EL TRIBUNAL SIGUE EL CRITERIO DE VOX Y NO EL DE SÁNCHEZ MELGAR

El Supremo tumba la petición de la Fiscalía General y deja al ‘enfermo’ Forn en prisión sin fianza

Joaquim Forn
Joaquim Forn, exconseller de Interior de la Genetalitat de Cataluña. (Foto: AFP)
Carlos Cuesta

El Tribunal acaba de dar un revés a la Fiscalía General del Estado. Y lo ha hecho para dejar en prisión a Joaquim Forn, el consejero que tenía entre su estructura de mando al mayor de los Mossos –Josep Luis Trapero– durante el 1-O.

El revés al criterio del Fiscal General lo ha materializado a través de la Sala de Apelación, compuesta por los magistrados Alberto Jorge Barreiro, Francisco Monterde y Miguel Colmenero, que han decidido que no aceptan el criterio de la acusación pública, que había solicitado la libertad con fianza de 100.000 euros para el ex consejero de Interior, Joaquim Forn. Y, todo ello, en una decisión que se tomó al cierre de la tarde-noche de ayer.

Forn decidió quedarse este martes en los calabozos de la Audiencia Nacional y no estar presente en la vista celebrada ante la Sala de Recursos del Tribunal Supremo para estudiar su puesta en libertad. Prefirió no aparecer en el Alto Tribunal como si temiese que el resultado de esta vista no fuese a acabar bien para sus intereses. Y así ha sido.

Por un momento parecía que Forn podría abandonar la prisión. Que la defensa del ex conseller de Interior había conseguido demostrar que ya no existía riesgo de reiteración delictiva y que, por lo tanto, carecía de justificación mantenerlo en la cárcel. Y hasta parecía que su falsa tuberculosis esgrimida –su cuadro médico demuestra que no es cierto que haya desarrollado la enfermedad, tal y como adelantó OKDIARIO– había convencido al Supremo.

Contra el criterio del Fiscal General

Pero no ha sido así. Y no lo ha sido, pese a que el Ministerio Público comandado por Julián Sánchez Melgar decidió modificar su criterio mantenido hasta este momento y solicitar la libertad para el ex consejero de Interior catalán a cambio de depositar una fianza de 100.000 euros. Una cuantía que, a la vista de la facilidad de las organizaciones que respaldan a los golpistas para desembolsar importes, no habría tardado mucho tiempo en entregar.

Pero la Sala de apelaciones del Tribunal Supremo ha contradicho ese criterio y ha dejado sentado ya que Forn debe seguir en prisión. Lo ha hecho por la gravedad de sus actos y la evidente correspondencia con unas penas potenciales muy elevadas. Y porque sigue apreciando riesgo de reiteración delictiva, por mucho que Forn haya abnegado de todo lo abnegable.
El Supremo ni siquiera tenía la obligación de resolver este martes. Pero no ha querido esperar más para sentar un criterio que es evidente que tiene muy claro.

La postura de la Sala de Apelaciones en la que se encuentran Alberto Jorge Barreiro, Francisco Monterde y Miguel Colmenero marca un punto de inflexión en este caso. Y es que fija de este modo un criterio claramente más duro que el de la Fiscalía. Lo ha podido hacer porque la acusación popular que mantiene Vox así lo había solicitado. Pero el mensaje será tenido en cuenta por el resto de imputados. Porque, evidentemente, el Tribunal Supremo no quiere paños calientes. Considera de la máxima gravedad las conductas de los implicados, teme que cualquier movimiento en libertad de las figuras clave pueda dar alas a una continuidad delictiva y no está dispuesto a que se tuerza su mensaje de contundencia.

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