Morata tapa bocas: marcó un golazo en la prórroga y desquició a los centrales croatas
Álvaro Morata realizó ante Croacia el partido que tanto necesitaba. El delantero de la Selección vivió una auténtica batalla contra los defensas croatas que le cosieron a faltas. El '7' no se achantó en ningún momento y acabó marcando en la prórroga el gol que ponía a España por delante en el tiempo extra
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Crónica España - Croacia: Dolor y gloria
El partido de Morata contra Croacia fue la historia de una guerra. Un combate constante contra un Vida y un Caleta-Car que no le dejaron respirar y que le machacaron a faltas. Una tras otra. Y otra más. Así hasta ocho. Una pelea en la que español al final acabó desquiciando a los defensas de Croacia y marcando en la prórroga el gol que volvía a adelantar a España y que enseñaba el camino a los cuartos de final.
Una vez más Morata era el hombre sobre el que se centraban las miradas antes del partido. Su presencia en la alineación no era una sorpresa. Luis Enrique no tiene dudas con él. Es su delantero. No le importa que no acierte, no le importa que falle un penalti ni que esté pasando días complicados por los mensajes que tiene que leer en las redes sociales. Apoyo total en la sala de prensa y también sobre el césped.
De la lucha y la entrega de Morata no se puede dudar. El delantero se deja todo en cada presión, en cada disputa, en cada salto… Se partió la cara contra unos centrales que intentaron desquiciarle y acabaron desquiciados con la insistencia del atacante español que no se achantó en ningún momento ante las patadas croatas.
En el minuto 18 gozó de una clara oportunidad para, en ese momento, haber podido adelantar a España en el marcador. Ferran puso un centro medido a su cabeza, que no fue capaz de rematar bien. O mejor dicho, remató de forma horrorosa. El cabezazo no iba ni dirigido a portería y por ello impactó en la mano de Vida. Morata reclamaba penalti, pero Çakir decía que no.
Morata dijo basta
La pelea de Morata, pese a que lo volvió a intentar antes del descanso con un disparo desde la frontal que se marchaba fuera, no era esta vez contra el gol. La segunda parte comenzó igual. Recibiendo faltas y más faltas. Hasta que Morata dijo basta y se revolvía tras otra tarascada de Caleta-Car.
Morata aprovechaba que las asistencias entraban a atender a Gayá para acercarse a por agua. Aún quedaban 15 minutos y un último asalto por disputar. Croacia se veía fuera tras el gol de Ferran y le entraban las prisas. El ‘7’ le sacaba la amarilla, por fin, a Caleta-Car antes de que llegase el arreón croata que forzaba la prórroga. Iba a ser su momento.
Antes de llegar al minuto 100, Morata recibía un balón de Dani Olmo dentro del área. Controlaba con la derecha y la enchufaba con la izquierda para marcar un golazo que celebraba con rabia. Toda esa que había contenido con los cánticos, los pitos, los mensajes en las redes… Su partido fue el de un soldado de España que fue a combatir mirando por el equipo y en el que acabó condecorado. Con el recluta Morata se puede ir a la guerra.