Crisis del coronavirus

La UE alertó de que el virus se extendería «con resultados fatales» mientras el Gobierno negaba los riesgos

"El virus se propaga rápidamente y puede tener un enorme impacto en la salud pública con resultados fatales en grupos de riesgo", advertían los expertos europeos sobre la propagación del coronavirus

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Pedro Sánchez
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
Luz Sela
  • Luz Sela
  • Periodista política. En OKDIARIO desde 2016. Cubriendo la información del Congreso de los Diputados. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela. Antes, en COPE, ABC Punto Radio y Libertad Digital.

Desde el 2 de marzo, un informe del Centro Europeo para el Control y Prevención de Enfermedades recomendaba a los países con casos de coronavirus en un «escenario 1», en el que situaba entonces a los miembros de la UE, prestar atención a una epidemia que podría tener «resultados fatales». 

Ese informe aconsejaba, como se ha publicado, cancelar los eventos multitudinarios, como las manifestaciones del 8M que fueron alentadas por el Gobierno. Pero recogía además apreciaciones demoledoras. Los expertos sanitarios europeos advertían de que el Covid-19 es «causado por un virus contagioso, no hay terapias ni vacunas y presumiblemente no hay inmunidad preexistente».  «Actualmente se considera que el riesgo asociado con la infección es moderado a alto», avisaba el dossier, «según la probabilidad de transmisión y el impacto de la enfermedad».

«Enorme impacto»

«Basándose en las características epidemiológicas observadas, se supone que toda la población es susceptible, aunque puede haber factores de riesgo que aumentan esa susceptibilidad», alertaban desde la UE. «El virus se propaga rápidamente y puede tener un enorme impacto en la salud pública con resultados fatales en grupos de riesgo», además, advertían, de una «perturbación» social y económica.

El informe se remitía a la evidencia científica en estudios ya realizados sobre la experiencia de China, que demostraban que la intervención de los gobiernos reducía la transmisión.

«Por lo tanto, es de suma importancia que las medidas se implementen de manera apropiada y proporcional para interrumpir las cadenas de transmisión, evitar una mayor propagación, reducir la intensidad de la epidemia y ralentizar el número de casos». «Esto finalmente reducirá la enfermedad, salvará vidas y minimizará el impacto socioeconómico. Retrasar la transmisión o disminuir el pico del brote es crucial para permitir que los sistemas de salud se preparen y enfrenten a una mayor afluencia de pacientes», avisaba.

Así, añadía, se podría además ganar tiempo para las pruebas de fármacos y el desarrollo de vacunas. El informe situaba a los países europeos en el denominado «escenario 1», es decir: «Múltiples introducciones (del virus) y transmisión local limitada en el país, sin aparente transmisión sostenida».

533 fallecidos

Ese día, 2 de marzo, la epidemia se dejaba notar ya en España de forma poderosa: 114 casos. Hoy son ya 11.826 los contagiados, con 533 fallecidos, según el último balance de Sanidad y las Comunidades Autónomas. Y la pandemia sigue imparable.

El dossier apreciaba un riesgo evidente ya a principios de mes. «La epidemiología actual sugiere un escenario 1 para la UE, que puede estar evolucionando rápidamente al escenario 2», es decir, una epidemia más descontrolada, con un numero creciente de contagios y de focos. El informe avisaba a los gobiernos que debían preparar la activación inmediata de los mecanismos nacionales de respuesta a emergencias, «asegurar que el público en general sea consciente de la seriedad» del coronavirus (algo «clave» para «evitar una mayor propagación»), la «mejora de la vigilancia y la investigación epidemiológica», la «implementación del distanciamiento social para interrumpir cadenas de transmisión» y la «provisión de la capacidad sanitaria».

El informe se anticipaba ya así, quince días atrás, a «un riesgo de transmisión generalizada y sostenida» en la UE «en las próximas semanas».

«Transportes abarrotados»

Entre las recomendaciones para el «escenario 1» se incluía, como se ha avanzado estos días, se desaconsejaba también la celebración de eventos multitudinarios, como el 8-M. Pero también «evitar transportes abarrotados». Aún este lunes, pese a la implantación del estado de alarma, se pudieron ver vagones de Cercanías llenos. Y aunque ahora se ha restringido a la mitad el servicio en transportes, el Gobierno ha renunciado a limitar, en varios casos, la venta de billetes.

La evidencia de que el coronavirus avanzaba sin control era total. Ese mismo día 2 de marzo, en Italia, ahora el país más golpeado, la pandemia contabilizaba ya 1.694 casos y 34 fallecidos. El coronavirus revelaba ya su peor cara en distintos países europeos tras dejar por entonces en China 2.921 muertos.

Pese a ello, el Gobierno español permanecía ajeno. El responsable del Centro de Emergencias y Alertas Sanitarias, Fernando Simón, destacaba ese mismo día el estado de ‘contención’, negaba un riesgo de transmisión generalizada y también el colapso de los hospitales: «Si son capaces de soportar la presión que todos los años genera la gripe y si se mantienen los mismos sistemas de contingencia, los centros sanitarios serán capaces de soportarlo», decía. El viernes 6 consideraba que no existía riesgo al acudir a las manifestaciones del 8 de marzo y se limitó a desaconsejarlo a quienes tuviesen síntomas.

El criterio de Sanidad para considerar que el coronavirus estaba controlado era que «el 92% de los casos» eran «importados o asociados», que no había «introducción masiva de casos no identificados», que los «núcleos de transmisión (Comunidad de Madrid y La Rioja) estaban bien identificados» o que «el riesgo de transmisión comunitaria» no había aumentado.

La agencia de control de infecciones europea ponía ya entonces en alerta a los gobiernos sobre medidas potentes: ampliar la capacidad de pruebas de diagnóstico en laboratorios locales, reforzar medidas de contención en el entorno sanitario y precauciones de transmisión aérea en casos sospechosos y confirmados, apuntar «al 100% de cumplimiento de las precauciones estándar» (como higiene de manos y respiratoria), promover la cuarentena voluntaria y forzada para contactos cercanos de sospechosos de coronavirus y monitoreo de síntomas y especialmente «promover medidas de distanciamiento social». Entre ellas, «evitar transportes abarrotados» y «eventos multitudinarios».

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