Mascotas

Cómo bañar un gato en casa

Bañar un gato en casa puede ser fácil aunque le tengan miedo al agua. Tan solo sigue estos pasos

bañar un gato en casa
Aprende cómo bañar a un gato en casa

Si tienes gato en casa, es importante que lo cuides, los alimentes y como no, que lo bañes de vez en cuando. El problema está en que los gatos no suelen ser grandes aficionados al agua por lo que si has comprobado que tu gato huye cada vez que oye el agua correr no te preocupes, a continuación te ofrecemos una sencilla guía de pasos en la que te explicamos cómo bañar a un gato en casa.

A los gatos les encanta cuidarse de sí mismo y de hecho son animales que dedican mucho tiempo a su higiene personal lamiendo su pelaje con minuciosidad. Es gracias a la lengua áspera que tiene, y a las enzimas de la saliva que el gato logra mantenerse limpio. Sin embargo, de vez en cuando es necesario darles un baño, y aunque seguramente se resista a ello, si sigues los pasos que te enumeramos a continuación lograrás tu objetivo sin que el gato quiera escapar del agua.

Pasos para bañar a un gato en casa

  1. Lo primero de todo es comprobar si tu gato tiene o no pánico al agua. Puede que hayas notado que no suele acercarse al grifo de la ducha, pero debes comprobar si realmente es porque tiene miedo. De ser así, debes ir con cuidado y comenzar con poca agua.
  2. Tienes que tener en cuenta además el lugar en el que bañarás al gato. Si se trata de un gato adulto, lo puedes meter en la ducha o la bañera y mojarlo con cuidado. Si es más pequeño, es mejor que lo bañes en un recipiente adecuado (como una palangana) con agua, aunque eso sí, introduce al gato lentamente y despacio.
  3. El agua no debe estar fría. Es mejor que compruebes la temperatura que deberá estar a unos 35ºc.
  4. Si sabes que tu gato se va a poner nervioso, y es más sabes que intentará escapar o arañarte, es mejor que le cortes las uñas antes del baño para que le sea más difícil resistirse y sobre todo, para que no te lastime.
  5. En cuanto a la cantidad de agua, nunca debe exceder los 12 cm, pero si el gato es pequeño, incluso menos. Es importante que toda la cabeza del gato esté bien fuera del agua. Finalmente, una buena idea es colocar una superficie antideslizante en el suelo de la ducha o bañera, o recipiente, porque el gato en ausencia de un suelo seco puede ponerse nervioso.
  6. A la hora del baño, debes tener listo el champú para gatos y unas toallas a mano para secarlo en cuanto acabes.
  7. El baño debes hacerlo poco a poco y paso a paso. Primero moja las patas y el pecho, luego la cabeza y después el resto del cuerpo. Aplica el champú y distribuye por todo el cuerpo.
  8. Una vez hayas acabado, es importante prestar atención al enjuague; la operación se debe repetir al menos un par de veces para eliminar el champú con precisión. Además, debes ir con cuidado para no permitir que el agua entre en las orejas del gato.
  9. Finalmente, seca al gato varias veces seguidamente con varias toallas hasta que el gato esté lo suficientemente seco.
  10. Por último debes saber que es aconsejable que es mejor que bañes a tu gato lejos de las comidas principales, para no perturbar su digestión. Además, una vez hayas bañado y secado a tu gato, puedes recompensarlo con su comida favorita para que sepa que cada vez que tenga baño será recompensado y con ello se portará cada vez mejor frente a la temida agua.

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