¿Por qué ganaban los romanos las batallas?

Mucho se habla de Roma, su extensión geográfica, su cultura, avances científicos y médicos y de su poderío militar, pero ¿Alguna vez te has preguntado cómo llegaron a tener un ejército tan fuerte y cómo lo consiguieron mantener durante tanto tiempo? A continuación, te contamos todo, realmente se trataba de una auténtica máquina de guerra militar.

La disciplina de las legiones

Para que un ejército funcione, se requiere de muchos factores entre los que se encuentran la responsabilidad y el compañerismo, adjetivos que encajaban a la perfección con las legiones romanas.

Muchas de las victorias romanas se explican solas ya que no hay punto de comparación entre algunos pueblos bárbaros y las tropas romanas que contaban con un armamento, equipo y entrenamiento dignos de admiración. Su adiestramiento y experiencia les dotaban de aptitudes suficientes como para enfrentar cara a cara a cualquier otro ejército que se cruzase en su camino, al menos en su época dorada.

Los romanos y su parecido con hidra

Según la mitología griega, hidra era una serpiente marina gigante con múltiples cabezas, las cuales al ser cortadas volvían a crecer multiplicándose. Al ejército romano le ocurría algo similar.

Al estar formado por tantos cientos de miles de hombres, disponían de tropas suficientes para plantar cara a cualquier amenaza del imperio. No importaba cuantas batallas o tropas perdiesen, siempre volvían refuerzos, provisiones y armamento nuevos y listos para ser usados. Los enemigos de Roma no contaban con estos factores, lo que provocaba que por muchas bajas que le provocasen al gran imperio, este siempre se recuperaría y volvería al ataque, desgastando las fuerzas de los pueblos bárbaros poco a poco.

La alimentación

A menudo en una guerra el hambre causas más bajas que la propia espada y esto es por las crisis que se generan. Roma poseía sus legiones de una forma profesional, pero los pueblos bárbaros no contaban con grandes ejércitos, por lo que la gente de a pie también debía prestar servicio. Sus filas estaban llenas de artesanos, ganaderos y agricultores, lo que provocaba un desabastecimiento total. Al estar todos los varones prestando servicio militar no había quién produjese alimentos, por lo que el hambre se convertía rápidamente en un problema igual o más grande que la propia Roma.

El armamento hace la diferencia

No se puede comparar las espadas oxidadas y melladas de los pueblos bárbaros, frente a las armaduras de cuero y una cota de malla de las armaduras de las legiones, las conocidas gladius y las máquinas de guerra como la ballistae, utilizada para lanzar proyectiles a largas distancias. Todo el ejército romano era un engranaje perfecto con el que no contaban otros pueblos. Comparte este texto con tus contactos para que ellos también conozcan las razones.