Una botella de 2 millones y 7 curiosidades más sobre el champán
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Nos gusta el champán. Ese vino espumoso elaborado según el método champenoise en la región de Champaña, Francia. Desde el siglo XVI era bebida de reyes en las cortes francesa e inglesa. Te contamos 7 curiosidades sobre esta bebida que son dignas de conocer.
Ha cambiado mucho
El champán que se hacía en los años 1800 tiene poco que ver con el que se elabora hoy en día. Actualmente consumimos una bebida más bien seca cuando antes el champán era muy muy dulce. Casi como un sirope. Fue Barbe-Nicole Ponsardin Clicquot (Viuda de Clicquot) quien descubrió que sus exportaciones a Inglaterra tenían más éxito cuando el champán era seco. Siguió comercializando el dulce, pero al seco le puso una etiqueta amarilla con el subtítulo «al gusto inglés». Es el que conocemos hoy en día de esta prestigiosa casa.
Lo creó un monje
Y bendito monje. Fue en 1668 cuando un religioso de la orden benedictina llamado Pierre Pérignon se encontraba trabajando en un buen objetivo: crear el mejor vino del mundo. Vivió 47 años en la abadía de Hautvilliers donde era el responsable de custodiar el vino. Se dice que cuando involuntariamente creo el método champenoise, al probar la bebida exclamó: «¡Venid pronto, estoy bebiendo las estrellas!» aludiendo a las burbujas producidas en la fermentación del vino.
Con presión
Una botella de champán soporta 16 kilos de presión por cada centímetro cuadrado. Por esta razón el corcho sale disparado a una velocidad de 70 kms/h. Quizás te sea más fácil descorcharla utilizando la vistosa técnica del Sabrage: eliminar el corcho con un sable.
No le gusta la nevera
Hay personas que guardan una botella en la nevera «por si hay que celebrar algo». Bien, pues no es el mejor lugar para almacenarlo. El frío excesivo de la nevera hace que el corcho se seque. Entonces este se encoge y el anhídrido carbónico sale. Por no mencionar que los olores y sabores externos entran en la bebida. Déjalo mejor en un sitio fresco y si tienes la suerte de brindar para una celebración, mételo rápidamente en la nevera. O enfríalo a velocidad de vértigo con este truco.
Marilyn Monroe y el champán
La actriz hizo realidad su sueño de darse un baño de champán. Para ello necesitaron abrir 350 botellas que representan unos 262 litros. Ella estaría encantada pero…¡vaya desperdicio!
Un propietario
Quizás te sorprenda saber que varias de las marcas más prestigiosas de champán pertenecen a la misma casa: LVMH. Se trata de la firma de lujo Louis Vuitton Moët Hennessy, con base en Francia. Su propietario es Bernard Arnault, marido de la actriz Salma Hayek. Bien, pues este hombre posee cuatro grandes casas de champán: Veuve Clicquot, Dom Perignon, Ruinart y Krug.
Alambre fino
El morrión es el alambre que sujeta el corcho. Incluye una lámina de metal que suele llevar impreso el logo de la casa que lo elabora. Se dice que fue inventado en 1844 cuando el francés Adolphe Jacquesson quiso evitar más accidentes de los empleados de su bodega. Varios de ellos habían perdido un ojo cuando el corcho salía disparado accidentalmente. Hoy la casa Jacquesson sigue siendo un referente en el mundo del champán.
Por un puñado de dólares
Nada menos que 2 millones de dólares. Ese es el precio de la botella de champán más cara del mundo. Ha sido elaborada por la casa Goût de Diamants. Tiene como peculiaridad que fue diseñada por Alexander Amosu para un cliente cuyo nombre no se ha hecho público. La etiqueta está realizada con oro de 18 kilates y lleva grabado el nombre de su propietario.
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