesgo.
La llegada del equipo israelí a Valencia se realizó desde Chipre, donde el conjunto llevaba ya días desplazado por motivos de seguridad. El avión privado procedente de Nicosia aterrizó con la pista cerrada y protegida por furgones policiales. El cortejo se hizo a gran velocidad por carretera hasta su destino final, acompañado de más de 10 vehículos, un blindado de los Grupos Especiales de Operaciones (GEO) y un helicóptero vigilando el convoy desde el aire. Fue, explican fuentes policiales, un «operativo muy tenso».
700 agentes en Valencia
En total, más de 700 policías uniformados y de paisano blindan este miércoles la ciudad de Valencia ante la visita del equipo de baloncesto israelí. El dispositivo incluye también la salvaguarda de las infraestructuras estratégicas de la capital de la Comunidad Valenciana. Así lo ha manifestado este martes la delegada del Gobierno en la Comunidad Valenciana Pilar Bernabé.
La presencia de un equipo israelí en Valencia toma especial relevancia a nivel de seguridad tras lo sucedido en Bélgica. Este lunes, pasadas las 19:00 horas y a apenas 60 minutos de que arrancase el partido de fútbol de clasificación para la Eurocopa 2024 entre Bélgica y Suecia en el Estadio Rey Balduino de Bruselas, se produjo un ataque terrorista por parte de un individuo de origen tunecino. El terrorista, abatido 13 horas después del incidente, asesinó a dos personas suecas con un fusil de asalto e hirió una tercera al grito de «¡Alá es grande!».
Todo ello, además, en un contexto de plena guerra entre Israel y Hamás y a esa llamada al «miércoles de la ira», tras las acusaciones a Tel Aviv por parte de los grupos palestinos del ataque a un hospital en Gaza este martes.