Urkullu impone restricciones por el Covid que no afectarán a los homenajes etarras de Nochevieja
Los actos de culto a etarras baten récords mientras Sánchez blanquea a Otegi como socio preferente
El PSOE permite una «mesa de Navidad» en pleno centro de Bilbao en homenaje a los presos etarras
Homenajean a un etarra condenado por 6 asesinatos un mes después de anunciar el fin de los ‘ogni etorri’
Los proetarras volverán a salir a la calle el próximo 31 de diciembre en homenaje a Henri Parot, etarra condenado a 4.800 años de cárcel y con un historial de 82 asesinatos. La plataforma de apoyo a los presos Sare ha convocado una marcha en Mondragón (Guipúzcoa) para reclamar el fin de la política penitenciaria con los miembros de ETA y reclamar la «vuelta a casa» de Parot y otros miembros de la banda terrorista, José Manuel Pagoaga Gallastegui ‘Peixoto’ y Eugenio Barrutiabengoa ‘Arbe’, fugado de la Justicia en Venezuela. El lehendakari Íñigo Urkullu no pone reparos a que se celebre esta manifestación -que servirá de antesala a la gran marcha que el día 8 de enero recorrerá las calles de Bilbao en apoyo a los presos etarras- mientras impone a los vascos algunas de las restricciones más severas de toda España por la explosión de contagios.
Este mismo martes, el Gobierno vasco definirá las nuevas medidas frente a la pandemia, que se extenderán durante todo el mes de enero. Las restricciones serán especialmente severas, como ha ido avanzando el propio Urkullu estos días: limitación del aforo en bares y restaurantes al 60%, la prohibición del consumo de pie o en barra o el cierre obligatorio a partir de la 1 de la madrugada. Además, se suspenderán los cotillones de Nochevieja y se limitarán a diez los comensales o los grupos deportivos en interiores. Urkullu ya planteó estas propuestas la semana pasada en la Conferencia de Presidentes con la idea incluso de extenderlas a toda España, aunque no encontró el respaldo de otros dirigentes autonómicos.
Las restricciones chocan con la barra libre que el presidente vasco dispensa a los proetarras para que salgan a la calle en apoyo a los terroristas condenados.
Homenaje camuflado
La concentración convocada en Mondragón ha recibido ya las críticas de las víctimas y el PP vasco ha solicitado a la Fiscalía que actúe para impedirla.
«Así va a celebrar la Nochevieja la izquierda abertzale: con manifestaciones para exigir la impunidad de etarras», lamentó este lunes el Colectivo de víctimas del terrorismo (Covite), en sus redes sociales.
Este mediodía, Sare emitió un comunicado para tratar de camuflar el homenaje a Parot, asegurando que «lo que se ha organizado es un acto de denuncia contra la política penitenciaria de excepción que se aplica a estos presos y presas vascas». Sin embargo, la convocatoria de la marcha no deja lugar a dudas de sus verdaderas intenciones: «Para que vuelvan a casa Unai, Arbe y Peixoto», reclaman en el cartel que circula por las redes sociales.
La marcha recuerda además a la convocada el pasado septiembre también por Sare y que provocó la movilización de las víctimas, partidos y Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado para evitarla. Entonces, la presión social obligó a los proetarras a desconvocar la concentración, pero sustituyéndola por actos en varias plazas del País Vasco y Navarra en contra de la «cadena perpetua» -una figura penal que evidentemente no existe en España- y a favor de la «convivencia». Exactamente lo mismo que pretenden hacer ahora.
En las últimas semanas se han conocido varios actos de apoyo a los etarras en las calles del País Vasco. La concentración por Parot se une al homenaje a Ignacio Martín Echeverría, Mortadelo, que tuvo lugar el pasado viernes en Pamplona, el recibimiento al que fuera jefe de ETA Mikel Antza a su llegada a los juzgados de San Sebastián para declarar por su implicación en el asesinato del teniente de alcalde de la ciudad, Gregorio Ordóñez, en 1995, y el simulacro de cena de Nochebuena en apoyo a los presos etarras en el centro de Bilbao. Además, cabe recordar que la semana pasada Arnaldo Otegi incorporó a David Pla, uno de los últimos dirigentes de ETA, como máximo responsable de orientación estratégica de Sortu.