Eurocopa 2020: Grupo D

Modric hace magia y mete a Croacia en octavos

Croacia
Luka Modric celebra su gol en el Croacia-Escocia de la Eurocopa 2020. (AFP)
Hugo Carrasco

El mago Modric decide el grupo D de la Eurocopa 2020. El jugador del Real Madrid se convirtió en el principal protagonista de la noche para resolver todas las incógnitas que quedaban por despejarse. Con un golazo en Hampden Park y una asistencia a Perisic manda fuera a Escocia (3-1) y clasifica a su Croacia –hasta su aparición estaba eliminada– como segunda de grupo. Se aprovechan además de la victoria por la mínima de Inglaterra frente a República Checa (0-1), que pasan como primera y tercera tras el gol tempranero de Sterling.

La clasificación estaba en juego tanto en Wembley, como en Hampden Park. República Checa e Inglaterra se sabían clasificadas desde antes del inicio. Los resultados de los demás grupos les aseguraban, en el peor de los casos, ser una de las mejores terceras. El empate aseguraba la primera y segunda plaza, respectivamente, pero los de Southgate jugaban en casa y querían imponer su condición de favoritos.

Lo de Glasgow era una final en toda regla. Escocia y Croacia necesitaban la victoria para clasificarse. No valía un empate a ninguna, ni siquiera a la subcampeona del mundo, que llegaba tercera. Las dos contaban con un punto en el casillero y las cuentas eran claras, con cuatro estaban en octavos, con dos se marchaban a casa. Además, en función del resultado del otro encuentro, ambas tenían ligeras opciones de ser segunda en este grupo D.

A las 21:00 horas, de manera simultánea, comenzó el fútbol en las capitales inglesa y escocesa. Los goles no han sido el punto fuerte de este grupo, pero al depender las cuatro selecciones de sí mismas, quién podía imaginar que no los hubiera. Lo que estaba claro es que ninguno tenía el ojo puesto en exceso en lo que pasase en el otro escenario, al tratarse de dos duelos directos.

Comenzó animada la tarde con las dos selecciones británicas buscando adelantarse. Jugaban ante su público y debían aprovechar su aliento para imponerse. Escocia quiso golpear primero, con dos oportunidades clarísimas, pero se encontró con Livakovic. En Wembley fue Sterling el que sí que golpeó, pero el balón contra la madera, tras una vaselina que superó a Vaclik.

Sterling hace primera a Inglaterra

En la siguiente que tuvo, el del City no perdonó. Grealish aprovechó una segunda jugada para recibir en la izquierda y poner un centro al segundo palo al que no llegó Vaclik. Apareció por allí Sterling para cabecear al fondo de la red y transformar así el dominio que se veía sobre el césped durante los primeros minutos. Algo que, en Escocia, no lograban los de Robertson, McTominay y compañía, que también eran superiores a Croacia.

Sin embargo, a la subcampeona del mundo le sigue quedando parte de ese oficio y, como no, de la calidad que le llevó a quedarse a las puertas de la gloria hace tres años. Balón desde la derecha que cabeceó el veterano Perisic, dejándola muerta para la llegada y el disparo de Vlasic, que batió a Marshall. El 1-0, además, dejaba a los ajedrezados a un gol, suyo o de Inglaterra, de meterse como segundos.

Dejó tocado el tanto a los escoceses y estuvo cerca de aprovecharlo Modric, pero desvió el meta. Comenzó a encontrarse cómodo el cuadro balcánico, cada vez más dominante, aunque los locales no se rendían. McGinn tuvo el empate, pero se equivocó. Al borde del descanso, Robertson cazó un rechace, mandó el balón al área, que volvió a salir despejado y, en el balcón del área, la pegó con todo McGregor, que empató.

Quedaba una segunda parte preciosa en Hampden Park. El empate no servía a ninguno, por lo que necesitaban empujar buscando el gol. De la que no había noticias era de República Checa, que era más bien un actor pasivo en Wembley, aguantando el 1-0 sin sufrir en exceso y sin apenas inquietar a Pickford.

Comenzaron los últimos 45 minutos y Croacia puso una marcha más. Vlasic encontró primero a Gvardiol con un soberbio pase para dejarle solo, pero se le marchó el control y le devolvió la ventaja a Marshall. Después apareció Modric para realizar un envío hacia Perisic, que la estrelló en el pecho del meta. Escocia tenía la misma la vida que ellos y avisó de nuevo, quedándose a punto de marcar McGinn.

La magia de Modric decide el grupo

Se resistía el gol, hasta que apareció el Mago de Zadar. El mejor jugador que había sobre el césped de Hampden Park la mandó a la mismísima escuadra. En una gran combinación de Croacia, le quedaba el balón muerto en la frontal del área y Luka Modric no perdonaba. En el escenario en el que su admirado Zidane dejó una obra de arte, el madridista se sacaba un soberbio zapatazo para meter a su selección en octavos de final de esta Eurocopa.

Quedaba cerca de media hora por delante, pero Escocia tenía ante sí un imposible. No era fácil darle la vuelta al encuentro y remontar a un equipo experto en este tipo de campeonatos. Aún así lo intentaron con ahínco, hasta que volvió a aparecer el Balón de Oro. Desde la esquina, el genio se sacó de la chistera un centro perfecto que cabeceó de manera excelente el otro incombustible: Perisic.

En 45 minutos, Croacia conseguía, no sólo firmar su clasificación, sino relegar a la República Checa a la tercera plaza. El marcador no se movió en la capital inglesa, lo que daba un doble premio a los balcánicos, pues se enfrentarán a la segunda del grupo de España. Inglaterra espera a que le caiga el segundo del grupo de la muerte, mientras que los checos deberán esperar para conocer a su rival, un primero.

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