Vicente Gil: «Veremos a Sánchez amnistiar a los terroristas de ETA»

Francina Armengol ya ha recibido la orden de Sánchez y la investidura será este miércoles y jueves. Otra muestra más de que la separación de poderes ha muerto en España, con la Justicia intentando resistir a duras penas. Por eso, la ‘no renovación’ del Consejo General del Poder Judicial es la última frontera que nos queda. Es una obligación democrática seguir bloqueándola para evitar (vista la bisoñez que demostró el PP con el Constitucional y Conde Pumpido) que el PSOE nos cuele en el CGPJ a los jueces batasunos, podemitas e independentistas que pretende colar (comisarios políticos con toga) para terminar de destrozar el sistema. Ya solo quedaría el Rey y la Corona. Cuidadito. Tiempo al tiempo.

Este domingo, cientos de miles de ciudadanos protestaron contra la amnistía. Imagino a Sánchez, a la misma hora, fumándose (simbólicamente) un puro y descojonándose de todos nosotros con Begoña en Moncloa. La lectura del texto de la Ley de Amnistía, conocida este lunes, duele en el alma. Y mucho. Es una aberración moral, jurídica y política.

¿De qué sirven las movilizaciones con un dictador como Sánchez? Pues para lo que sirven las movilizaciones en una dictadura. Para que caiga el dictador y para llamar la atención internacional. Como con Franco.

El PP va a intentar la vía europea. Sean escépticos, pero habrá que intentarlo. Hay elecciones el año que viene y Von der Leyen -la princesa alemana de Pedro- quiere repetir en el cargo y seguir visitando a su príncipe en Madrid. Va buscando apoyos. Sánchez le pedirá la cabeza del comisario de Justicia, que es una mosca cojonera para el Gobierno.

Personalmente, a un amoral como Sánchez el clamor popular del domingo le trae al fresco, pero sabe que políticamente le hace daño. El único proyecto político de este tipo ha sido fomentar la división y gobernar un país fracturado para impedir que gobierne la oposición.

Ya se lo dijo al PP su vicepresidente Pablo Iglesias en el Congreso: «Ustedes no volverán a gobernar nunca en España». De esto se trata. Aquella frase de Iglesias resumió -perfectamente- lo que es y pretende Sánchez. A eso se ha dedicado estos cinco años, aprovechando incluso, miserablemente, la pandemia. A un sociópata, los muertos le traen al fresco.

El PP y Vox tienen la responsabilidad de sostener y mantener la protesta viva para dejar claro que Sánchez será investido el jueves dando un golpe de estado al más puro estilo del chavismo. Mantener la presión en la calle es esencial. Sánchez cuenta con que nos cansemos desde el jueves. No nos cansaremos. A los sátrapas como Sánchez se les combate. Democrática y pacíficamente, pero se les combate.

Y por cierto. Sin violencia, sin egos virtuales y sin frikismos, que desvirtúan una protesta imprescindible contra algo muy serio, como lo que estamos viviendo. Frikies y ególatras, por favor, absténganse y quédense en sus casas con sus chorradas. Esto es muy serio.

Tan serio como para valorar, por cierto, el papelón de Coalición Canaria, que gobierna allí gracias al PP, pero que va a votar ‘sí’ a Sánchez. ¿Alguien entiende algo? Señor Clavijo, presidente de Canarias: para enfrentarse al Gobierno de un autócrata como Sánchez hay que tener los bemoles de Ayuso y usted -parece- no los tiene. Este apoyo al mentiroso de Sánchez lo pagarán los canarios. ¿Alguien se acuerda del tal Tomás Guitarte de Teruel Existe gracias al cual tenemos hoy a Sánchez? Le engañó (como a todos), Teruel sigue igual y hoy el tal Guitarte no es nadie y echa pestes de Sánchez.

Por cierto. Yo me pregunto. Aquí hemos visto al PSOE y a Sánchez firmar o anunciar a bombo y platillo el acuerdo con todos los que van a apoyar su investidura. ¿Dónde está, por escrito, el acuerdo con Bildu? O sea, con ETA. ¿Por qué no lo presentan públicamente? ¿Es el pacto que hay en una caja fuerte de Suiza que firmó el traidor de Zapatero, el primero en rendirnos ante los independentistas?

Hoy en LA ANTORCHA van a ver una foto de las protestas del domingo que ha pasado desapercibida. Es una foto de premio, que, desgraciadamente, expresa perfectamente, la rendición del PSOE a ETA y a los golpistas de Cataluña. Es la foto de la manifestación contra la amnistía en Leiza, Navarra. Diez personas, diez, mayores, una de ellas en silla de ruedas, en un rincón, con un cartel, casi clandestino, en el que se lee: «No a la Amnistía». Enfrente, una masa, una horda proetarra arrinconándoles con su gesto mafioso de siempre.

Eso es el País Vasco y Navarra hoy. Como lo es Cataluña. Ésa es la rendición del PSOE a ETA. Los demócratas, las víctimas de ETA, arrinconadas, y los fascistas de ETA y Bildu, como los fascistas del independentismo catalán envalentonados, con sus socios fascistas del PSOE apoyándoles.

Por eso, con el foco puesto ahora en la amnistía a los golpistas catalanes, con Otegi ofreciendo gratis a Sánchez desde julio su voto y sin ver por escrito qué ha pactado el PSOE con Bildu, me pregunto: ¿Estamos cerca de ver la amnistía de los terroristas de ETA? ¿Ha pactado ya el PSOE amnistiar a los etarras visto que la masa le sigue votando sin rubor mientras se escandaliza por el pico de Rubiales?

Tiempo al tiempo. El acuerdo de Zapatero con ETA fue un pacto para garantizarle el poder al PSOE para siempre y expulsar al PP. Nada más que eso. Ahí empezó todo. Y suponía que fuera el PSOE, y no ETA, quien cambiara su proyecto político. Que el PSOE abandonara la Constitución y la democracia con tal de seguir en el poder, pero que ETA mantuviera intacto su proyecto de ruptura de España. Esto es lo que empezó Zapatero con ETA y vivimos ahora con Sánchez en Cataluña.

Tiempo al tiempo. Sánchez amnistiará a los terroristas de ETA. Decían que lo de hoy -la amnistía- sería imposible y ahí lo tienen. Es el primer paso para normalizarlo entre la masa y anestesiarnos.

Tiempo al tiempo. Veremos a los etarras en la calle. La idea de un sátrapa como Sánchez es perpetuarse en el poder y sabe que debe guardarse bazas con las que negociar en el futuro pasito a paso y seguir vendiendo España a trozos.

Tiempo al tiempo. ETA no quiere a Txapote y a los suyos en cárceles vascas saliendo de permiso los fines de semana. ETA quiere a Txapote y a los suyos en la calle. Los quiere libres. Y Sánchez se lo dará si es necesario, mientras el votante del PSOE y sus dirigentes -sin un ápice de moral ni valentía- aplauden aborregados al dictador.

Aquí puedes seguir el programa completo.