El PP gallego planeaba adelantar las elecciones a octubre para aprovechar la ola azul que frenó el 23J
La formación que preside Rueda teme perder la absoluta pese a sus buenos resultados en las generales
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Alfonso Rueda, el presidente de la Xunta de Galicia, planeaba adelantar las elecciones autonómicas gallegas a octubre antes de conocer los resultados de los comicios del pasado 23J, según varias fuentes cercanas al Partido Popular (PP) gallego han explicado en exclusiva a OKDIARIO. El mandatario afirmó en círculos cercanos estas intenciones en varias ocasiones. El anticipo de las votaciones estaba condicionado a «una mayoría amplia» de los populares en las generales.
Pese a los buenos resultados obtenidos en la región en el 23-J, el efecto de la marcha de Alberto Núñez Feijóo de la Xunta preocupa al PP de Galicia. El ganador de cuatro mayorías absolutas ha dejado de ser la cara visible de la formación en la comunidad. Por tanto, el partido teme que Alfonso Rueda no sea capaz de heredar los resultados que mantuvo durante años el que ahora ha sido candidato al Gobierno de España.
No obstante, el PP de Galicia afirmó el pasado miércoles que el resultado de las generales «ha enfriado» la posibilidad del adelanto electoral en la comunidad.
Aprovechar la ola azul
Esta situación de temor ha llevado a Rueda a programar un adelanto electoral para octubre o noviembre, según las fuentes. El objetivo sería aprovechar «la ola azul» de las pasadas elecciones municipales y autonómicas. Los planes preveían que esta tendencia se conservara en las generales. Sin embargo, los resultados han roto con las expectativas y han podido provocar un cambio en las intenciones del PP gallego.
En las elecciones locales, el PP de Galicia obtuvo unos resultados muy parecidos a los comicios anteriores. La formación sólo fue capaz de recabar 133 concejales más con respecto a 2019, pasando de los 1.632 a los 1765. Mientras, el Bloque Nacionalista Gallego (BNG), líder de la oposición en el Parlamento Autonómico, aumentó su presencia en los ayuntamientos con 134 nuevos ediles pasando de 456 a 590. En total, los nacionalistas captaron cerca de la mitad de los votos que los populares, 248.680 frente a 554.112.
Temor al BNG
Este avance del BNG se viene dando desde hace años. El partido de Ana Pontón pasó de tener seis parlamentarios en la Cámara gallega en 2016 a ser la segunda fuerza con 19 en 2019. Los nacionalistas se están erigiendo como la principal alternativa al PP. Por tanto, el voto izquierdista -concentrado principalmente en las ciudades- se está comenzando a movilizar.
Esto es debido a que existen cada vez más posibilidades de la creación de un bipartito que sea capaz de echar al partido del ahora ausente Feijóo tras las próximas autonómicas. Desde la formación azul son conscientes de estas circunstancias. Por ello, los populares buscan presentarse a la contienda en un momento idóneo para así aprovechar la tendencia nacional.
El núcleo de Feijóo
Feijóo dejó como sucesor a Alfonso Rueda tras su marcha de Galicia. Sin embargo, él no fue el único que se ha trasladado a Madrid. El anterior Secretario General del PP gallego, Miguel Tellado, ha seguido los pasos del ex presidente gallego y se hizo con el cargo de vicesecretario general de Ordenación de la formación a nivel nacional el pasado 3 de abril del 2022. Tellado es ahora, también, diputado del Congreso tras encabezar la lista presentada en la provincia de La Coruña.
Además, la ex consejera del Mar de la Xunta, Rosa Quintana, o el ex consejero de Economía, Francisco Conde, -entre otros- han abandonado sus cargos en el Gobierno de Galicia y han conseguido ser diputados en el Parlamento de España. Estos nombres han resonado para ocupar posiciones de poder en el hipotético Ejecutivo de Feijóo, ahora en cuestión por el reparto de escaños tras el resultado del 23-J.
Por tanto, el PP gallego no sólo ha perdido a Feijóo como cabeza visible, sino que otros muchos políticos conocidos también han dado un paso adelante. Esta reestructuración causa la pérdida de figuras importantes y el temor a que su ausencia tenga consecuencias electorales. Todo esto en un momento en el que el BNG está en una situación relativamente ventajosa. Por ello, no es extraño que Rueda se haya planteado aprovechar el contexto nacional para adelantar las elecciones y verse favorecido por la tendencia.