Ni caballos ni gladiadores: era uno de los deportes más populares del Imperio Romano, pero hoy ya no existe

Entre los deportes más populares del Imperio Romano, existieron muchas prácticas que combinaban el ocio con el ejercicio físico. A diferencia de los espectáculos públicos, que se realizaban en grandes instalaciones como el Coliseo o el Circo Máximo, algunos juegos eran practicados de manera más cotidiana y en espacios reducidos.
Estos juegos cumplían una función recreativa y social, especialmente entre las clases acomodadas. Al día de hoy, esta disciplina quedó totalmente en el olvido. El pequeño rastro que queda, solo está en libros y artículos web como el que estás leyendo.
Así era uno de los deportes más populares del Imperio Romano y que hoy casi ni existe
Uno de estos pasatiempos, que hoy apenas se recuerda, era el trigon. Este juego de pelota tenía normas específicas, requería cierta destreza y contaba con la participación de asistentes cuya función era esencial para su correcto desarrollo. A pesar de su desaparición, las fuentes literarias y arqueológicas permiten reconstruir parcialmente su funcionamiento.
El trigon era un juego practicado por al menos tres personas, colocadas en las esquinas de un triángulo.
Su nombre proviene del griego trígōnos, que significa ‘triangular’. En esencia, consistía en lanzarse una pelota entre sí, siguiendo un patrón específico: lanzar con la mano derecha y atrapar con la izquierda.
Algunos datos curiosos a tener en cuenta del trigon son los siguientes:
- Los jugadores recibían el nombre de trigonali.
- Los asistentes eran conocidos como pilecripi, cuya función era recuperar las pelotas caídas y contabilizar el marcador.
- El número de pelotas en juego podía ser más de una, lo que añadía complejidad al desarrollo.
El balón, conocido también como trigon, no rebotaba. Se trataba de una pelota dura, posiblemente similar a las empleadas hoy en béisbol o sófbol. Esto la distinguía claramente de otras pelotas romanas como la harpasta, que sí tenía rebote.
Testimonios literarios y reconstrucción del trigon a lo largo de la historia
Una de las descripciones más antiguas aparece en el Satiricón de Petronio, una novela romana donde se narra una partida protagonizada por Trimalción.
Aunque no se menciona el nombre del juego, los detalles coinciden con los del trigon. El personaje juega con varios jóvenes, sin gran esfuerzo, delegando la recogida de pelotas a sus esclavos y sin preocuparse por las normas.
Otra fuente relevante es el filósofo Séneca, quien menciona el juego desde su vivienda cercana a unos baños. Describe cómo un jugador de pelota contaba sus lanzamientos, lo que sugiere que cada acción tenía un valor numérico. Esto apoya la teoría de que el marcador no solo contabilizaba errores, sino también aciertos.
El escritor Marcial aporta otra pista: alude a que perder una atrapada otorgaba puntos al oponente. También menciona que atrapar con la mano izquierda era indicio de habilidad, lo que sugiere una jerarquía de puntuación en función de la dificultad del gesto.
Incluso se habla de jugadores que usaban pelotas de vidrio, como el caso de Ursus, cuya destreza impedía que se le cayera.
Aprendiendo las reglas: ¿Cómo se juega al trigon?
Aunque las reglas exactas nunca han sido del todo reconstruidas, los investigadores han propuesto una estructura tentativa basada en las descripciones antiguas, presentadas a continuación:
- Tres jugadores, en disposición triangular, lanzaban la pelota al jugador ubicado a su derecha.
- Recepción obligatoria con la mano izquierda.
- Posibilidad de fintas y cambios de dirección, lo que incrementaba la dificultad.
- Marcadores independientes, que contabilizaban errores y, posiblemente, aciertos.
- Presencia de múltiples pelotas, que obligaba a mantener la concentración en varios frentes.
Una de las características más comentadas era que el juego podía alternar entre sentido horario y antihorario. Esta variabilidad requería atención constante y agilidad para anticiparse a los movimientos de los compañeros.
También se sugiere que el juego podía tener variantes con más de tres participantes, lo que habría obligado a formar un círculo en vez de un triángulo.
¿Dónde se jugaba al trigon, considerado uno de los deportes más populares del imperio romano?
A diferencia de otros deportes más populares del Imperio Romano, el trigon no estaba destinado a entretener multitudes ni se practicaba en espacios masivos. Su ámbito era más privado, asociado a la palaestra, el gimnasio romano. Allí se combinaba con ejercicios de fuerza y otras rutinas físicas.
El ruido generado por estos juegos era, según Séneca, parte del paisaje sonoro cotidiano. Las respiraciones, gritos y sonidos del balón al ser atrapado formaban parte del ambiente en los espacios de baño y entrenamiento.
Con el paso del tiempo, la práctica del trigon se fue desvaneciendo. La falta de textos que describan sus reglas exactas y la escasa representación visual fueron responsables de que hoy sea uno de los deportes más populares del Imperio Romano menos conocidos.
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