El impacto de la Guerra Civil en la arquitectura madrileña
El impacto de la Guerra Civil en la arquitectura madrileña fue profundo y multifacético. Aquí aportamos algunos datos.
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La Guerra Civil española, ocurrida entre 1936 y 1939, dejó huellas imborrables en el arte y la arquitectura madrileña. Muchos de los lugares por los que hoy pasan cientos de personas sufrieron grandes estragos, antes, durante y después de la contienda, que nos recuerdan las crueles consecuencias de los sucesos de la Guerra Civil en la capital.
Durante los tres años que duró el conflicto, los soldados que se enfrentaron en la contienda dejaron construcciones y fortificaciones defensivas en todo el territorio madrileño. La Ciudad Universitaria, el Museo del Prado y el Palacio de Torrecilla, son sólo algunos monumentos y edificios arquitectónicos que sirvieron de escenario para la guerra.
Las huellas catastróficas de la Guerra Civil en la arquitectura madrileña
Guerra de minas en la Ciudad Universitaria
La sangrienta batalla de la Ciudad Universitaria, que comenzó el 15 de noviembre de 1936, provocó importantes daños en la infraestructura del lugar. Durante el enfrentamiento, ambos bandos cavaron un túnel hasta los cimientos de los edificios para luego cebarlos con dinamita y volarlos. La guerra de minas convirtió el campus en una ruina, siendo uno de los edificios más afectados y reducido en ruinas el destinado al Instituto Nacional de Higiene en 1911.
Hoy en día todavía es posible ver numerosos restos de los impactos de proyectiles en los muros bajos de los edificios de la zona. No obstante, cuando se reconstruyeron las facultades y se realizaron nuevos planes urbanísticos de la zona, muchos de los campos de batalla desaparecieron.
Incendio en el templo de la Colegiata de San Isidro
Cuando inició la Guerra Civil en el año 1936, la ciudad de Madrid sufrió varios incendios que afectaron principalmente a las iglesias, parroquias y conventos. Una de las más afectadas fue la Colegiata de San Isidro, construida en el siglo XVII y considerada la primera catedral madrileña.
De acuerdo con las crónicas de la época, el mobiliario y las imágenes sacras del templo fueron rociadas con gasolina con el fin de prender el fuego en todo el edificio.
Bombardeos al Museo del Prado, el Museo Arqueológico Nacional y la Real Academia de Bellas Artes
A medida que el bando sublevado avanzaba en la toma de la capital, se produjeron asedios y bombardeos que destruyeron diversos edificios culturales importantes, entre ellos, el Museo del Prado, la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando y el Museo Arqueológico Nacional.
El ataque, que fue perpetuado el 16 de noviembre de 1936, causó severos daños en el techo de la galería principal del Museo del Prado, pero, por fortuna, ninguno de los impactos dañó las pinturas. La colección íntegra del Prado se salvó y los trabajos de Rubens, Tiziano, Goya o Velázquez, fueron resguardados en Ginebra durante los años más duros de la guerra.
Los edificios que comparten el Museo Arqueológico Nacional y la Biblioteca Nacional de España también fueron visiblemente afectados, de hecho, es posible observar cómo fue decapitada una de las esculturas de la entrada. Algunas paredes del museo fueron destruidas, al igual que valiosas colecciones como la del Tesoro de los Quimbayas.
Ataques a la Puerta del Alcalá
La emblemática Puerta de Alcalá, que había ya recibido muchos daños a lo largo de la historia, fue nuevamente atacada durante la Guerra Civil. La majestuosidad de sus arcos y columnas recibieron en sus propios cimientos los impactos de las metrallas. Huellas que las restauraciones de los siguientes años han intentado conservar como recuerdo de la historia España.
Ataques al Palacio de Torrecilla y la Fuente de Cibeles
Otro de los edificios históricos que sufrieron la crueldad de la Guerra Civil fue, sin duda, el Palacio de Torrecilla. Este edificio, situado en las inmediaciones de la Real Academia de Bellas Artes, quedó visiblemente afectado por los constantes bombardeos que ocurrieron en la zona. Salvo por la fachada principal, fechada en siglo XVIII, el edificio fue prácticamente destruido.
Como consecuencia de esta devastación, durante su remodelación fue incluido posteriormente al edificio contiguo, hoy Ministerio de Hacienda, en los primeros números de la calle de Alcalá.
La estructura de la fuente de Cibeles también resultó gravemente afectada tras el fuerte bombardeo que tuvo lugar sobre Banco España y el Palacio de Cibeles. El mismo dañó la cara, el brazo y uno de los leones, que quedó sin el morro.
Destrucción del Cuartel de la Montaña
El Cuartel de la Montaña fue uno de los tantos edificios icónicos de Madrid que quedaron completamente destruidos durante la guerra. En este emblemático lugar, construido a finales del siglo XIX, había sido retratado por Francisco de Goya al servir como escenario de los fusilamientos del 3 de mayo. Al ser utilizado como refugio por las tropas sublevadas, fue atacado sin piedad y destruido en su totalidad.
Tras la desaparición de este edificio, se construyó el actual parque del Templo de Debod, donde en la actualidad es posible encontrar un relieve creado en 1972 que homenaje a los caídos en el cuartel durante la Guerra Civil.
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