Los científicos no dan crédito: un nuevo estudio afirma que la Sábana Santa cubrió algo que nadie esperaba

La Sábana Santa de Turín, considerada por millones de creyentes como el testimonio más directo de la Pasión de Cristo, vuelve a ser sometida a examen.
Esta vez, un innovador estudio ha puesto en duda una de las creencias más extendidas: que ésta envolvió el cuerpo de un hombre crucificado.
La Sábana Santa podría haber cubierto una escultura y no un cuerpo humano
El análisis, publicado en la revista Archaeometry, fue realizado por Cicero Moraes, diseñador brasileño experto en reconstrucciones faciales y modelado tridimensional.
Según señala National Geographic, los resultados de sus simulaciones apuntan a que la imagen plasmada en la tela no se habría formado por contacto directo con un cuerpo, sino sobre una figura en bajorrelieve, posiblemente tallada en madera, piedra o metal.
La Sábana Santa mide 4,4 metros de largo por 1,1 de ancho y muestra la silueta de un hombre con marcas compatibles con heridas de flagelación, clavos y una corona de espinas.
No obstante, al recrear digitalmente cómo se comporta una tela al cubrir un cuerpo tridimensional, Moraes observó que siempre aparece una distorsión (conocida como «efecto máscara de Agamenón»), algo que no se corresponde con la nitidez y proporciones de la imagen en el sudario.
En cambio, cuando la tela se coloca sobre una superficie en relieve, el resultado es sorprendentemente similar a lo que se aprecia en la reliquia turinesa.
Este estudio científico 3D revela un posible origen artístico del Sudario de Turín
Aunque la idea de que el sudario pudiera haber sido producto de un artificio artístico no es nueva, el estudio de Moraes la refuerza con herramientas digitales de última generación.
Esto encaja con dataciones de carbono-14 realizadas en 1988, que situaron la creación del lienzo entre 1260 y 1390, en pleno auge de la producción de imágenes religiosas en Europa.
Para Moraes, la Sábana Santa podría considerarse una auténtica «obra maestra del arte cristiano medieval», fruto de un creador anónimo con amplios conocimientos técnicos y gran sensibilidad estética.
El investigador incluso sugiere que la matriz pudo ser pigmentada o calentada para transferir la silueta al tejido, generando la misteriosa impresión que hoy contemplamos.
Evidencias históricas y medievales sobre la autenticidad de la Sábana Santa
El profesor Andrea Nicolotti, historiador del cristianismo en la Universidad de Turín, no tiene tan clara esta teoría.
Tal como recuerda, desde hace siglos se sabe que la figura del sudario equivale a una proyección ortogonal sobre una superficie plana, algo incompatible con la transferencia desde un volumen tridimensional.
Aun así, el debate permanece abierto. Mientras algunos investigadores reconocen la solidez de los nuevos hallazgos, para millones de fieles la Sábana Santa seguirá siendo una reliquia sagrada que trasciende cualquier veredicto científico.
La tecnología moderna reabre el debate sobre la Sábana Santa de Turín
El trabajo de Moraes no busca cerrar definitivamente la discusión, sino aportar nuevas perspectivas al análisis de una de las piezas más célebres de la cristiandad. Su enfoque muestra cómo las herramientas digitales pueden iluminar misterios históricos que parecían inamovibles.
La Sábana Santa de Turín sigue siendo, al mismo tiempo, objeto de fe y de ciencia. Si fue sudario, obra de arte o ambas cosas a la vez, es una pregunta que aún divide opiniones. Lo que parece seguro es que, numerosos siglos después de su primera aparición documentada, esta reliquia continúa fascinando al mundo entero.