Morata, héroe del partido y villano en la tanda de penaltis

Álvaro Morata se convirtió en el gran protagonista del destino de la selección española en las semifinales de la Eurocopa. El delantero de la Juventus fue suplente por primera vez en todo el torneo y entró en mitad de la segunda parte para revolucionar el partido. El ariete fue el héroe y el villano en un encuentro histórico para el combinado nacional.

Morata firmó su tercer gol en el torneo para igualar el partido en un jugadón con Dani Olmo. El delantero hizo una pared de ensueño con el mediapunta del Red Bull Leipzig para definir con la pierna izquierda en el minuto 79. Hasta el mismísimo Ronaldo Nazario habría firmado esa definición ante Donnarumma.

El ariete siguió encimando a sus compañeros en la Juventus, Bonnucci y Chiellini, hasta crear varias ocasiones de peligro que, si bien no terminaron en gol, causaron peligro y hasta sacaron córners. Morata estaba pletórico de confianza y quiso sacarse la espina del penalti fallado en el tercer partido de la Eurocopa ante Eslovaquia pidiendo ser el lanzador del cuarto de España en la tanda.

El fútbol fue muy cruel con España, puesto que fallaron los dos mejores jugadores españoles del partido. Ni Dani Olmo ni Morata pudieron anotar desde los 11 metros siendo este último fallo el más relevante, puesto que Jorginho no falló el quinto penalti para Italia. Al delantero, le adivinó Donnarumma su intención lanzándose a la izquierda de la portería.