Gobierno de España

Sánchez planea contactos «discretos» con Junts ante la ausencia de foco por el cerrojazo del Congreso

Bolaños será el encargado de coordinar iniciativas conjuntas sin presión mediática

Sánchez Puigdemont relaciones
Esther Jaén

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, pretende aprovechar el parón parlamentario para mantener contactos discretos con el fin de retomar relaciones y acuerdos con el partido de Carles Puigdemont. El Gobierno tiene dos meses por delante para buscar puntos de encuentro con Junts, rescatar iniciativas olvidadas y lograr que las aguas vuelvan a su cauce y la legislatura siga adelante sin más sobresaltos ni desencuentros de los necesarios.

De hecho, el propio Gobierno de Sánchez ha sido el que ha dado instrucciones al Grupo Parlamentario Socialista, según fuentes del PSOE,  para aplazar todas las reuniones de comisiones pendientes hasta el próximo mes de febrero. Entre otros aplazamientos, el de la Comisión de Transición Ecológica, presidida por la socialista Cristina Narbona, que, si bien estaba fijada para el próximo martes 9 de diciembre, se ha aplazado sin motivo aparente y pese a las quejas de partidos como el PP, hasta el próximo mes de febrero.

El Pleno de la semana siguiente se celebrará, tal como estaba previsto, pero el Ejecutivo ya ha informado, a través del secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, Rafael Simancas, que hay siete ministros que estarán ausentes en el trámite de Control al Gobierno del próximo miércoles. Con ese pleno se dará fin a esta temporada parlamentaria y el foco permanente en que se convierte el Congreso, se apagará. Será el escenario ideal para esa «discreción» que exige cualquier intento de reconciliación de Junts, que le ha cogido un cierto gusto a los desplantes a Sánchez.

El encargado de ablandar a los de Junts, es, en buena medida, el ministro de Justicia, Presidencia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, que ya ha empezado a desempolvar antiguas propuestas de Junts que llevan meses e incluso más de un año durmiendo el sueño de los justos. Todas menos la relativa a la necesidad de que Sánchez se someta a una cuestión de confianza en el Congreso, una de las armas nucleares que tiene Junts en sus manos y que, pese a poder favorecer su inclusión en el orden del día de cualquier Pleno, no la ha activado.

Sánchez confía en la recomposición

Detalles como éste, que demuestran que Junts , por ahora, aprieta, pero no ahoga y, aunque le da mala vida, no fuerza al Gobierno a tirar la toalla de forma agónica, cuando tiene en sus manos la gran baza de poder decantar semana tras semana el orden del día de los plenos con sus siete votos, han llevado a Sánchez, según sus cercanos, a la conclusión de que no todo está perdido con Junts y que, con mano izquierda, discreción, y a golpe de iniciativa solicitada, pueden retomarse las relaciones con Junts y, quién sabe si llegar incluso a plantearse poner sobre la mesa los futuros Presupuestos Generales. De hecho, fuentes del Gobierno aseguran que los Presupuestos están hechos y que, «si en algún momento Junts da señales de vida y de apoyo, los presentamos inmediatamente»

En todo caso, según fuentes socialistas, Sánchez ya ha puesto las bases para recuperar el tiempo y la confianza perdida de Junts: un nuevo interlocutor e impulsor de iniciativas conjuntas, como Félix Bolaños, y la discreción y el tiempo necesario para calmar ánimos y encajar voluntades, evitando los desencuentros diarios que provoca la vida parlamentaria y la exposición continua ante los medios de comunicación.

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