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Hovik Keuchkerian confiesa cómo recuerda momentos importantes: «Hay gente que se tatúa, yo me quemo»

Un extraño ritual que ha contado en público

Hovik Keuchkerian enseña a Pablo Motos las marcas con cuchillos ardiendo que se hizo en la mano (Atresmedia).
Hovik Keuchkerian enseña a Pablo Motos las marcas con cuchillos ardiendo que se hizo en la mano (Atresmedia).
Nacho Molina
  • Nacho Molina
  • Periodista especializado en información de corazón y televisión. Me paso la vida hablando de la vida de los demás. Antes en La Vanguardia.

Hovik Keuchkerian no deja de sorprender en cada una de sus visitas a El Hormiguero, donde suele confesar ante los espectadores algunos de los momentos más especiales de su vida que no suelen dejar indiferente a nadie. En su paso por la mesa de Pablo Motos ha confesado que una de sus peculiaridades es marcarse la piel, literalmente, cada vez que le ocurre algo importante en la vida. Tal y como ha explicado, lo que suele hacer es marcarse la piel con un cuchillo ardiendo para que ese momento quede guardado para siempre en su cuerpo y pueda verlo siempre. Según su teoría, todo esto le hace no perder el equilibrio, un método que no sabemos si aprobará su psicólogo.

Hablando de este asunto, el actor ha explicado qué significado tienen cada una de estas marcas: «Hay gente que se tatúa, yo me quemo. Me hago quemaduras para conectar con esos momentos». En sus manos tiene hasta cinco de estos ‘tatuajes’ tan especiales, todos ellos relacionados con momentos especiales de su vida. «Esta marca me la hice el día que se mató Álex Angulo (conocido actor por series como Periodistas y la película El día de la bestia que murió en un accidente de tráfico). Y luego, estas dos son las líneas del equilibrio que me explicó mi psicólogo», ha contado.

Esas líneas tienen un especial significado y ha querido contar que fue su psicólogo el que le explicó que estaban muy separadas, lo que significa que para él dejan sensaciones opuestas los momentos buenos y malos, algo que le provocaba mucho cansancio en la mente y esa es una manera, según él, de solucionarlo.

Hovik Keuchkerian muestra a las cámaras de El Hormiguero las marcas que tiene en sus manos (Atresmedia).
Hovik Keuchkerian muestra a las cámaras de ‘El Hormiguero’ las marcas que tiene en sus manos (Atresmedia).

Como siempre, el invitado del miércoles en El Hormiguero también ha tenido una preparación de lo más extrema para su nuevo papel en El Hoyo 2, la segunda parte de la película española de más éxito internacional gracias a Netflix que triunfó durante la pandemia. Para convertirse en Zamiatin, su personaje en la película, llegó a engordar 22 kilos. Y todo para poder meterse en el papel.

«Me costaba ducharme, me costaba apañarme, me costaba hacer mis necesidades, me dolían las rodillas», reconociendo que yo no solo le ha ido provocando un cambio estético, también le limitaba a la hora de hacer cualquiera de sus actividades normales.

Hovik Keuchkerian en su visita a El Hormiguero para promocionar El Hoyo 2 (Atresmedia).
Hovik Keuchkerian en su visita a El Hormiguero para promocionar ‘El Hoyo 2’ (Atresmedia).

Por si no fuera suficiente, durante este proceso de preparación Hovik Keuchkerian decidió convertirse en «un bebé gordo ignifugo», porque era así como se lo imaginaba al leer el guion.

El trabajo le salvó del alcoholismo

En anteriores entrevistas en El Hormiguero, el actor ha explicado que en el pasado llegaba a beberse «una plancha entera de cervezas» al día, pero por suerte el trabajo le iba bien. Eso le salvó de caer en el agujero y después de dos o tres años consiguió salir de aquella crisis.

Tras una temporada mala de trabajo, el mundo de los monólogos se cruzó en su camino y eso supuso un empuje para su carrera. «Empecé a hacer monólogos, todo fue para arriba, me llamaron para Hispania. Me enamoré de esta profesión (…) Tuve dos o tres años que iba sin rumbo y los monólogos me devolvieron ese foco».

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