Muere Fernando Remírez de Ganuza, uno de nuestros grandes del vino

Fernando Remírez de Ganuza
Fernando Remírez de Ganuza

Hoy se ha apagado la luz para uno de esos revolucionarios del vino nacional llamado Fernando Remírez de Ganuza. ¿Quién no ha bebido una botella de su Reserva en estas últimas dos décadas?. El natural de la navarra Meano, comprendió desde siempre la importancia del campo que amaba, y al que conocía como a la palma de su mano. Fernando ha sido referencia para todo el que ha querido hacer trato en La Rioja, con ese carisma tan cercano que le ha hecho amigo eterno de sus amigos. Y no somos pocos.

Su inefable aportación al tinto de Rioja, más fino y evolucionado, en sintonía con el gusto contemporáneo es esencial para conocer y beber nuestro vino más internacional. La bonhomía por bandera. En Samaniego, corazón de la Rioja alavesa, puso bodega y desde ese mismo momento se ha creado leyenda de buena vida. Apoyado en un buen conocimiento técnico de la viticultura y la elaboración, obseso de la selección, nuestro llorado Fernando ha puesto una sonrisa para unos vinos amables, redondos y con el beneplácito de la crítica y público. Incluidos los 100 puntos Parker de su Gran Reserva 2004. Hombre de familia, siempre con el corazón partido por la pérdida de su hija María, solidario, cercano, y de socarronería única.

Hoy la Rioja y el mundo del vino estamos de luto. El bodeguero falleció esta mañana a causa de una larga enfermedad que se ha ido complicando estos últimos meses. Fundó su bodega en 1989 como un proyecto propio y personal, aunque en realidad ya no tenía la titularidad de la bodega tras habérsela cedido a los alaveses Urtasun, pero el alma y el rostro seguirán siendo suyos. Como suele ocurrir al poner tu propio nombre a un vino, ello supone legar para el futuro la ilusión que lo vio nacer. Con el cierre de esta página brillante, se pone punto y final a una de las novelas mejor escritas del vino español. Primero tinto, incluso un blanco, que nos seguirá acompañando en el camino. Ir al Alameda de Fuenmayor y no encontrarse con Fernando, se nos va a hacer muy difícil.

Donde estés Fernando, guárdanos tus cangrejos para comerlos cualquier tarde con una copa de tu mejor vino. Lo que lleva tu nombre.

Lo último en Gastronomía

Últimas noticias